"Llegu¨¦ a pensar que el rechazo era culpa m¨ªa"

Hace cuatro meses que Manuel (nombre ficticio) no ve a sus hijos. Los padres de Manuel hace dos a?os que no ven a sus nietos. Se separ¨® de su mujer hace cinco a?os. Hasta ese momento, la relaci¨®n con sus hijos hab¨ªa sido buena y en un primer momento sigui¨® si¨¦ndolo despu¨¦s de la separaci¨®n. La madre se qued¨® con la custodia de los ni?os y ¨¦l los visitaba una tarde a la semana y los fines de semana alternos. "Cuando la madre se enter¨® de que ten¨ªa una nueva pareja, empezaron los problemas: los apunt¨® a clases de f¨²tbol la tarde entre semana que pasaban conmigo y los fines de semana no quer¨ªan venir a mi casa: lloraban y pataleaban, me llamaban mentiroso y ad¨²ltero".

Cuando pidi¨® que se cumplieran las visitas, el psic¨®logo del juzgado se?al¨® que la madre no hab¨ªa "asumido adecuadamente la separaci¨®n y la actual relaci¨®n sentimental" del padre, "pudiendo en ocasiones, con sus comentarios y actitudes favorecer un posicionamiento de los menores contra la nueva pareja del padre, lo que influye inevitablemente en la relaci¨®n que establecen con ¨¦ste". El juez determin¨® que las visitas se realizaran en un punto de encuentro familiar, servicio atendido por psic¨®logos y trabajadores sociales. "All¨ª los ve¨ªa media hora; al principio chillaban y dec¨ªan que no quer¨ªan verme. Al cabo de un rato se relajaban y est¨¢bamos muy bien, pero en la siguiente visita todo volv¨ªa a ser igual". Hace un a?o la madre se fue a vivir con los ni?os a otra ciudad. Desde entonces los ha visto s¨®lo cuatro veces, la ¨²ltima hace cuatro meses, a pesar de que el juez ha requerido a la madre para que cumpla con las visitas. "Mis hijos llevan mucho tiempo sin padre y los jueces no toman medidas. Me he sentido tan solo que durante alg¨²n tiempo llegu¨¦ a pensar que el rechazo era culpa m¨ªa".