La invasi¨®n pac¨ªfica
El festival de m¨²sica 'heavy' Metalway ha reunido a m¨¢s de 40.000 espectadores en Gernika durante el fin de semana
Las quejas vecinales pusieron de manifiesto que a¨²n hay quien pone en duda la afirmaci¨®n de que el heavy no es violencia, tantas veces esgrimida por los aficionados al g¨¦nero. Pero los esc¨¦pticos tuvieron dos buenas pruebas las noches del viernes y el s¨¢bado, en las primeras jornadas del MetalWay Festival, que ayer conclu¨ªa en Gernika. Quien tem¨ªa que los 15.000 metaleros que acudieron a cada una de esas veladas arrasaran con el mobiliario urbano de la villa, de talante conservador y guardiana de las esencias vascas, tendr¨¢ que esperar a otra ocasi¨®n.
Las dos primeras sesiones transcurrieron en feliz convivencia de melenas, mu?equeras de clavos, camisetas negras de los distintos grupos de culto y cinturones de balas, incluso sobre culotes ciclistas. Hubo cierta variedad en los atuendos, pero lo citado abundaba entre una muchedumbre que acudi¨® al campo de f¨²tbol Santa Luc¨ªa atra¨ªda por bandas que ponen a sus discos t¨ªtulos como Infierno en la tierra (Manowar), Se?ores de la depravaci¨®n (Sodom), Las fauces de la muerte (Primal Fear) y Enemigo de Dios (Kreator). Pero ese gusto provocador no impidi¨® un comportamiento acorde con el esp¨ªritu de esta localidad de 15.568 habitantes que se promociona en la web municipal como Ciudad de la paz.
Las mu?equeras de clavos y las camisetas negras dominaron entre los asistentes
Aunque, claro, en algo se ten¨ªa que hacer notar esa marea humana. Las calles pr¨®ximas a Santa Luc¨ªa aparec¨ªan el fin de semana tomadas por heavies que buscaban sombra en jardines, paseaban y ocupaban terrazas. No falt¨® venta callejera, hubo desabastecimiento de ciertos productos en varios comercios y la ocupaci¨®n hotelera tambi¨¦n result¨® beneficiada. "Desde Bilbao hasta aqu¨ª, llegando hasta Mundaka, no hay ni una sola plaza", aseguraba el viernes Juan Soriano, responsable de producci¨®n de este "encuentro de gente a la que le gusta la m¨²sica y los ritmos duro".
Asimismo, el sector hostelero ha aumentado significativamente su recaudaci¨®n merced a un evento en cuya producci¨®n han trabajado alrededor de 1.300 personas. Y no s¨®lo los locales de orientaci¨®n rockera. "La clientela se ha multiplicado por 200 o 300", aseguraba ayer Kepa, camarero de la degustaci¨®n Lurgorri, que instal¨® una barra adicional en el exterior ante la avalancha de clientes. "Pero estoy flipando, porque hay muy buen rollo. La gente del barrio ten¨ªa bastante miedo, pero al final est¨¢ viniendo a tomar vinos o a jugar la partida, todos mezclados. Yo he currado en bares en los que gente aparentemente m¨¢s normal deja todo mucho peor. Aqu¨ª no hay ni un ruido, ni una voz m¨¢s alta que otra, ni una movida", afirmaba satisfecho el barman. Un an¨¢lisis compartido por muchos vecinos. "La gente muy maja, muy normal y con mucho dinero. Se ponen esas camisetas porque vienen de fiesta. Los que son m¨¢s molestos son esos de las crestas", aseguraba un sexagenario.
El hospital de campa?a instalado junto al mercadillo y las tres UVIs vivieron horas tranquilas al no registrarse ning¨²n incidente rese?able. "No ha habido ni una emergencia, ning¨²n ingreso, s¨®lo muchas llagas y ampollas", confirmaba ayer Soriano. Eso ha ayudado tambi¨¦n a que la organizaci¨®n haya visto cumplidas sus expectativas, que la ma?ana del viernes se concretaban en "dar espect¨¢culo". Una tarea que ha quedado en manos de cabezas de cartel como Manowar, Children Of Bodom, Mot?rhead, Accept, Korn y Wasp, apoyadas en m¨¢s de 150.000 vatios de sonido y 500.000 de luz. Un plantel de artistas a los que no ha faltado de nada en la zona de escenario y camerinos. Ni siquiera los videojuegos que pidieron los estadounidenses Korn, ni la m¨¢quina tragaperras que hizo instalar Lemmy Kilmister, l¨ªder de Mot?rhead. De hecho, el rockero ingl¨¦s acab¨® reclamando a la organizaci¨®n el pago completo de un premio para el que la m¨¢quina no contaba con suficientes monedas.
Pero no ha habido grandes excentricidades entre los m¨²sicos de MetalWay, traslaci¨®n a Euskadi del festival Metalman¨ªa, celebrado antes en Villarrobledo (Albacete) y Valencia. El pr¨®ximo a?o podr¨ªa cambiar de denominaci¨®n y emplazamiento. "Realmente es un festival itinerante, y puede cambiar de nombre. No se quiere identificar como una cita que se reconozca por el t¨ªtulo, sino por la convocatoria de los grupos. Lo de moverse est¨¢ bien, porque alterna ambientes", concluye el jefe de producci¨®n.
Una tribu bien avenida
El buen comportamiento y el consumo generado por los asistentes al primer MetalWay, festival de iniciativa privada, satisfacen las expectativas del Ayuntamiento de Gernika, que concretaba los beneficios en la inyecci¨®n econ¨®mica que supondr¨ªa, sobre todo, para bares, restaurantes y hoteles. N¨²meros que aplacan unas protestas vecinales previas que I?aki Iglesias, concejal de Juventud y Fiestas, atribuye al "desconocimiento". ?l nunca temi¨® un desenlace vand¨¢lico en la l¨ªnea del ¨²ltimo Festimad, pese a la broma de un grup¨²sculo que durante la media hora de retraso de Mot?rhead se entretuvo al grito de "?No esperamos m¨¢s, acordaos de Festimad!". "Ese fue un problema de otra organizaci¨®n distinta, y de la mezcla de distintas m¨²sicas y tribus. Aqu¨ª s¨®lo hay una, y entre ellos se arreglan muy bien", explica Iglesias.
Las medidas adoptadas desde el consistorio fueron las l¨®gicas ante cualquier gran concentraci¨®n de personas. Se reforzaron desde el jueves varios servicios, incluida la presencia policial, y se restringi¨® exclusivamente a vecinos la circulaci¨®n por un par de calles, Hasta ayer, con motivo del inicio oficial de las fiestas, no se reforz¨® el transporte p¨²blico, aunque s¨ª se habilitaron zonas de aparcamiento, y la polic¨ªa hizo la vista gorda ante los veh¨ªculos mal aparcados.
Asimismo, ante la saturaci¨®n provocada por las 10.000 personas que ocuparon la zona de acampada se permiti¨® el acceso a las duchas del polideportivo municipal.
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