Encanto cl¨¢sico

El motor es del tipo Twin, el m¨¢s caracter¨ªstico de Triumph: un bicil¨ªndrico paralelo transversal de 865cc. Tiene cuatro v¨¢lvulas por cilindro, refrigeraci¨®n por aire y dos carburadores de depresi¨®n. Y rinde 60 CV a 6.500 revoluciones con un excelente par (fuerza de empuje) de 6,9 kgm a s¨®lo 3.500 vueltas que se aprecia en una respuesta en¨¦rgica y constante desde muy bajo r¨¦gimen. El cambio de cinco marchas incluye un enorme embrague mutidisco de funcionamiento impecable y transmisi¨®n por cadena. El motor es voluminoso, como los de los a?os cincuenta, con los cilindros muy verticales y unos largos escapes cromados con el silencioso en forma de puro. Pero utiliza unos materiales y una t¨¦cnica de construcci¨®n modernos y ofrece un funcionamiento irreprochable. El chasis es un tubular de doble cuna de acero con un basculante del mismo material al que van anclados dos amortiguadores regulables en la precarga del muelle. La suspensi¨®n delantera incluye una horquilla telesc¨®pica convencional y monta frenos de disco, dos delante de 310 mil¨ªmetros y uno atr¨¢s de 285

La Speedmaster tiene encanto y transmite las sensaciones nost¨¢lgicas de las motos cl¨¢sicas con la fiabilidad y calidad de las actuales. Las vibraciones de los motores Twin ingleses apenas se notan y da gusto oirla al ralent¨ª: suena bien y tiene un tacto moderno. La postura es muy americana, con la espalda apoyada y las piernas y brazos estirados y adelantados, pero no resulta c¨®moda para los europeos, que prefieren ir m¨¢s recogidos. El conjunto embrague, cambio y acelerador funciona a la perfecci¨®n y el motor responde desde 1.500 vueltas. Esta elasticidad y su altura contenida ayudan a callejear, pero en ciudad s¨®lo aprueba: es muy larga y pesada (250 kilos). Y es en carreteras de segundo orden donde luce m¨¢s sus virtudes, al menos con asfaltos en buen estado: la suspensi¨®n trasera tiene poco recorrido y hace tope en los baches. Pero acelera bien al salir de las curvas y la estabilidad es correcta para una custom: puede rozar el piso con los escapes. Los frenos sin asistencia cumplen y s¨®lo exigen dosificar la presi¨®n.