El Bar?a mete miedo

El Bar?a ha vuelto. No es que se hubiera ido, es que -como es normal a estas alturas de temporada- no se sab¨ªa muy bien c¨®mo andaba. Pues por lo visto ayer, breves indolencias aparte, est¨¢ como un tiro. Sabe lo que quiere y c¨®mo hacerlo, adem¨¢s de contar con los peones adecuados. Como ayer, que se impuso a un meritorio Betis con una facilidad terror¨ªfica.

La papeleta estaba clara desde el principio: el Bar?a jugar¨ªa a tocar el bal¨®n hasta que el desplome del contrincante hiciera que el gol fuera inevitable. Mientras, el Betis pon¨ªa a dos infatigables y talentosos mediocampistas, como Rivera y Miguel ?ngel, como blindaje de la defensa. El Bar?a sali¨® imperial al terreno de juego. En Heli¨®polis tiene el entrenador azulgrana, Frank Rijkaard, uno de los equipos que mejor saben cortar el ovillo de pases de la medular azulgrana. Los barcelonistas comenzaron al ataque, pero en esta ocasi¨®n m¨¢s por obligaci¨®n que por fe.

El vivo ejemplo de la parte de obligaci¨®n que les correspond¨ªa en el partido a los barcelonistas era Eto'o. Desplazado a la izquierda para colaborar con sus carreras a cubrir la banda derecha b¨¦tica, la de Joaqu¨ªn, el camerun¨¦s no pudo contribuir a casi nada en la primera mitad. Su puesto en el centro del tridente lo ocup¨® Ronaldinho, que protagoniz¨® algunos de los minutos m¨¢s melifluos, m¨¢s almibarado, m¨¢s est¨¦rilmente dulzones desde que lleg¨® a Espa?a.

El incansable trotecillo de Giuly fue el encargado de asustar a los ya tradicionalmente aterrorizados jugadores verdiblancos en los primeros minutos de cada partido en su estadio. El franc¨¦s aguijone¨® la banda derecha de los b¨¦ticos una y otra vez. A punto estuvo de marcar un gol tras una arrancada desde la media luna del ¨¢rea. Ronaldinho dispuso de su oportunidad, tambi¨¦n arrancando desde el frente de la zona b¨¦tica.

A pesar de Giuly y de su juego de punz¨®n, el Bar?a domin¨® de una manera bastante falsa. Clara, pero predecible; hermosa, pero ya le¨ªda. Deco no alcanz¨® su nivel habitual. As¨ª segu¨ªa el partido, con un barcelonista haciendo tiqui y otro respondi¨¦ndole taca. Hasta que apareci¨® Joaqu¨ªn.

Tras un bal¨®n perdido por Deco, el zancudo extremo gaditano reba?¨® el bal¨®n, se fue del propio Deco, sent¨® a Sylvinho, soport¨® la carga de Xavi y simplemente no hizo caso de Oleguer antes de tirar de rosca a gol. No entr¨®, pero el partido cambi¨®.

El doble pivote b¨¦tico respir¨® con la reflexi¨®n que fren¨® al Bar?a tras la grand¨ªsima jugada de Joaqu¨ªn. Miguel ?ngel y, sobre todo, Rivera comenzaron con alguna t¨ªmida diagonal. Pero los mediocampistas estaban despistados. Assun??o jugaba m¨¢s adelantado. Bueno, estaba all¨ª colocado, sin mucho que decir.

Poco a poco, el Bar?a se dio cuenta de que no todo es demostrar lo bien que se toca el bal¨®n. No en vano, el Betis no necesit¨® m¨¢s de un par de pelotas sueltas para complicarle la vida el pasado curso. No quedaba m¨¢s remedio que atender a Giuly, hab¨ªa que buscar otras maneras de intentar marcar que no pasaran por tirar desde la frontal del ¨¢rea. Xavi chut¨® desde fuera del ¨¢rea y Doblas tuvo alg¨²n problema. Acert¨® el meta verdiblanco pocos minutos despu¨¦s, cuando desvi¨® lo justo un centro de Giuly para la percusi¨®n de Ronaldinho. La primera mitad termin¨® con un tiro de Xavi al palo. El Bar?a se fue al descanso con la ceja enarcada. Hab¨ªa dominado, pero no hab¨ªa hecho caja.

En la segunda mitad, el Bar?a, simplemente, meti¨® miedo. Nada m¨¢s comenzar, Ronaldinho vio lo que no hab¨ªa visto nadie, que era a Giuly solo, sol¨ªsimo. El franc¨¦s marc¨® y a partir de ese momento cuando un barcelonista dec¨ªa tiqui y otro le respond¨ªa taca pas¨® a tener otro sentido m¨¢s amenazador. Eto'o, tras un fant¨¢stico pase de Xavi y Ronaldinho, acab¨® con el partido.

El Bar?a comenz¨® la temporada como mejor se puede empezar algo: una goleada a domicilio, frente a uno de los conjuntos m¨¢s rocosos y comprometidos. Ayer, fue el Bar?a en estado muy puro, con sus cosas buenas y sus lagunas molestas. Comenz¨® abusando del az¨²car, pero sac¨® el f¨²tbol antes del empalago. Incluso regal¨® algunas gotas de n¨¦ctar.