La estrella es Maradona

Hace un a?o, un ex futbolista con una profunda adicci¨®n a las drogas, un grave riesgo card¨ªaco por los 128 kilos que pesaba y un hablar balbuceante aparec¨ªa llorando ante las c¨¢maras de la televisi¨®n argentina rogando a un juez que le dejara salir del pa¨ªs y marcharse a Cuba. Lo hab¨ªa perdido todo y atravesaba por su momento m¨¢s bajo. A las tres de la madrugada de ayer (hora peninsular espa?ola), el mismo hombre hac¨ªa su aparici¨®n en el horario de m¨¢xima audiencia de la misma televisi¨®n con un programa propio y rodeado de estrellas del deporte y de la canci¨®n. Con un estado f¨ªsico y mental absolutamente diferente, Diego Armando Maradona demostr¨® una recuperaci¨®n por la que muy pocos apostaban hace apenas algunos meses y lo hizo acompa?ado de otra estrella que le hab¨ªa acusado de "no ser un buen ejemplo": Pel¨¦.

El Pelusa ha vuelto y lo ha hecho a lo grande, demostrando que para ¨¦l no hay t¨¦rmino medio

Maradona ha vuelto y lo ha hecho a lo grande, dejando muy claro que para ¨¦l no hay t¨¦rmino medio. Conexiones con N¨¢poles, estrellas invitadas que entran en el plat¨® en lujosos descapotables, actores y cantantes de primera fila, futbolistas de prestigio y un p¨²blico entregado, con la familia incluida, formaron parte de un paisaje en el cual el astro tan pronto cantaba tangos como le hac¨ªa cantar con una guitarra a Pel¨¦. "Lo m¨ªo no es un milagro", aseguraba al comienzo de la emisi¨®n; "es el amor de los m¨ªos cuando yo estaba muy mal, cuando estaba muerto".

Y casi lo estaba tanto f¨ªsica como p¨²blicamente. En septiembre de 2004 obten¨ªa un permiso para abandonar Argentina, donde segu¨ªa un tratamiento contra la adicci¨®n a las drogas pero en contra de su voluntad. Entonces, vol¨® a Cuba y muchos lo dieron por perdido.

A pesar de las repetidas promesas de cambio nunca cumplidas, en la isla caribe?a algo debi¨® de mutar en la mente del ex capit¨¢n de la selecci¨®n argentina. ?l asegura que fue sobre todo el amor de sus hijas, Dalma y Giannina. Eso y tal vez un deterioro indicador de que las infinitas segundas oportunidades se hab¨ªan terminado.

En marzo se somet¨ªa en Colombia a una operaci¨®n de reducci¨®n de est¨®mago para bajar de peso y los m¨¦dicos dijeron que, al menos, ese problema lo tendr¨ªa al menos resuelto en ocho meses. Pero, rompiendo una vez m¨¢s los pron¨®sticos, Maradona ha regresado antes a la vida p¨²blica hablando de su adicci¨®n a las drogas y con dos trabajos de una responsabilidad que no habr¨ªa podido asumir hace unos meses.

Como vicepresidente del Boca Juniors, cargo que oficialmente asumi¨® a principios de este mes, ha dejado claro desde el primer momento que no piensa quedarse en el despacho. Interviene en las cuestiones del equipo. Tanto, que se habla de las suspicacias que levanta en el actual cuadro t¨¦cnico, dirigido por Alfio Basile. Pero, adem¨¢s, ha debutado como presentador de un programa en una cadena nacional en horario de m¨¢xima audiencia compitiendo directamente con otras estrellas consagradas que ya le han declarado la guerra, por ejemplo, neg¨¢ndose a admitir publicidad de su espacio.

Ya no hab¨ªa rastro del hablar inconexo o la risa descontrolada de otras ocasiones. Apoyado por el ex portero de la selecci¨®n argentina Goicoechea, el conductor de La noche del Diez protagoniz¨® durante dos horas n¨²meros musicales, tertulias, un partidillo de f¨²tbol-tenis y, sobre todo, una entrevista con Pel¨¦. "Yo estuve casi muerto por la droga y ahora le ofrezco mi solidaridad por el momento que est¨¢ pasando tu hijo", le dijo el argentino al brasile?o. "Es algo que le puede pasar a cualquiera y t¨² ahora eres un ejemplo para ¨¦l", contest¨® O Rei. Maradona se dej¨® un as en la manga para el pr¨®ximo programa: prometi¨® contar el secreto "del gol a los ingleses". "?El que te recorriste toda la cancha?" pregunt¨® Goicoechea. "No, el otro", contest¨® Maradona. Y se se?al¨® la mano derecha.