Mil¨¤ sostiene que las medidas de emergencia garantizan que haya agua hasta la primavera
Las ¨²ltimas lluvias no han supuesto incremento alguno en las reservas de los pantanos
"Por mal que vayan las cosas, si hay que aplicar las medidas de emergencia que se aprobar¨¢n el 13 de septiembre, podremos llegar a la primavera". As¨ª lo asegura el consejero de Medio Ambiente, Salvador Mil¨¤ (ICV), que tiene ya preparado el decreto correspondiente. "Nos criticaron que tom¨¢ramos las primeras medidas de ahorro con los pantanos a la mitad; si hubi¨¦ramos esperado m¨¢s ahora estar¨ªamos casi sin reservas", asegura. Mil¨¤ afirma que en el futuro el ciudadano pagar¨¢ m¨¢s por el agua, pero a cambio la tendr¨¢ asegurada y ser¨¢ tan buena que no habr¨¢ que comprar garrafas.
La primera preocupaci¨®n del consejero de Medio Ambiente, responsable directo de garantizar el suministro de agua a la poblaci¨®n, es que los ciudadanos no bajen la guardia: "Estamos en una situaci¨®n excepcional por las vacaciones, pero no podemos dar a la gente la idea de que todo ha pasado y que se puede gastar agua alegremente", dice. En el Consell Executiu de ayer, Mil¨¤ explic¨® a sus compa?eros de gabinete el ahorro producido por tres medidas solapadas: 25 hect¨®metros c¨²bicos por la aplicaci¨®n de las restricciones implantadas en primavera; 12 hect¨®metros gracias al acuerdo con los regantes del Ter; 8 hect¨®metros tras la decisi¨®n de que el riego en el delta del Llobregat se haga con agua depurada. Total: 45 hect¨®metros c¨²bicos, lo que equivale a un mes y medio de consumo. No obstante, los pantanos siguen descendiendo. Eso s¨ª, antes de las medidas el descenso de las reservas era superior al hect¨®metro c¨²bico diario, ahora ha ca¨ªdo entre el 15% y el 20%.
En estos momentos el suministro al ¨¢rea metropolitana de Barcelona se hace, sobre todo, con agua del Ter y del Llobregat, pero a¨²n no se puede intercambiar completamente el agua. En el futuro se podr¨¢ y se jugar¨¢ con agua de otras procedencias, con lo que, asegura Mil¨¤, se garantizar¨¢ el suministro. "Dentro de poco tendremos un sistema integral de agua del Ter, el Llobregat, el Tordera y de las dos desaladoras [la de Tordera, ya en funcionamiento y que se ampliar¨¢, y la de Barcelona]. Con eso la garant¨ªa de suministro es del 100% en situaci¨®n extrema. Ahora estamos en el 80%. Con pocos c¨¦ntimos por cada 1.000 litros, daremos agua de primera calidad".
Al consejero no le arredra defender que hay que subir el precio del agua; a cambio, se compromete a dos cosas: que el agua que salga por el grifo sea buena y que el suministro est¨¦ garantizado.
"El reto es el agua del Llobregat, que es la que tiene peor gusto, la que da mala fama al agua de Barcelona. Esto se debe a las sales de Cardona y Sallent. Hemos tomado dos medidas, en parte sustitutorias del derogado plan hidrol¨®gico nacional. La primera es la reducci¨®n de salmueras en esa zona. Ahora estamos haciendo el proyecto y evitaremos que llegue tanta sal al r¨ªo. La segunda medida es la desaladora. Uniremos el agua que depure y la del r¨ªo. La de la desaladora no se puede suministrar pura, es demasiado pura y hay que mineralizarla. Con muy pocos c¨¦ntimos m¨¢s, por el precio de una garrafa les daremos 1.000 litros de agua estupenda. Algo que los ciudadanos de Barcelona casi han olvidado. Dentro de poco, el agua ser¨¢ buena. Barcelona podr¨¢ volver a beber agua del grifo ahorrando sin comprarla embotellada". Y se atreve a dar una fecha: "2007".
Pero Mil¨¤ comprende que ahora la preocupaci¨®n de la gente ni siquiera es el precio, sino la sequ¨ªa y sus consecuencias. Las ¨²ltimas lluvias, justifica Mil¨¤, no han sido de gran ayuda a efectos de almacenar agua en los pantanos.
Barcelona y su entorno, explica, se abastecen de dos r¨ªos: el Ter y el Llobregat. El primero se nutre de agua de nieve procedente de las cumbres pirenaicas. Agua almacenada en invierno y que llega a los pantanos con el deshielo. El Llobregat, en cambio, es un r¨ªo formado a partir de agua de lluvia. Esto hace que, por debajo de los pantanos, no se pueda almacenar el agua. "El pasado fin de semana llovi¨® mucho, pero hubo que parar la planta", explica Mil¨¤ se?alando la depuradora de Aguas Ter Llobregat, en Abrera. "El caudal era de unos 60 metros c¨²bicos por segundo, mientras que el de ahora es de entre cuatro y cinco". Pero la depuradora s¨®lo puede captar tres y en momentos de riada, los elementos s¨®lidos son tan potentes que a veces hay que pararla.El agua del Llobregat que entra en la depuradora tiene un color terroso. "Su aspecto es espectacular, como de barro, pero se puede convertir en potable y se hace", asegura Salvador Mil¨¤ justo sobre el cauce del r¨ªo y en la boca de las compuertas que dan a la depuradora. "La intenci¨®n es crear seudoembalses, la cuenca de Abrera", explica indicando la zona contigua al Llobregat. Estos lagos artificiales permitir¨ªan acumular un agua que ahora se escapa. Y a?ade: "Cuando prevemos la turbulencia en el agua llenamos los dep¨®sitos, por si estamos un tiempo sin poder trabajar". Los dep¨®sitos de Aguas Ter Llobregat (ATLL), combinados con los de Cardedeu, garantizan el suministro a Barcelona durante 48 horas. Almacenar m¨¢s ser¨ªa contraproducente.
La sequ¨ªa "nos pilla en la peor situaci¨®n", explica, "porque no hemos podido hacer las obras complementarias: nos falta la nueva conexi¨®n de Cardedeu, que evitar¨¢ las p¨¦rdidas actuales en la conducci¨®n, no est¨¢ la desaladora, hemos tenido que anticipar el tratamiento de terciario en el Bes¨°s que dar¨¢ un agua de gran calidad, mejor que la del r¨ªo, para riego".
Agua del Ebro
En plena sequ¨ªa no han faltado voces que recuerdan que el Gobierno del PP ten¨ªa un plan hidrol¨®gico y CiU defend¨ªa el trasvase del R¨®dano. Frente a lo primero, el consejero aduce: "En una situaci¨®n como ¨¦sta, no hubi¨¦ramos podido utilizar el agua del Ebro. El propio PHN preve¨ªa que no se podr¨ªa utilizar agua del Ebro con el caudal bajo, lo que hubiera hecho inviable usarla un a?o de cada cinco, es decir, cuando m¨¢s se necesitara, como ¨¦ste".
Para la segunda cr¨ªtica tambi¨¦n tiene respuesta: "El argumento f¨¢cil es decir: si no hay agua que la traigan. Las cosas no son as¨ª. Hay agua, pero hay que administrarla bien y con un modelo sostenible, y eso s¨®lo puede hacerse si se paga por lo que vale. Lo que no puede ser es que haya un elemento productivo como el agua fuera del mercado. Cuando un elemento carece de indicador de su valor acaba despreciado, y esto hace que en el agua embotellada se admita cualquier precio y se regatee un c¨¦ntimo en los 1.000 litros del grifo".
A Mil¨¤ le parece "sorprendente" que los catalanes paguen "el agua cuatro veces m¨¢s barata que Dinamarca y Noruega, que tienen agua suficiente". Y cuando dice que pagan cuatro veces m¨¢s tiene en cuenta la adecuaci¨®n del coste al nivel de ingresos de la poblaci¨®n. El futuro, por tanto, es que "el que ahora paga menos tendr¨¢ que pagar m¨¢s. Hay que internalizar costes. Ahora estamos en un 60%. En 2015, los costes tendr¨¢n que estar en el precio". De modo que habr¨¢ que subir los precios y donde se pague menos que en Barcelona, lo que ocurre en no pocas ciudades espa?olas, habr¨¢ que subir m¨¢s.
La Agencia Catalana del Agua (ACA), dependiente del Departamento de Medio Ambiente, trata de optimizar recursos. En los d¨ªas pasados ha utilizado agua del acu¨ªfero del Llobregat. "Los datos de la ACA muestran que ha descendido el nivel de los pozos, pero que ha aguantado bien", de modo que la combinaci¨®n hace que se mantengan un poco m¨¢s las reservas de los pantanos. "La combinaci¨®n es lo m¨¢s operativo", sigue explicando Mil¨¤: "En estos momentos, La Baells est¨¢ al 23% de su capacidad pero s¨®lo es utilizable el 3%, el resto no es tratable porque tiene muchos fangos".
Tipos de poblaci¨®n
El departamento tiene listo el plan de emergencia que fija la norma que tiene que aplicar "cada ¨¢mbito de suministro", es decir, el que hace llegar el agua a casa o a la industria. En unos casos es el municipio, en otros son empresas distribuidoras. Estos "¨¢mbitos" deben tener su propio plan que tenga en cuenta los consumos dom¨¦sticos medios y que haga propuestas sobre las necesidades una vez empiecen las restricciones de suministro.
"Ahora estamos suministrando 220 litros por habitante y d¨ªa de media, con las restricciones ser¨¢n menos. Cuando, por ejemplo, lleguemos a 180 litros, el suministro no ser¨¢ igual en una poblaci¨®n que sea residencial y compacta que en otra que sea extensiva y con industrias. Los consumos dom¨¦sticos en el segundo caso son superiores y si adem¨¢s tiene industria la admnistraci¨®n territorial tendr¨¢ que decidir cu¨¢nto les proporciona. Hay compa?¨ªas distribuidoras que tienen sus propios recursos, pozos, sobre todo. Y no est¨¢n en su peor ¨¦poca. Estas compa?¨ªas nos tienen que decir cu¨¢l es la situaci¨®n de esos pozos y relacionarlo con los consumos y las posibilidades de ahorro. El plan es territorial. Lo que har¨¢ la ACA es se?alar los m¨¢ximos y m¨ªnimos".
?Si alguien calcula mal puede quedarse sin agua? "S¨ª, pero ser¨¢ su responsabilidad. Porque el decreto prev¨¦ que se presenten planes razonados. No basta decir 'yo con 125 me conformo'. La mitad de las poblaciones ya lo han hecho y los dem¨¢s tendr¨¢n que hacerlo". No obstante, apunta, "en la regi¨®n metropolitana, con las redes interconectadas, no tiene que haber problemas si hacen bien los planes".
La gesti¨®n de los bosques es m¨¢s barata que los incendios
Salvador Mil¨¤ tiene que lidiar con la sequ¨ªa en un doble frente: la escasez de agua y los incendios. "No podemos dar por acabada la campa?a de incendios. Es posible o, como poco, probable, que en septiembre nos encontremos con una nueva oleada. En 15 d¨ªas, en cuanto suban las temperaturas y se reaviven los vientos, si no llueve, pueden producirse en cualquier momento".
Para evitarlo hay "que extremar las medidas y la vigilancia". Y a?ade: "El pa¨ªs tiene que decidir cu¨¢nto est¨¢ dispuesto a invertir en gesti¨®n y prevenci¨®n de bosques. Hablamos de una extensi¨®n que es el 60% del territorio".
El plan de pol¨ªtica forestal, que Mil¨¤ present¨® ayer al Consell Executiu, "es necesario porque la capacidad de generar recursos en las explotaciones forestales" no es general. "Excepto en determinados puntos del norte, la zona h¨²meda con alcornoques, en el resto las actividades para mantener el medio en condiciones m¨ªnimas de seguridad y eficacia no compensan". Osona, Selva, el Empord¨¤ tienen d¨¦ficit, pero sus bosques permiten la gesti¨®n y dan cierto rendimiento porque tiene ¨¢rboles de alguna calidad. De ah¨ª que muchas zonas tengan su propio plan de gesti¨®n".
En cambio, al sur del Llobregat, "el bosque es tan pobre que la riqueza a obtener es m¨ªnima. De ah¨ª que se hagan planes para aprovechamiento de biomasa y otros recursos. En cualquier caso, habr¨¢ que invertir dinero p¨²blico. Pero es que lo que se pierde en un incendio forestal o en los cuatro o cinco que ha habido es equivalente al gasto en gesti¨®n forestal".
Algo tan obvio no se ha hecho hasta ahora "porque siempre pasa lo mismo que, parad¨®jicamente, es m¨¢s f¨¢cil reaccionar a toro pasado ante la desgracia y hacer una aportaci¨®n extraordinaria, lo que permite ver el resultado, que un trabajo de hormiguita en el que los resultados no se ven".
"En Catalu?a", opina, "empiezan a notarse los resultados comparativamente, por ejemplo, con lo que est¨¢ pasando en Galicia, y respecto a a?os anteriores en la propia Catalu?a. Se han hecho cosas y se perciben los efectos de los planes de gesti¨®n, de los per¨ªmetros de protecci¨®n, de extremar la vigilancia".
"Cualquiera de los ¨²ltimos incendios hubiera podido quemar miles de hect¨¢reas. Una parte de que no haya sido as¨ª se debe, evidentemente, a la existencia de un accidente natural, pero tambi¨¦n a la acci¨®n r¨¢pida, a los cortafuegos y de planes de actuaci¨®n. Nunca sabremos exactamente lo que hubiera pasado pero al final las estad¨ªsticas muestran los efectos de la prevenci¨®n".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.