Catalu?a, a paso de burra

Reivindican la lentitud, la Catalu?a rural, las carreteras secundarias, la raza aut¨®ctona del burro catal¨¢n, la hospitalidad de las gentes sencillas y los viajes con baches en lugar de jet-lag. Pau Guinart y Marc Sabad¨ª, dos estudiantes de 22 a?os de la Universidad de Girona, han empezado hace unos d¨ªas un curioso recorrido por Catalu?a durante un mes a bordo de una tartana tirada por la burra Am¨¦rica.

El viaje a la antigua usanza, que se inspira en la vuelta a Catalu?a que realizaron los pintores modernistas Ramon Casas y Santiago Rusi?ol, no est¨¢ re?ido con las nuevas tecnolog¨ªas. El mejor ejemplo est¨¢ en la matr¨ªcula que luce la vacilante tartana: www.dosenunburro.com. Se trata de la p¨¢gina web en la que publican diariamente la cr¨®nica de la jornada, fotos y dibujos realizados durante el trayecto. El sitio de Internet permite tambi¨¦n dirigir mensajes a los viajeros y participar en un foro.

Cada jornada viajan unos 20 kil¨®metros, aunque han decidido confiar la velocidad al capricho de la borrica. La media es de unos cinco kil¨®metros por hora. Los j¨®venes est¨¢n orgullosos de su burra, que alquilaron junto a la tartana tuneada a un pay¨¦s de Banyoles por 700 euros.

"La tozudez del burro es un mito. Este es una joya; adem¨¢s, est¨¢ acostumbrado a ir de compras con su due?o y no le asusta el tr¨¢fico", explica Guinart. Aunque los j¨®venes est¨¢n dispuestos a pagar alojamiento, los tres primeros d¨ªas de viaje han sido agasajados por propietarios de mas¨ªas, restaurantes y alojamientos de turismo rural. "Ayer, un agricultor par¨® su coche ante nosotros y nos regal¨® un mel¨®n", cuenta Sabad¨ª desde el buc¨®lico jard¨ªn de Mas Alba, un centro de turismo rural de Terradelles (Pla de L'Estany) donde les han permitido guarecerse del sol y ba?arse en la piscina. Los dos j¨®venes, vecinos de L'Escala, conf¨ªan en que la hospitalidad de la gente contin¨²e. Antes de partir enviaron correos electr¨®nicos y telefonearon a los 26 peque?os ayuntamientos de su ruta. Dos les han prometido alojamiento, tres les han dicho que no y el resto no les ha contestado.

El itinerario, elaborado con la colaboraci¨®n del departamento de geograf¨ªa de la Universidad de Girona y el Centro Excursionista de Catalu?a, ha sido escogido en funci¨®n de la orograf¨ªa. Las cuestas y pendientes son un calvario para Am¨¦rica. En los tres d¨ªas que llevan de viaje, s¨®lo la mitad del tiempo lo han realizado a bordo de la tartana. Afortunadamente, han conseguido un mullido colch¨®n con el que amortiguar los baches.

El equipaje se ha limitado al m¨¢ximo, aunque entre los pertrechos destaca, por peso y volumen, una biblioteca ambulante de viajes. Entre otros, contiene el t¨ªtulo Viajes con una burra, de Robert Louis Stevenson.

Los viajeros admiten que el preciso itinerario que hab¨ªan trazado antes de la partida ya ha debido modificarse en las primeras jornadas. Eso no les preocupa en exceso porque aseguran que la aventura y la improvisaci¨®n forma parte de su forma de viajar.