Carmen Linares seduce en Lucerna

Un poco antes de las nueve de la noche, en medio de un clima de apoteosis, hab¨ªa finalizado el concierto de Claudio Abbado con la participaci¨®n del bar¨ªtono Thomas Quasthoff. A las diez, una hora casi intempestiva para las costumbres locales, daba comienzo la primera convocatoria de la serie Late Night, con un programa titulado El c¨ªrculo m¨¢gico, coproducido por el cuarteto de guitarras Eos, la compa?¨ªa de danza Flamencos en Route y Off Theater. Como estrella del espect¨¢culo figuraba la cantaora Carmen Linares. El cuarteto lleva funcionando desde 1989 y es suizo. El grupo de baile tiene ya a sus espaldas dos d¨¦cadas de existencia y est¨¢ dirigido tambi¨¦n por una suiza, Brigitta Luisa Merki, aunque todas sus bailaoras son espa?olas. El programa contemplaba una primera parte dedicada a Falla, con El amor brujo, en transcripci¨®n para cuarteto de guitarras, y seis de las Siete canciones populares espa?olas. La segunda parte era una fantas¨ªa sobre canciones populares antiguas de Garc¨ªa Lorca, con p¨¢ginas tan conocidas como El caf¨¦ de Chinitas, Las morillas de Ja¨¦n, El galapaguito, la siguiriya El alba y Anda jaleo. Hay, en la concepci¨®n esc¨¦nica del espect¨¢culo, una correspondencia permanente entre cante, baile y toque. En noviembre El c¨ªrculo m¨¢gico realizar¨¢ una gira por varias ciudades centroeuropeas como Baden, Ginebra, Berna y Zug, entre otras.

"Es algo as¨ª como una coreograf¨ªa de ra¨ªces flamencas en la que el peso visual principal lo llevan, claro, las bailaoras", dice Linares

Precisamente en Zug, a unos treinta kil¨®metros, se han llevado a cabo los ensayos. Los artistas llegaron a Lucerna un d¨ªa antes para poner a punto la iluminaci¨®n y otros peque?os detalles en sala. La cantaora Carmen Linares, que actuaba por primera vez en Lucerna, se sinti¨® hechizada de inmediato por la ciudad. "Es una preciosidad, pero me han impresionado tambi¨¦n la sala de conciertos de Jean Nouvel y el ambiente de calidad y exigencia art¨ªstica que se respiran en el festival. Es una responsabilidad grande cantar aqu¨ª", manifestaba unas horas antes de comenzar la representaci¨®n. "No es un planteamiento tradicional lo que vamos a hacer. Hay una componente esc¨¦nica y todos, hasta el cuarteto de guitarristas y yo misma, nos tenemos que mover por el escenario. Es algo as¨ª como una coreograf¨ªa de ra¨ªces flamencas en la que el peso visual principal lo llevan, claro, las bailaoras".

Piensa Linares que la explosi¨®n universal que est¨¢ experimentando ¨²ltimamente el flamenco se apoya sobre todo en que es un arte lleno de emotividad. "Se est¨¢ contemplando el flamenco fuera de Espa?a con una nueva mirada, sin prejuicios ideol¨®gicos o de otro tipo. Bien es verdad que se est¨¢ atravesando un gran momento de calidad art¨ªstica, aunque no es oro todo lo que reluce. La t¨¦cnica es fundamental, desde luego, pero la emoci¨®n lo es a¨²n m¨¢s. Esto es una manifestaci¨®n art¨ªstica que debe tocar directamente al coraz¨®n". Y a?ade: "El ¨¦xito internacional del flamenco no se limita al entusiasmo de los espectadores que lo descubren. Se est¨¢ extendiendo a los int¨¦rpretes. Hay cada d¨ªa m¨¢s guitarristas y bailaores de calidad que no son espa?oles. Ya ver¨¢ usted esta noche el nivel que tienen los guitarristas suizos, por ejemplo. De momento, el ¨²nico terreno que se mantiene sin competencia extranjera es el del cante".

Carmen Linares conoci¨® al intendente del Festival de Lucerna, Michael Haefliger, en uno de los Encuentros Mundiales de las Artes de Valencia. "Representaba el mundo musical cl¨¢sico, pero me agrad¨® la enorme admiraci¨®n que mostr¨® por el universo del flamenco. Yo creo que no debemos acomplejarnos por actuar en grandes auditorios y teatros de ¨®pera. Curiosamente, en el extranjero tenemos a veces un reconocimiento mayor que en nuestro pa¨ªs. Y con otro tipo de sensibilidad, desde luego. Ni mejor, ni peor: distinta".

En cuanto a la asunci¨®n por int¨¦rpretes flamencos de papeles tradicionalmente m¨¢s ligados al mundo cl¨¢sico, como las canciones populares de Falla, Carmen Linares se manifiesta sin rodeos: "Nuestra aportaci¨®n tiene sentido si es capaz de transmitir una pizca de emoci¨®n, unos contenidos con ra¨ªces. Yo no puedo cantar, por ejemplo, la Nana de Falla con la misma sensibilidad y encanto con que lo hac¨ªa la admirable soprano Victoria de los ?ngeles, pero, sin embargo puedo buscar otros ¨¢ngulos de aproximaci¨®n, resaltando m¨¢s el desgarro desde la propia voz o incidiendo en unos valores expresivos y dram¨¢ticos. Pero lo fundamental es que yo me emocione y logre transmitir al p¨²blico esa sensaci¨®n. De lo contrario, m¨¢s vale dejarlo".

Y lleg¨® el concierto. Escenario pr¨¢cticamente desnudo, con varias sillas distribuidas. El cuarteto Eos y el percusionista Ricardo Espinosa ofrecen, a modo de bienvenida, una composici¨®n del guitarrista Marcel Ege, en homenaje a Garc¨ªa Lorca. Se escucha respetuosamente con alg¨²n "ole" aislado al final. Carmen Linares aparece como una hero¨ªna tr¨¢gica, como una diosa humanizada y va desplegando la Canci¨®n del amor dolido o la del fuego fatuo, ambas de El amor brujo, de Falla, con hondura. Las bailaoras de Flamencos en Route -Sara Calero, Almudena Hern¨¢ndez, Mar¨ªa Mart¨ªn, Marta Roverato- se mueven con soltura aunque quiz¨¢ con un exceso de estilizaci¨®n. Los guitarristas est¨¢n estupendos. Va cautivando Carmen Linares al p¨²blico en cada nueva intervenci¨®n. En las Siete canciones populares espa?olas el idilio con la sala es total. Borda, a su manera, la Nana y el Polo. Tambi¨¦n la Seguidilla murciana o El pa?o moruno.

El espect¨¢culo est¨¢, en cualquier caso, m¨¢s conseguido en la segunda parte, con la Fantas¨ªa alrededor de las canciones antiguas de Garc¨ªa Lorca. Se crecen las bailaoras, de negro absoluto, y sacan destellos de temperamento. Espinosa se luce con la caja y el c¨¢ntaro. Y Carmen Linares provoca el escalofr¨ªo con la siguiriya, para terminar por lo m¨¢s alto con un Anda jaleo, que se ve obligada a repetir ante las aclamaciones y el pateo de conformidad. Fue una fiesta espa?ola, en toda regla, en el, como afirma reiteradamente la excelente fot¨®grafa estadounidense y mecenas de 84 a?os Betty Freeman, "mejor festival musical del mundo en la actualidad".