Reconstruyendo Sant Cosme

Sant Cosme es el primer barrio que el viajero encuentra al aterrizar en el aeropuerto de Barcelona, en El Prat de Llobregat. Sin embargo, es m¨¢s conocido como una zona de conflicto social, con una importante influencia de la delincuencia y el tr¨¢fico de drogas, la inestabilidad laboral y la consiguiente desestructura-ci¨®n de las familias. El Ayuntamiento lucha desde hace a?os para erradicar esta imagen del barrio.

Los problemas empezaron ya en el momento de su creaci¨®n. Situado al sureste del n¨²cleo urbano de El Prat, naci¨® de la mano de la Obra Sindical del Hogar en los a?os sesenta en una zona alejada del casco urbano. La r¨¢pida degradaci¨®n de las viviendas, muy precarias y mal construidas, ha obligado a la Administraci¨®n a sustituirlas. El proceso se ha prolongado durante 26 a?os y ha finalizado en ¨¦ste.

El r¨¦gimen franquista construy¨® Sant Cosme en terrenos agr¨ªcolas y aislados

Sant Cosme ha recibido ayudas de la Ley de Barrios que la Generalitat ha concedido en su segunda convocatoria. Concluida la reconstrucci¨®n f¨ªsica del barrio, un nuevo paquete de medidas elaboradas por el Ayuntamiento tienen la misi¨®n de influir directamente en la mejora de la calidad de vida de sus residentes. El absentismo escolar, uno de los m¨¢s altos en Catalu?a -supera el 50% y llega en algunos casos al 80%, seg¨²n fuentes sindicales- es una muestra de la falta de estabilidad que impera en muchas familias.

De los 12,9 millones de euros que supone el proyecto, la Generalitat aportar¨¢ 5,9 millones. "Ya hemos acabado la reforma integral del barrio, ahora estamos trabajando para reforzar la cohesi¨®n social y la relaci¨®n urbana y territorial de Sant Cosme con el resto de la ciudad", dice el alcalde, Llu¨ªs Tejedor.

El barrio suma 50 hect¨¢reas que permanecen sin ning¨²n tipo de conexi¨®n en sus extremos: a un lado hay industria pesada y en el resto, descampados. El acercamiento de Sant Cosme hacia El Prat quiere lograrse mediante la urbanizaci¨®n del sector Prat Sud, que servir¨¢ de uni¨®n con el casco urbano. Al oeste se construir¨¢ la Ciudad Aeroportuaria, con oficinas, tres hoteles, salas de convenciones y servicios. M¨¢s al sur se ubicar¨¢ la Universidad de Log¨ªstica. El alcalde conf¨ªa en "un importante progreso socioecon¨®mico".

En primer lugar se animar¨¢ a los vecinos a instalar comercios y negocios en el barrio a trav¨¦s de un programa de promoci¨®n. "Se debe convencer a los ciudadanos de sus propias potencialidades", explica el primer teniente de alcalde y concejal de Urbanismo, Sergi Alegre. Para demostrar su confianza en Sant Cosme, el Ayuntamiento empezar¨¢ el despliegue de la red de acceso a Internet sin cable en este barrio.

Al mismo tiempo, intentar¨¢ potenciar las relaciones entre las comunidades de vecinos para que de forma conjunta trabajen desde dentro en la superaci¨®n de los propios problemas. "Que los vecinos sean los protagonistas del barrio", resume Alegre. El primer teniente de alcalde explica que entre la comunidad de Sant Cosme hay la creencia "de que el barrio ir¨¢ a peor con la extensi¨®n de ciertos comportamientos". La delincuencia y la actividad de compra venta de drogas, establecida en un sector "muy localizado", subraya el Ayuntamiento, mantiene al resto acongojado. Sin embargo, la Administraci¨®n local se muestra convencida de que las acciones previstas "normalizar¨¢n" la situaci¨®n desplazando las actitudes conflictivas.

Otra acci¨®n es la conversi¨®n de la calle del Riu Llobregat en una v¨ªa c¨ªvica. El aislado barrio de Sant Cosme pasar¨¢ a ser, adem¨¢s, lugar de referencia en el municipio gracias a la ubicaci¨®n de servicios b¨¢sicos para toda la poblaci¨®n. Acoger¨¢ los nuevos juzgados de El Prat, que empezar¨¢n a construirse en el pr¨®ximo mes de septiembre. A finales de a?o se edificar¨¢ la comisar¨ªa de los Mossos d'Esquadra, con 160 agentes. En octubre tambi¨¦n se iniciar¨¢n las obras de la sede de la Fundaci¨® Catalana de l'Esplai. Las instalaciones contar¨¢n con oficinas, un albergue para 200 personas y una piscina. El Ayuntamiento considera que esta iniciativa privada es fundamental para activar Sant Cosme, con la ventaja de que se podr¨¢ acceder con el metro: el barrio contar¨¢ con una estaci¨®n de la l¨ªnea 9. Adem¨¢s de contribuir al impulso del barrio, estos equipamientos supondr¨¢n la circulaci¨®n de personas externas al barrio, que podr¨¢ abandonar definitivamente la condici¨®n de gueto que ha ido arrastrando durante a?os.

El r¨¦gimen franquista construy¨® Sant Cosme en terrenos agr¨ªcolas aislados para albergar a los inmigrantes que hab¨ªan llegado a Barcelona desde diversos puntos de Espa?a. Se instalaron las personas que viv¨ªan en zonas de barracas del Camp de la Bota y de Montju?c, que se desmantelaron. Primero se levantaron de la nada 1.500 viviendas y, a mediados de los a?os setenta, 801 m¨¢s. Los edificios se degradaron a pasos agigantados, con la aparici¨®n de innumerables grietas debido a la falta de unos cimientos firmes. "Los vecinos llegaban ilusionados por la posibilidad de tener vivienda nueva y en seguida se decepcionaban por las malas condiciones" con las que se encontraban, comenta el historiador local Felip-Neri Gordi, tambi¨¦n portavoz del grupo municipal de CiU en el Ayuntamiento.

A ra¨ªz de la fuerte reivindicaci¨®n vecinal, se inici¨® en 1979 la reforma del barrio, tan s¨®lo dos a?os despu¨¦s de la entrega de las llaves de las ¨²ltimas viviendas. Supuso el derrumbe de 2.208 pisos que se sustituyeron uno por uno, en una reconstrucci¨®n ¨ªntegra de Sant Cosme pionera por su dimensi¨®n en todo el Estado. En el mes de junio de 2005 finaliz¨® la construcci¨®n de 2.500 nuevas viviendas para reubicar a los residentes del barrio. Se trata de una inversi¨®n multimillonaria -sobre unos 180 millones de euros, 30.000 millones de pesetas- a la que han tenido que hacer frente el Ministerio de la Vivienda y la Generalitat. Acabada la reconstrucci¨®n, el 12 de julio se llev¨® a cabo el acto de colocaci¨®n de la primera piedra de 205 pisos de protecci¨®n oficial del Instituto Catal¨¢n del Suelo (Incasol), la primera promoci¨®n del barrio que, en vez de sustituir a una parte vieja, se dirige a vecinos de todo El Prat. La llegada de poblaci¨®n de fuera del barrio se contempla como una nueva oportunidad para esta zona castigada.