La versi¨®n femenina de Bekele
Doblete de Tirunesh Dibaba, que conduce en los 5.000 metros una barrida de Etiop¨ªa, que copa los cuatro primeros puestos
A Marta Dom¨ªnguez no le impresion¨® Tirunesh Dibaba ayer. "Bah", dijo la palentina una vez terminada una carrera de 5.000 metros en la que todas sus limitaciones se asomaron a la pista cuando una atleta china de brazos ca¨ªdos decidi¨® mirar el cron¨®metro. "Lo de esta noche no ha sido nada comparado con lo que hizo el s¨¢bado pasado en el 10.000, aquello s¨ª que fue una demostraci¨®n".
De demostraci¨®n en demostraci¨®n, as¨ª ha corrido la ni?a Tirunesh Dibaba en Helsinki, conduciendo tras su zancada ¨¢gil y a la vez tremendamente potente, tras su cabeza inteligente, su seriedad incre¨ªble, su serenidad, a todo el atletismo de fondo et¨ªope hacia la victoria, hacia la exhibici¨®n. Tirunesh Dibaba acaba de cumplir los 20 a?os, y ya es algo m¨¢s que la versi¨®n femenina de su paisano Kenenisa Bekele. Porque si Bekele es el continuador de una tradici¨®n masculina que se remonta a Abebe Bikila en los Juegos de Roma 1960, los antecedentes femeninos en Etiop¨ªa no se hunden m¨¢s lejos que en Derartu Tulu, la campeona ol¨ªmpica en Barcelona 92, la prima de Dibaba. Si Tulu abri¨® el camino -una senda a la que regres¨® en 2000 y 2001, para ganar nuevos Juegos, nuevos Mundiales despu¨¦s de ser madre-, Dibaba, que ten¨ªa s¨®lo siete a?os cuando su prima mayor volaba en Barcelona y se emocionaba oy¨¦ndolo en un transistor de pilas, pues a Bekoji, su pueblo, tambi¨¦n el de Bekele, a¨²n no hab¨ªa llegado la electricidad, lo ha ensanchado, lo ha engrandecido, lo ha colocado a la altura del masculino.
Marta Dom¨ªnguez: "Tal c¨®mo se corre ahora no s¨¦ c¨®mo consegu¨ª las dos medallas de plata"
En Par¨ªs, hace dos a?os, Tirunesh Dibaba, que tiene una hermana mayor que tambi¨¦n corre, aunque acaba siempre detr¨¢s de ella, se convirti¨® en la m¨¢s joven campeona del mundo de la historia cuando gan¨® los 5.000. Y si de los Juegos de Atenas sali¨® s¨®lo con un bronce en los 5.000 metros, su temporada 2004 la ha colocado en una cima ¨²nica. En febrero bati¨® en Boston el r¨¦cord del mundo de 5.000 metros en pista cubierta, en marzo logr¨® en el Mundial de cross un doblete a lo Bekele, campeona del cross largo el s¨¢bado y del cross corto el domingo. Y en Helsinki se ha convertido en la primera atleta que logra el mismo a?o los t¨ªtulos en 5.000 y 10.000 metros. El s¨¢bado en el 10.000 lider¨® una barrida et¨ªope del podio, ayer, en el 5.000, dio un paso m¨¢s, y en imitaci¨®n de los norteamericanos del 200, condujo a las cuatro et¨ªopes participantes a los cuatro primeros puestos, y a su hermana al bronce de nuevo.
Para ello manej¨® como una artista la carrera. Y cuando la china Sun, la de los brazos ca¨ªdos, al pasar la l¨ªnea de los 1.000 metros mir¨® su cron¨®metro y como cumpliendo una orden aceler¨®, ya estaba Dibaba con todas sus amigas et¨ªopes bien colocada tras su zancada. Y cuando en el 2.000 la china sigui¨® acelerando, cuando ya Marta Dom¨ªnguez dej¨® irse a todas por delante porque ya no pod¨ªa m¨¢s, cuando sus piernas marchaban solas, como las de una aut¨®mata -"viendo c¨®mo se corre en estas pruebas no s¨¦ c¨®mo consegu¨ª las dos medallas de plata", dijo la palentina-, Dibaba segu¨ªa fresca como una lechuga. Y tambi¨¦n en el 3.000, cuando Sun dej¨® el relevo a la camarada m¨¢s fuerte, a la compa?era Xing. Entonces Dibaba tuvo que ponerse delante y marcar un ritmo falso ella misma. Guardando para el final.
Al sonar la campana, pasada la curva del 100, Dibaba empez¨® a acelerar, en la contrarrecta ya se hab¨ªa destacado en el cuarteto et¨ªope, en la curva del 300, Dibaba, la m¨¢s joven de todas, su peque?o cuerpo de 1,60 metros y 42 kilos agigantado, engran¨® una nueva marcha. S¨®lo la resisti¨® Defar, quien a la salida de la curva se puso a su altura pr¨¢cticamente. "Cuidado, que Defar tiene otra marcha", grit¨® uno. "Y Dibaba dos m¨¢s", respondi¨® otro. Y Dibaba ten¨ªa los ojos bien abiertos. De un r¨¢pido vistazo observ¨® por la pantalla gigante la maniobra de su compa?era. De manera imperceptible aceler¨® un poquito. Oblig¨® a Defar a vaciarse. A usar su ¨²ltima marcha a 80 metros de la meta, cuando a¨²n ella pod¨ªa seguir acelerando y acelerando. El ¨²ltimo mil lo cubri¨® en 2.44m, el ¨²ltimo 400 en 58,4s. N¨²meros que nublan el entendimiento.
"Pero eso no es nada", insisti¨® Marta Dom¨ªnguez. "En el 10.000, el ¨²ltimo 400 lo corri¨® en 58,19s, y el ¨²ltimo 20 en 28,04. Eso s¨ª que son n¨²meros". "Es que", explic¨® luego Tirunesh, "he trabajado mucho ¨²ltimamente mi velocidad. Me he matado haciendo series de 400 metros para ganar velocidad, series a muerte, sprints de verdad". A la campeona le dieron luego a elegir entre el 5.000 y el 10.000, y ella, que sobre todo se sinti¨® orgullosa de ser africana, dijo, como la ni?a golosa que se llevar¨ªa toda la tienda de chuches, dijo que le gustaba ganar las dos pruebas.
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