Contrapunto de Mar¨ªa Callas
La Callas
2 de diciembre de 1923. Nace en Nueva York Mar¨ªa Kalogeropoulous, hija de un boticario griego emigrado que cambia su apellido trabalenguas por el alado y resistente Callas.
1937. Mar¨ªa Callas regresa a Atenas con su madre y con su hermosa hermana mayor, Jackie. Asiste a clases de canto en el Conservatorio de Atenas con su gran maestra espa?ola: Elvira de Hidalgo. Es una muchacha alta, de oscuro cabello griego, con grandes ojos y una seguridad a toda prueba. Habla ingl¨¦s y griego. Al final de sus primeros cursos puede hablar fluidamente italiano y franc¨¦s.
Noviembre de 1940. Debuta en Atenas con la operetta Boccaccio, de Supp¨¦. Tiene 17 a?os.
1942. Primer gran ¨¦xito cantando Tosca en la ?pera de Atenas. Tiene 19 a?os.
Una amiga la sorprende temblando antes de salir a escena. "Cada vez que salgo est¨¢n ah¨ª esperando para saltarme encima", explica
"Vivir es sufrir. Quien diga a los ni?os que no es as¨ª, miente. Si vives, luchas. Es igual para todos. La diferencia est¨¢ en las armas"
1944. ?xito arrebatador cantando la ¨®pera Tiefland, de D'Albert. Tiene 21 a?os.
1946-47. Triunfa con La Gioconda en Verona. Tiene 23 a?os.
Enero de 1949. En la misma semana que canta Die Walkirie en Venecia, aprende el papel de Elvira de I puritani para suplir a la indispuesta Margherita Carosio. Al terminar la temporada es la nueva estrella del bel canto en Italia.
12 de abril de 1950. Triunfo con reservas en la Scala de Mil¨¢n cantando Aida de Verdi.
1950-51. Triunfo clamoroso en la Scala de Mil¨¢n con I vespri siciliani. Tiene 27 a?os.
1956. Debuta en el Metropolitan Opera de Nueva York con Norma de Bellini. Los aplausos hacen levantar 16 veces el tel¨®n.
1956-59. Presentaciones y temporadas en la Scala de Mil¨¢n, la ?pera de Par¨ªs, el Metropolitan Opera de Nueva York, la Royal Opera House de Londres , el Palacio de Bellas Artes de M¨¦xico, el teatro Col¨®n de Buenos Aires.
11 de diciembre de 1961. Canta Medea en la Scala de Mil¨¢n. Su voz no est¨¢ a la altura acostumbrada. Hay siseos en el p¨²blico. La Callas ignora al p¨²blico hasta que llega al punto del texto donde denuncia a Jas¨®n (cantado por John Vickers) llam¨¢ndolo "?Cruel!". Despu¨¦s del primer "?Cruel!", la Callas se detiene y mira al p¨²blico. Le lanza al p¨²blico el segundo "?Cruel!". Hace una pausa, canta de nuevo: Ho dato tutto a te ("Te he dado todo"), muestra el pu?o cerrado a la galer¨ªa. Recibe una gran ovaci¨®n.
1971-1972. Imparte cursos magistrales en la Julliard School de Nueva York.
1973. Con el tenor Giuseppe Di Stefano inicia una gira de regreso a la escena. La gira termina en un recital memorable en Sapporo, Jap¨®n. Es la ¨²ltima, legendaria, aparici¨®n de la diva. Tiene 50 a?os.
16 de septiembre de 1977. Muere en Par¨ªs la voz del siglo, la primadonna assoluta. Sus cenizas son esparcidas en el Egeo.
1990-2000. La Callas resurge como cantante de todos los tiempos en las reediciones de CD y DVD que la hacen accesible a millones de nuevos admiradores. El aria can¨®nica de la Callas, Casta Diva, se escucha en Los puentes de Madison, el filme de Clint Eastwood. En Philadelphia, Antonio Banderas y Tom Hanks lloran oyendo La mamma morta.
4 de diciembre de 2000. Se subastan en Par¨ªs objetos personales de la Callas. Se recogen 1,25 millones de d¨®lares, el doble de lo esperad, por la compra de sus guantes, sus lentes, sus vestidos, sus tocados, sus abrigos, sus ligueros, sus medias negras sin costura. El siglo XXI la recibe como voz y leyenda insuperables del siglo anterior.
Mar¨ªa
1923-1937. Nace en Nueva York la segunda hija de Georges y Evangelia Kalogeropoulous. La pareja espera un var¨®n para reponer a un hijo muerto. Mar¨ªa Cecilia Sophia Ana Kalogeropoulous es una ni?a gorda, miope, t¨ªmida. No se siente nunca querida por su madre, que prefiere a Jackie, su hermosa hija mayor.
1937-1945. Al regresar a Atenas, Evangelia fuerza a su hija a desarrollar sus obvios dones musicales y a tomar de nuevo el apellido Kalogeropoulous. Mar¨ªa recibe clases de canto en el Conservatorio de Atenas. Todo en ella es grande, la nariz, los brazos, los muslos, los pechos, las cejas, los dientes, la voz. Conforme triunfa, engorda. Llega a pesar m¨¢s de 100 kilos en 1,67 metros de estatura.
Septiembre de 1945. Regresa a Nueva York en busca de un contrato y de su padre. Toma de nuevo el apellido Callas. Rechaza el papel de Madame Butterfly porque es demasiado gorda para el personaje.
1950. Se encuentra en M¨¦xico con su madre, la mujer a quien culpa de haberle robado su infancia. Se propone no verla ni hablarle nunca m¨¢s, cosa que cumple hasta su muerte.
1954. La visi¨®n juncal de Audrey Hepburn la decide: quiere ser tan delgada como ella. Llega a serlo, pierde 37 kilos en un a?o para cantar La vestale en la Scala de Mil¨¢n, bajo la direcci¨®n de Luchino Visconti. Tiene 31 a?os.
1950-1956. En la c¨²spide de sus ¨¦xitos, una amiga la sorprende temblando antes de salir a escena. Maria explica: "Cada vez que salgo, est¨¢n ah¨ª esperando para saltarme encima". Su miop¨ªa le impide ver en el escenario otra cosa que radiantes brumas. En la intimidad usa unos toscos lentes de miope y canta canciones populares. Acompa?a en el gram¨®fono a Frank Sinatra, a Cole Porter. Tiene un amor prof¨¦tico por canciones mexicanas que hablan de amores malogrados. "La gloria me aterra", dice. "Est¨¢s muy inc¨®moda all¨¢ arriba". "Cuanto m¨¢s famosa eres, m¨¢s dif¨ªcil es. Es una vida larga y solitaria".
Hay dos hombres clave en su biograf¨ªa amorosa. El primero, 30 a?os mayor que ella, con quien se casa en 1949, Giovanni Battista Meneghini, su admirador, su empresario, su maestro en el mundo de la elegancia y el estilo. El segundo, Arist¨®teles Onassis, a quien conoce en 1957. Onassis trae a su vida la fusi¨®n del amor y el deseo, una pasi¨®n que Mar¨ªa s¨®lo ha tenido en el escenario.
Julio de 1959. Mar¨ªa y Meneghini son invitados a un crucero en el yate Cristina de Onassis, con otros invitados, entre ellos Winston Churchill. Cuando termina el crucero, Mar¨ªa y Onassis son amantes, el matrimonio con Meneghini ha terminado. Meneghini truena: "Yo he creado a la Callas y ella ha pagado mi amor con una pu?alada". Mar¨ªa tiene 35 a?os.
1960-61. La voz de la Callas empieza a no ser lo que era. Nadie lo nota tanto como Mar¨ªa. Dice a un amigo: "Toda mi vida pens¨¦ que no deb¨ªa cantar, que no era suficientemente buena". Abandona el escenario y a sus admiradores, se dedica a vivir y pasear con Onassis ante los paparazzi del mundo. Dice a Franco Zefirelli: "Estoy a su merced. Soy como una virgen que de pronto descubre todo ese planeta de incre¨ªbles revelaciones de la vida f¨ªsica".
30 de marzo de 1960. Da a luz un hijo var¨®n, que muere a las horas de nacido. Tiene 36 a?os.
1966. Renuncia a su nacionalidad estadounidense y toma la griega. Esto anula legalmente su matrimonio con Meneghini. Espera casarse con Onassis.
1968. Onassis anuncia su matrimonio con Jacqueline Kennedy. Mar¨ªa resume sus p¨¦rdidas: "Primero perd¨ª mi voz, luego perd¨ª mi figura, luego perd¨ª a Onassis". "Est¨¢bamos llamados al fracaso, pero qu¨¦ ricos ¨¦ramos".
25 de mayo de 1970. Es llevada de urgencia al hospital por una sobredosis de Qualude, un somn¨ªfero de moda cuyos efectos incluyen la relajaci¨®n y la euforia. En dosis excesivas puede producir delirio, convulsiones, v¨®mito, insuficiencia renal, paro cardiaco. Tiene 46 a?os.
1970-1977. Vive recluida en su piso de Par¨ªs. Los amigos pr¨®ximos deben llamar hasta seis veces para lograr que responda el tel¨¦fono. Dice a Giuseppe Di St¨¦fano: "Cada d¨ªa de m¨¢s, gracias a Dios, es un d¨ªa de menos".
1975. Muere Arist¨®teles Onassis luego de una operaci¨®n de pr¨®stata.
16 de septiembre de 1977. Muere Mar¨ªa en su piso de Par¨ªs. Tiene 53 a?os. Las causas de su muerte no son claras. Mar¨ªa deja una herencia intestada de 12 millones de d¨®lares, que se disputan y dividen a medias su ex marido Meneghini, al que no ve desde 1959, y su madre, Evangelia, a la que no ve desde 1950.
4 de diciembre de 2004. Se subastan en Par¨ªs prendas personales de la Callas. El valor final de la subasta (1,5 millones de d¨®lares) queda por debajo de la de Jacqueline Kennedy (34,5).
Mar¨ªa Callas: "Vivir es sufrir. Quien diga a los ni?os que no es as¨ª, miente. Si vives, luchas. Es igual para todos. La diferencia est¨¢ en las armas que tiene uno y las armas que se usan contra uno. Es la combinaci¨®n de personalidad y circunstancia. Es el destino".
He seguido en este apunte dual la doble astucia de Julian Barnes en El loro de Flaubert, cap¨ªtulo 2: Cronolog¨ªa; y el rastro, brillante de nostalgia, de una nota de Octavi Mart¨ª: La diva subastada. (EL PA?S, 4 de diciembre de 2004).
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