"Quiero conseguir una ciudad con una cultura de paz muy enraizada"
A unas horas del inicio de la Semana Grande donostiarra, tiene la ciudad llena de turistas. Al embajador de EE UU en Espa?a, Eduardo Aguirre, le acaba de dar una visi¨®n no nacionalista de Euskadi, sin olvidarse de transmitirle su empe?o solidario con el pueblo saharaui. Rockero consorte al cumplir los cincuenta, en el concierto de U2 se emocion¨® al ver la Declaraci¨®n Universal de los Derechos Humanos en euskera en las pantallas del escenario y o¨ªr la Bono pedir unidad para derrotar a la bestia del terrorismo.
Pregunta.?Qu¨¦ prefiere usted para quemarse, la playa o la incineradora?
Respuesta. Tengo la esperanza de salir de ¨¦sta sin ninguna quemadura. La incineradora es un sistema que ya no est¨¢ entre los elegidos en las grandes ciudades. Punto. Lo triste es que en Espa?a y en otros lugares de Europa nadie est¨¢ pensando en la incineraci¨®n, y sin embargo en Guipuzcoa el PNV, con el apoyo del PP, pretendan colocar hasta tres plantas en un territorio peque?¨ªsimo. Pero no se atreven a hacerlo en ning¨²n municipio con alcalde nacionalista.
"Tengo esperanzas de salir sin ninguna quemadura del asunto de la incineradora. El PNV no se atreve a instalarla en municipios con alcalde suyo" "Es imprescindible que desde el mundo de ETA se den pasos hacia una tregua y que Otegi desarrolle de verdad la Declaraci¨®n de Anoeta"
P. ?Ve la decisi¨®n de ubicar la incineradora de Guip¨²zcoa en suelo de San Sebasti¨¢n como una agresi¨®n al poder municipal?.
R. Yo me rebelo ante la actitud de la Diputaci¨®n Foral de tutelar permanentemente al Ayuntamiento de San Sebasti¨¢n. Defiendo la autonom¨ªa municipal .
P. ?Y c¨®mo se defiende uno de esas tutelas?
R. Es un asignatura pendiente en Euskadi, que es la ¨²nica comunidad que carece de una ley municipal que introduzca un reajuste de las competencias entre el Gobierno vasco, las diputaciones y los ayuntamientos. Eeso significa tocar la LTH [Ley de Territorios Hist¨®ricos], y ah¨ª est¨¢ el problema para el nacionalismo.
P. ?C¨®mo ve el pr¨®ximo curso pol¨ªtico en Euskadi?
R. Complejo, lleno de retos, y a la vez apasionante. El proceso de pacificaci¨®n debiera iniciarse con garant¨ªas reales para que, en un plazo m¨¢s o menos largo, pueda culminar en el abandono de las armas por parte de ETA y, por tanto, en la finalizaci¨®n del terrorismo en Espa?a. Sin embargo, soy consicente de que al d¨ªa de hoy no se dan todas las condiciones que puedan blindar el inicio de ese proceso. Ser¨ªa imprescindible que desde el mundo de ETA se dieran pasos en la direcci¨®n de proclamar una tregua: que [Arnaldo] Otegi desarrolle de verdad, si es que tiene autonom¨ªa para ello, el discurso de Anoeta.Y despu¨¦s, que por el lado del Estado se produzcan gestos en la direcci¨®n de la distensi¨®n y de la humanizaci¨®n de determinadas cuestiones, como la de los presos. Lo digo siendo consciente de que el dolor de las familias de las v¨ªctimas del terrorismo est¨¢ todav¨ªa latente y que determinados procesos de di¨¢logo pueden provocar dolor y reabrir heridas en ellas. Pero esperemos que el proceso ofrezca todas las garant¨ªas para que el Estado pueda avanzar, como todos queremos, sin pagar precios pol¨ªticos.
P. ?Cu¨¢l cree que ha de ser el papel de las v¨ªctimas en el proceso de cierre del terrorismo?
R. Es un papel importante, porque las v¨ªctimas acumulan todo el dolor de tantos a?os de terrorismo, aunque los pasos y las soluciones pol¨ªticas corresponden a los partidos democr¨¢ticos. Hay que reforzar, eso s¨ª, las medidas de apoyo, el reconocimiento, el mantener la memoria de las v¨ªctimas de mil maneras. S¨¦ que es dif¨ªcil, pero hay que perdirles que sean conscientes de que pueden ayudar al Estado y a la ciudadan¨ªa a resolver con dignidad democr¨¢tica, con sentido de la justicia, el problema del terrorismo en Espa?a.
P. Se ha metido usted de lleno en sendos proyectos de la cultura de la paz.
R. Uno se refiere al palacio de Aiete, que se va a convertir en un instituto para los derechos humanos y desde ah¨ª desarrollar programas y actividades educativas a favor de la cultura de paz. Hay otro proyecto que vamos a iniciar el a?o pr¨®ximo, que es la creaci¨®n del Jard¨ªn de la Memoria. Se trata de un nuevo desarrollo de la ciudad que va a permitir con un parque, que es el mejor ejemplo de la vida, representar simb¨®licamente el reconocimiento y la memoria a todas las v¨ªctimas de la violencia y del terrorismo. De San Sebasti¨¢n, de Euskadi y de toda Espa?a
P. Hace justo un a?o dec¨ªa usted a este peri¨®dico que San Sebasti¨¢n es de una belleza traidora.
R. Nuestra ciudad es consciente de que tiene el bald¨®n del terrorismo, una imagen que nos ha perjudicado, y much¨ªsimo. Pero tenemos a los grandes santones de la gastronom¨ªa europea, el paisaje natural reforzado con pol¨ªticas medioambientales, un comercio muy profesional y de mucha calidad, y una gran oferta cultural, con sus festivales a lo largo del a?o. Mi objetivo, justo cuando se ha cumplido esta misma semana el 60 aniversario del bombardeo de Hiroshima y Nagashaki es hacer de San Sebasti¨¢n una ciudad con una cultura de paz muy enraizada. Es una obligaci¨®n, un compromiso ¨¦tico el que esta ciudad sea un s¨ªmbolo por los derechos humanos y en la lucha por la paz, cuando acabe este infierno, esta merma de libertad. Levantaremos el Jard¨ªn de la Memoria y crearemos de la mano de la Unesco un Instituto por los Derechos Humanos, para que lo que todav¨ªa sucede en este pa¨ªs no se olvide nunca por las siguientes generaciones.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.