La pandemia en el toreo

"El arte tiene valor porque nos saca de aqu¨ª". Eso lo dijo el poeta Fernando Pessoa. Ayer nos sacaron de aqu¨ª, y de quicio, los tres j¨®venes diestros. Es inadmisible que se dejaran escapar cuatro toros a los que debieron cortar las orejas. Les falt¨® a los tres torer¨ªa y pundonor. El que se llev¨® la gloria del deshonor fue Mat¨ªas Tejela. El primer toro que le correspondi¨® fue extraordinario. Lo debemos decir m¨¢s remarcado: un toro extraordinario. Llevaba el animal dentro de s¨ª un cortijo en cada pit¨®n. El toro embest¨ªa con codicia, con nobleza y bella cadencia de toro de bandera. El torero estuvo a muchos metros por debajo del toro. Fue tan bueno el toro que el p¨²blico le otorg¨® en el arrastre la mayor ovaci¨®n de la tarde. Con esa ovaci¨®n se estaba reprobando con creces la labor de Mat¨ªas Tejela. Le pas¨® algo parecido con su segundo toro, cuarto de la tarde. Tampoco hizo nada digno de menci¨®n. Lo realizado no pose¨ªa ni mando ni gracia; adem¨¢s se hinch¨® a dar trapazos y dej¨® en el aire fresco bilba¨ªno una antolog¨ªa de pases atr¨¢s. Todo ello lamentable.

Lo de Miguel ?ngel Perera tampoco es para enmarcarlo. Aparte de algunos derechazos templados y ligados, en su primero su labor estuvo por debajo del toro. A la mayor¨ªa de los muletazos les faltaba sentido. Su segundo toro embest¨ªa como aburrido, dando idas y venidas cansinas, por no decir mortecinas. No pod¨ªa hacer otra cosa el torero, es verdad, que llevar la muleta a un ritmo igualmente de cansino y mortecino.

Embarullado

Eduardo Gallo pech¨® con un toro que fue bueno en el caballo; pero luego se fue azorrando por momentos. Quer¨ªa mandarle al hule al torero, avis¨¢ndole con tres coladas perversas. Se le disculpa, obviamente. Sin embargo, tuvo un buen toro en el sexto y no dio un pase a derechas. Todo lo que hizo estaba gestado por la falta de calidad, todo embarullado y con no ocultas precauciones. Estuvo m¨¢s torero que ¨¦l su subalterno Mart¨ªn Blanco con dos pares trazados con exposici¨®n y bellezas toreras.

Es preocupante la pandemia de los pegapases que inundan la fiesta de los toros. Da igual que sean veteranos como j¨®venes. La pandemia est¨¢ siendo de las gordas. Ese truco est¨¢ lejos de la filosof¨ªa que comporta la frase de Ignacio S¨¢nchez Mej¨ªas: "El torero no tiene m¨¢s verdadera vida que la del peligro". Como puede verse, la pandemia y la verdadera vida del toreo no hacen buena boda.