Parir despu¨¦s de los 30
Empleo, trabas econ¨®micas, emparejarse tarde: cuatro mujeres explican por qu¨¦ son madres tard¨ªas
Seis de cada 10 beb¨¦s (el 61,1%) son alumbrados en Espa?a por mujeres mayores de 30 a?os. Casi el doble que en 1990, en que el 36,7% de los nacimientos lo eran de madres treinta?eras o de m¨¢s de 40 a?os. Seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica, de los 441.881 nacimientos registrados en 2003 en Espa?a, 256.268 (el 57,99%) fueron aportados por el grupo de mujeres de entre 30 y 39 a?os. El 13,11% eran de madres de m¨¢s de 40. Los expertos se?alan dos consecuencias de esta tendencia: se reduce la posibilidad de tener m¨¢s ni?os en una sociedad donde la tasa de natalidad (1,29 hijos) se sit¨²a entre las m¨¢s bajas de la UE; y el envejecimiento ser¨¢ cada vez mayor.
?Las causas de este retraso? Varias, entre ellas la creciente y r¨¢pida incorporaci¨®n laboral de las mujeres, dicen los expertos. "Aplazan la maternidad porque saben el coste que tiene sobre su carrera", reflexiona Mar¨ªa Victoria G¨®mez, soci¨®loga de la Universidad Carlos III de Madrid, y especializada en el fen¨®meno de maternidad tard¨ªa. "Tambi¨¦n est¨¢ ligado al retraso en la edad de las bodas: es una especificidad latina intentar emanciparse no de un modo precario, sino con lo mismo con lo que se ha vivido. Tampoco conseguir una pareja ahora es tan sencillo como antes, en que la mujer se casaba como ¨²nica salida. Una vez que consiguen estabilidad econ¨®mica y encuentran pareja, se plantean ser madres. Y eso ocurre m¨¢s tarde".
"Si hubiera sido madre antes, no habr¨ªa podido desarrollar mi carrera profesional"
Los principales problemas que perciben las madres tard¨ªas, seg¨²n una investigaci¨®n en la que particip¨® G¨®mez, "son los mismos que acusan el resto de las madres: ausencia de medidas de apoyo p¨²blico y casi nula colaboraci¨®n de los hombres". Las madres de m¨¢s de 30 viven con naturalidad su edad de gestaci¨®n, "valoran el haber vivido y viajado y tambi¨¦n su serenidad. S¨®lo tienen miedo a los l¨ªmites biol¨®gicos y al fantasma de la amniocentesis".
Constanza Tob¨ªo, soci¨®loga de la misma universidad y experta en conciliaci¨®n de la vida familiar y laboral, opina que la maternidad se retrasa entre otros motivos porque hay m¨¢s mujeres que estudian y encima les cuesta m¨¢s que a los varones poder llegar a trabajar. Una vez conseguido esto, habr¨ªa que conciliar trabajo y cuidado de los hijos. La paradoja ahora, dice, "es que en pa¨ªses en los que las mujeres trabajan menos, como Espa?a, se tienen menos hijos y en aqu¨¦llos en los que hay una tasa de actividad femenina m¨¢s alta, la natalidad es mayor, como en los n¨®rdicos. Y ello ocurre porque all¨ª hay m¨¢s prestaciones y en la organizaci¨®n social se ha llegado a un punto en el que familia y empleo dejan de ser mundos contradictorios".
Cuatro madres mayores de 30 a?os, que se informaron de los riesgos pero prosiguieron, relatan su experiencia:
- Ana: no renunciar a nada. Ana Garc¨ªa plane¨® su maternidad con impecable exactitud. David nacer¨ªa en marzo, hace cinco meses, para que ella pudiese cubrir las suplencias del verano. Adora a los ni?os: trabaja con ellos como enfermera en Pediatr¨ªa del hospital de Getafe (Madrid) y no renunciar¨ªa a su empleo por nada del mundo. Aunque, por la misma raz¨®n, hubiera querido tener a su primer hijo antes de los 30 a?os, su edad actual. "Pero me independic¨¦ a los 28, y con ayuda de mi padre", dice. Ni siquiera ha esperado a tener contrato indefinido y horario fijo. As¨ª que cuidar de David implica una engrasada maquinaria en la que se conjugan su dedicaci¨®n y la de Julio, su marido. Ella, trabajando un d¨ªa de noche y otro de ma?ana. ?l, haciendo malabarismos con su carrera y su trabajo a tiempo parcial. Un familiar sirve de canguro cuando ninguno de los dos llega. La ¨²nica ayuda estatal que percibe Ana son los 100 euros mensuales que reciben las trabajadoras. Es muy cr¨ªtica con la escasez de plazas en las guarder¨ªas, y apunta una idea: "Poder tener una escuela infantil con horario flexible en el mismo hospital. Eso te arreglar¨ªa la vida".
- Olga: antes, la independencia.
Mientras Olga habla por tel¨¦fono desde Almer¨ªa, su hijo Manuel, de dos a?os, intenta comerse una bolsa entera de chuches. Las vacaciones no son tal para ella, lejos de las abuelas del ni?o. "Hasta llamo a mi madre para preguntarle c¨®mo hacer el pur¨¦", dice, "porque ella me lo prepara". Olga puede trabajar como responsable de una plataforma de telefon¨ªa m¨®vil con 1.200 trabajadores a su cargo porque su madre y su suegra, que viven cerca, llevan y traen a Manuel de la guarder¨ªa, privada por supuesto. Su pareja, dice, ayuda poco. Ella no se plante¨® tener hijos antes de los 32, edad a la que dio a luz al ni?o, y en la decisi¨®n influy¨® saber que las abuelas ayudar¨ªan. "No me independic¨¦ hasta los 28. Quer¨ªamos disfrutar un poco de nuestra vida en com¨²n", dice.
- Marisa: dedicaci¨®n exclusiva. "Dicen que, biol¨®gicamente, los 25 a?os es la edad ideal para tener un hijo. Pues a m¨ª que me expliquen c¨®mo, antes de eso, se estudia una carrera, se hace un m¨¢ster y se encuentra un trabajo fijo. Todas mis amigas", sostiene Marisa Fern¨¢ndez, de 44 a?os, "han tenido sus hijos despu¨¦s de los 30. Antes, nadie est¨¢ preparado. Para m¨ª, la edad ideal es de los 30 a los 40". Ella viaj¨® a China para adoptar a su hija Sara Xian, de tres a?os, hace poco m¨¢s de dos. Quiso tener hijos antes, pero su pareja de entonces no quer¨ªa. Ella sola se embarc¨® en una aventura que le cost¨® dos a?os, 12.000 euros y ahora dedicaci¨®n exclusiva cuando la ni?a no est¨¢ en la escuela infantil privada a la que la lleva. "Ser madre en Espa?a es muy dif¨ªcil, salvo que tengas mucho dinero o un marido que te ayude. Y ni siquiera. Mis amigas me dicen: t¨² est¨¢s sola, pero yo lo estoy hasta las 10 de la noche". Ella, administrativa, antepondr¨ªa su vida familiar a la laboral, pero no puede permitirse una reducci¨®n de jornada.
- Mar¨ªa Dolores: de 11 a 2. Ella tiene 10 hermanos; sus hijos, s¨®lo uno. "Si hubiera tenido antes a mis hijos, no habr¨ªa podido desarrollar mi carrera", asegura Mar¨ªa Dolores, de 50 a?os, profesora de instituto. "Cuando nacieron, ya no ten¨ªa que demostrar nada a nadie". Ella no consigui¨® su estabilidad profesional hasta los 29 a?os, y la emocional hasta los 35. "Para m¨ª lo m¨¢s importante no ha sido ser madre. Pero una vez que tienes hijos, es lo prioritario". El primero vino cuando ella ten¨ªa 39 a?os. El segundo, a los 42, y porque lo deseaba su pareja. "Yo no quer¨ªa m¨¢s de uno, para poder hacer m¨¢s cosas. He estado ocho a?os sin leer, sin salir al teatro..." Su casa funciona como una "empresa familiar": el 50% del esfuerzo lo pone ella y el 50% su marido. "No hemos llegado a tiempo a ninguna ayuda, ni a los 100 euros, ni a las escuelas infantiles gratuitas hasta los seis a?os [en Andaluc¨ªa], ni los libros gratis para 1? y 2? de la ESO". ?En qu¨¦ influye ser m¨¢s mayor? Se inform¨® de los riesgos y acord¨® con su ginec¨®logo que los ni?os nacer¨ªan por ces¨¢rea. "He padecido problemas de espalda y creo que psicol¨®gicamente no eres tan r¨¢pida, pero", insiste, "no hubiera preferido tenerlos m¨¢s joven".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.