'Thriller' inform¨¢tico

Con curiosidad se acerca uno a esta primera novela, un entretenido y, en ocasiones, confuso thriller inform¨¢tico, de Carlos Soto Femen¨ªa (Palma de Mallorca, 1966), con la que, adem¨¢s, obtuvo en 2004 el VII Premio Alfonso VIII de Narrativa de la Diputaci¨®n de Cuenca (a pesar de los n¨²meros romanos no es un concurso de novela hist¨®rica), concedido por un jurado presidido por Almudena Grandes y en el que estaba, entre otros, Lorenzo Silva; y la curiosidad ya se despierta desde la solapa, con un CV -que no CD: ¨¦stos desempe?an un importante papel en el interior- verdaderamente original, en el que el autor, inform¨¢tico hasta las cachas, confiesa tener publicados un par de relatos y, tras un abandono (??) literario de m¨¢s de doce a?os, haber retomado su vocaci¨®n con esta novela. La unci¨®n se lee bien, es cierto, por m¨¢s que est¨¦ un tanto estereotipada la pareja estrafalaria de detectives aficionados y expertos inform¨¢ticos -el flaco y el gordo-, que le dan sin descanso a la ginebra: no un gimlet tras otro, no, como Marlowe en El largo adi¨®s, sino directamente de la botella, a morro, y de una conocida marca menorquina, que debe ser, en la intenci¨®n del autor, homenaje a sus islas. Esa pareja estrafalaria, chapucera, aunque con verdadero dominio de los laberintos inform¨¢ticos, tiene m¨¢s de un pase, como lo tiene ese escenario casi g¨®tico, cerca de Valladolid, a donde les lleva la pista inform¨¢tica. Carlos Soto escribe correctamente, sin excesos, ni gran ambici¨®n. No ha pretendido meterse en muchas honduras -lo ha conseguido- y se limita a describir bien los personajes secundarios -los dos de Valladolid, el del bar de la gin con comprobadas pericias inform¨¢ticas- con los que trata la simp¨¢tica pareja a una botella de gin -marca menorquina- agarrada, aunque al final la cosa se embrolla y se complica innecesariamente. Algunas de estas virtudes expuestas y otras dejadas al buen juicio de los miembros del jurado les habr¨ªa llevado a ¨¦stos a premiar esta primera novela y a esta editorial, por tanto, a publicar esta obra del experto inform¨¢tico que dice ser, desde la solapa, Carlos Soto.