Rumanos en tierra de nadie
La polic¨ªa rumana retira por sorpresa el pasaporte a miles de emigrantes sin papeles
La estricta aplicaci¨®n de la ley de emigraci¨®n en Rumania ha provocado una conmoci¨®n en los accesos por carretera al pa¨ªs. Conforme a una ordenanza de urgencia gubernamental, desde el 1 de agosto los agentes fronterizos comenzaron a retirar el pasaporte a quienes, partiendo de Rumania como turistas, superaran los tres meses de ausencia y no tuvieran un contrato de trabajo o documentaci¨®n legal que acreditara que est¨¢ en tr¨¢mite su permiso de residencia en el pa¨ªs de acogida. El Gobierno rumano asegura que con la medida da cumplimiento a una ley de 2003.
En una semana, m¨¢s de 3.500 rumanos han perdido sus documentos de viaje en los puestos fronterizos de la zona oeste: tras unos meses de trabajo en negro, volv¨ªan de vacaciones a su pa¨ªs. La noticia ha provocado la desbandada al otro lado de la frontera y la mayor¨ªa ha preferido emprender el viaje de vuelta a la marginalidad antes que entrar en Rumania y quedarse sin pasaporte.
La oposici¨®n sostiene que peligran los 2.000 millones de euros anuales de remesas
El Ejecutivo rumano apoya su decisi¨®n en los ¨²ltimos datos recogidos en la frontera: desde el mes de enero, m¨¢s de 1.800.000 personas han sido devueltas a sus localidades por no cumplir los requisitos legales para emprender viaje al extranjero. Tambi¨¦n hace referencia a los episodios de tensi¨®n vividos en la frontera franco-espa?ola, donde se impidi¨® el acceso a m¨¢s de 18.000 rumanos que pretend¨ªan entrar a Espa?a en autob¨²s durante el primer cuatrimestre del a?o.
Cuando faltan dos meses para la publicaci¨®n del informe que puede confirmar la adhesi¨®n de Rumania a la UE en enero de 2007, las autoridades se enfrentan a un serio problema de imagen: "El principal tema recurrente en cualquier reuni¨®n bilateral o multilateral es la migraci¨®n ilegal: no existe colega de la UE con el que me haya reunido que no aluda directa o indirectamente a este asunto", aseguraba en julio el ministro del Interior rumano, Vasile Blaga. "Hacemos cumplir la ley", declar¨® hace unos d¨ªas. La oposici¨®n le acusa de poner en riesgo los 2.000 millones de euros anuales que son transferidos al pa¨ªs por sus emigrantes.
A la alta pol¨ªtica se une la mala imagen y la marginalidad de los ilegales en sus pa¨ªses de destino. "Tenemos que terminar con la imagen nefasta de Rumania que estamos dando en el extranjero", aseveraba el portavoz de la Polic¨ªa de Fronteras. En funci¨®n de la reincidencia en el incumplimiento del plazo legal de estancia en el extranjero, la retirada del pasaporte se mantendr¨¢ por uno, tres o cinco a?os.
En los puestos fronterizos, adem¨¢s de las protestas por la rigidez de la norma, cobraba presencia el drama humano. Muchos de los que han perdido el pasaporte se lamentaban por los objetos personales que han dejado en los pa¨ªses en los que trabajaban de forma ilegal; otros, familias rotas por la necesidad, emprend¨ªan el viaje de vuelta entre l¨¢grimas. "Llevo cinco meses sin ver a mis hijos, traigo muchos regalos para ellos y ahora tengo que volver sin verles porque necesitan el dinero que gano", se lamentaba Daniela, una trabajadora sin papeles en el campo espa?ol. "No soy un delincuente", aseguraba Cosmin, obligado a permanecer en Rumania, mostrando sus manos curtidas; "trabajo en lo que puedo para mantener a mi familia".
En Espa?a, el Observatorio Permanente de la Inmigraci¨®n cifraba en 85.518 los rumanos con papeles en abril, antes del proceso de regularizaci¨®n. Tras la medida, se ha dado de alta en la Seguridad Social a 45.421 rumanos m¨¢s. Seg¨²n el ¨²ltimo estudio de la misi¨®n en Rumania de la Organizaci¨®n Internacional para la Migraci¨®n, Espa?a ocupa el segundo lugar de preferencia en el ¨ªndice de destinos potenciales de los emigrantes rumanos. Italia, primer pa¨ªs en la lista, es preferido por el 30% de los encuestados.
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