Mottram, un australiano en el reino de los africanos
?Eureka! Dejen de buscar. Hay un fondista no africano que no se queja, que no dice que no hay nada que hacer, que no hace cuentas, que no dice que hay tres kenianos, tres et¨ªopes y de Qatar, Bahrein, Eritrea y Marruecos, que no dice que le vale con ser el primer blanco, sino que habla directamente de victoria, de medalla, de r¨¦cords, de luchar de igual a igual con aquellos que dicen que tienen la ventaja de la altura, la ventaja de la gen¨¦tica, el hambre que les hace correr, la falta de gemelos que les hace volar. El mirlo blanco se llama Craig Mottram, es australiano y termin¨® el 2004 ganando la San Silvestre Vallecana. Despu¨¦s, empez¨® a preparar el Mundial de 5.000 metros.
Y m¨¢s que hablar, Mottram corre, y muy deprisa. Mottram, que es un gigante desproporcionado para el fondo, que mide 1,88 metros, la talla de Indurain, corre los 5.000 metros en menos de 13 minutos -y lo ha hecho un par de veces: y s¨®lo otros dos no africanos, el norteamericano Kennedy y el alem¨¢n Baumann han conseguido descender tambi¨¦n de esa barrera-, corre el 1.500 en 3m 35s y corre la milla en 3m 48s, unos tiempos que le valdr¨ªan para instalarse en la ¨¦lite del medio fondo mundial. "Unos tiempos que a m¨¢s de un atleta le deben hacer pensar que m¨¢s les vale librarse de m¨ª antes de los ¨²ltimos mil metros", dice, "porque al final puedo ser muy peligroso". Y tanto. Las dos veces que baj¨® de los 13 minutos, una en 2004 y otra en 2005, lo hizo terminando segundo, detr¨¢s de los dos mejores fondistas de la historia, los et¨ªopes Gebrselassie y Bekele. Y en ninguna de las dos ocasiones se conform¨® con intentar seguir su ritmo hasta reventar, sino que intent¨® ganar. Y ninguno de los dos, ni Gebrselassie, ni Bekele, reputados por sus tremendos ¨²ltimos 200 metros, por debajo de los 25s, fueron capaces de quit¨¢rselo de encima.
Es un bicho raro Craig Mottram, 25 a?os reci¨¦n cumplidos. Sin conocer su biograf¨ªa cualquiera pensar¨ªa que llega de la escuela australiana del fondo, una tradici¨®n que dio al mundo a los grandes Herb Elliot, Percy Cerutti, John Landy y Ron Clarke y que desapareci¨®, de todas maneras, hace 40 a?os, pero se equivocar¨ªa. Mottram llega al atletismo desde el triatl¨®n, el deporte de la nataci¨®n, la bici y la carrera a pie, el deporte de moda en Australia desde hace 20 a?os. Algunos triatletas deciden hacerse ciclistas y ganan el Tour siete veces. Si Lance Armstrong fue campe¨®n juvenil de triatl¨®n de Estados Unidos, Craig Mottram lo fue de Australia. Despu¨¦s decidi¨® romper moldes.
Si para los especialistas y los aficionados europeos Mottram ha ido adquiriendo en los ¨²ltimos meses la talla de crack, si se ha ganado no s¨®lo el respeto, sino el temor incluso de sus rivales africanos, en Australia Mottram es un aut¨¦ntico desconocido. Lo dice ¨¦l con amargura. "Nadie me hace caso, ni la tele, ni los peri¨®dicos australianos; si esto sigue as¨ª, me hago brit¨¢nico, que para algo tengo los dos pasaportes". En realidad, Mottram, que naci¨® en el estado de Victoria y estudi¨® en la Universidad australiana de Deakin, tiene m¨¢s sangre inglesa que otra cosa, pues tanto su padre, Brian, que fue futbolista en el Wimbledon, como su madre son brit¨¢nicos. Y ¨¦l vive en Londres, en Hampton Wick, siete meses al a?o, entren¨¢ndose, rodando por los parques de la capital brit¨¢nica. El resto del tiempo, Mottram, que estudia periodismo por correspondencia, lo pasa o compitiendo, o en las alturas de California, por Monte Laguna, o haciendo el macarra por su Australia, a toda velocidad con su Subaru trucado. Y entren¨¢ndose en serio.
"He mejorado much¨ªsimo mi trabajo de un a?o a otro", dice. "El a?o pasado, durante una carrera s¨®lo pensaba en hasta d¨®nde podr¨ªa aguantar el ritmo de los africanos", reconoce Mottram, octavo y primer no africano en la final de los 5.000 de los Juegos de Atenas. "Aqu¨ª voy pensando en d¨®nde puedo atacar mejor. Y creo que puedo ganar, pues t¨¢cticamente soy mucho m¨¢s fuerte que ellos".
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