Padres rechazados por sus hijos
Jueces y psic¨®logos detectan en algunos menores el s¨ªndrome de la alienaci¨®n parental
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"Mam¨¢, no queremos verte". "Pap¨¢, d¨¦janos en paz y desaparece de nuestras vidas". Son frases que escuchan algunos padres de boca de sus hijos despu¨¦s de un divorcio o separaci¨®n conflictivos. Sin saber la raz¨®n, muchos padres y madres ven c¨®mo el fuerte v¨ªnculo que les un¨ªa a sus hijos va desapareciendo hasta llegar, en los casos m¨¢s graves, a la ruptura total.
El s¨ªndrome de la alienaci¨®n parental (SAP) fue diagnosticado por primera vez por el psiquiatra norteamericano Richard Gardner en 1985, y los psic¨®logos y jueces espa?oles est¨¢n empezando a observarlo en algunos ni?os tras la separaci¨®n de sus padres. Se puede definir como "un trastorno que se produce cuando un padre transforma la conciencia de sus hijos, mediante distintas estrategias, con objeto de impedir, obstaculizar o destruir sus v¨ªnculos con el otro progenitor", seg¨²n explica el psic¨®logo Jos¨¦ Manuel Aguilar, autor del primer libro publicado en Espa?a sobre este problema (El s¨ªndrome de alienaci¨®n parental, editorial Almazara, 2004).
S¨®lo en Madrid, el Defensor del Menor recibe 140 quejas al a?o sobre este problema
Un tribunal quit¨® la custodia a una madre por "manipular a su hija" contra el padre
El Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid recibi¨® el a?o pasado 140 quejas relacionadas con este s¨ªndrome. Jos¨¦ Antonio Luengo, psic¨®logo y secretario general de esta instituci¨®n, se?ala que "cada vez hay m¨¢s padres que inculcan en sus hijos odio hacia el otro progenitor: m¨¢s del 10% del total de las quejas que recibimos tiene que ver con esta cuesti¨®n".
?Qu¨¦ puede desencadenar que un padre o madre comience una campa?a sistem¨¢tica para desprestigiar al otro ante su hijo? Los motivos pueden ser m¨²ltiples: la lucha por la custodia tras la separaci¨®n, el reparto de bienes, el ¨¢nimo de venganza por una separaci¨®n no deseada, una nueva relaci¨®n de pareja, el nacimiento de unnuevo hijo.
Los jueces y psic¨®logos de los juzgados tambi¨¦n est¨¢n empezando a valorar la posible manipulaci¨®n de los ni?os tras una separaci¨®n. Un grupo de psic¨®logos de los Juzgados de Familia de Catalu?a asegura en un informe de 2004 que "el s¨ªndrome de alienaci¨®n parental se produce en un 10% de las familias atendidas". La Audiencia de Zaragoza quit¨® a una madre la custodia de su hija en 2004 por presentar "un trastorno de personalidad que le lleva a manipular a su hija para que sienta rechazo hacia la figura del padre, provocando con ello serias situaciones de estr¨¦s en la menor".
Mar V. G. est¨¢ viendo c¨®mo su hijo se va alejando de ella poco a poco desde que se separ¨® de su marido, que obtuvo la custodia del ni?o. A partir de ese momento empez¨® a rechazarla y a insultarla. "El ni?o se sab¨ªa todo el procedimiento de separaci¨®n, hablaba con lenguaje judicial y me dec¨ªa que yo no le cuidaba bien, que no quer¨ªa estar conmigo", afirma.
En algunos casos los menores tienen razones de peso para no querer relacionarse con su madre o padre, como la existencia de malos tratos o abusos. Por ello, los psic¨®logos coinciden en que resulta imprescindible, antes de diagnosticar este s¨ªndrome, descartar la existencia de motivos reales por los que un hijo rechaza a uno de sus progenitores. Si el ni?o es incapaz de dar razones o ¨¦stas son absurdas, es muy probable que haya alienaci¨®n parental. "Estos ni?os no pueden justificar por qu¨¦ odian a su madre o padre", afirma el psic¨®logo Jos¨¦ Manuel Aguilar. "Una ni?a, por ejemplo, me dec¨ªa que no quer¨ªa relacionarse con su padre porque le daba de comer cosas que no le gustaban".
Hay otros tres criterios importantes para detectar el s¨ªndrome, seg¨²n los psic¨®logos consultado
s. El primero es que, generalmente, son ni?os que utilizan palabras y expresiones impropias de su edad, que no han podido elaborar ellos solos. Aguilar cuenta que un ni?o de siete a?os le dijo, textualmente, que su padre "lo maltrataba psicol¨®gicamente de forma sistem¨¢tica", y una ni?a de cinco aseguraba que su padre "invad¨ªa su intimidad".
El segundo indicador es que estos menores suelen asegurar que recuerdan situaciones que no han presenciado o que pasaron cuando eran muy peque?os. Pedro G. L., padre separado, relata que su hija de nueve a?os le reprocha a menudo que "nunca, ni cuando naci¨®", se ha preocupado de ella ni la ha cuidado.
El tercer indicador es que el odio se extiende al entorno del padre o madre rechazado. Cuando hay razones reales para no querer ver a un progenitor, el menor normalmente quiere seguir relacion¨¢ndose con el resto de la familia. En los casos de alienaci¨®n parental, sin embargo, los ni?os rechazan a todo aquel que tenga algo que ver con el padre odiado: dejan de ver a los abuelos, t¨ªos y primos.
Los padres y madres rechazados se quejan de la poca formaci¨®n y sensibilidad de muchos jueces y psic¨®logos de juzgados. Mar V. G. se?ala que "la mayor¨ªa no son conscientes de que este s¨ªndrome existe, y supone un maltrato brutal hacia el ni?o, con grav¨ªsimas consecuencias para el desarrollo de su personalidad".
La soluci¨®n al problema depende de la fase que haya alcanzado el s¨ªndrome. Si el proceso est¨¢ comenzando pueden funcionar la mediaci¨®n o la terapia familiar. Jos¨¦ Antonio Luengo, secretario general del Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, asegura que esta instituci¨®n ha intervenido con ¨¦xito en varios casos mediando entre ambos padres. En las fases m¨¢s severas del trastorno, seg¨²n el psic¨®logo Jos¨¦ Manuel Aguilar, "lo ¨²nico que funciona es cambiar la custodia, impedir temporalmente el contacto entre el ni?o y el manipulador y obligar a ¨¦ste a acudir a terapia".
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