El ba?o est¨¢ ocupado
La diarrea del viajero puede afectar a los que se desplazan a destinos ex¨®ticos. Para evitar el riesgo de deshidrataci¨®n que conlleva se deben observar algunas medidas preventivas.
?sta es la cl¨¢sica enfermedad que afecta a personas que viajan a otras regiones, especialmente de pa¨ªses en desarrollo, y que puede transformar un maravilloso viaje a una zona ex¨®tica en una pesadilla. Existe una gran variedad de bacterias, virus y toxinas alimentarias que pueden producirla. La causa suele ser el suministro de agua contaminada, debido a sistemas de alcantarillado deficientes, o por preparaci¨®n y manejo inadecuado de los alimentos. Sin embargo, los habitantes de esa regi¨®n, a pesar de consumir la misma agua, no presentan s¨ªntomas porque han desarrollado un cierto grado de inmunidad. El cuadro diarreico suele ser leve en los adultos, pero en los ni?os y en los ancianos puede llevar a una deshidrataci¨®n.
Se puede disminuir el riesgo de desarrollar la diarrea del viajero evitando el consumo de agua y alimentos contaminados, y siguiendo algunas normas. El objetivo de la dieta para la diarrea del viajero es disminuir la aparici¨®n de la enfermedad mediante medidas preventivas y, en caso de que se presente, prevenir la deshidrataci¨®n grave.
Si una persona presenta diarrea, hay que asegurarse de que beba suficientes l¨ªquidos, como zumos o bebidas suaves, en peque?os sorbos pero muy frecuentemente, dado que las peque?as cantidades disminuyen la probabilidad de v¨®mitos. La cuant¨ªa se puede estimar, adem¨¢s de por la sensaci¨®n de sed, ingiriendo una taza de l¨ªquido por cada deposici¨®n blanda. En casos graves, cuando no se pueden sustituir las p¨¦rdidas de l¨ªquidos, como, por ejemplo, en caso de v¨®mitos importantes, se puede producir un cuadro de deshidrataci¨®n. Adem¨¢s de sed intensa, se produce una disminuci¨®n del volumen de orina, ojos hundidos, debilidad extrema, mareos? Se recomienda en estos casos el consumo de soluciones de rehidrataci¨®n oral que contienen sales (principalmente sodio, potasio y cloruro) con peque?as cantidades de glucosa (un tipo de az¨²car), que reemplazan los minerales y l¨ªquidos perdidos. Si no se dispone de l¨ªquidos rehidratantes, se puede preparar una soluci¨®n casera de la siguiente forma: 1 litro de agua, 1 cucharadita rasa peque?a de sal, 2 cucharadas rasas peque?as de az¨²car o polvo de arroz, el zumo de 2 limones, y 1/2 cucharada rasa peque?a de bicarbonato. Se debe buscar ayuda m¨¦dica inmediata si hay signos de deshidrataci¨®n grave o si se presentan fiebre o heces sanguinolentas.
Pilar Riob¨® es jefa asociada de endocrinolog¨ªa y nutrici¨®n de la Fundaci¨®n Jim¨¦nez D¨ªaz.
Para prevenir
No usar agua de grifo para beber ni para lavarse los dientes.
Si es necesario, usar agua hervida (durante cinco o diez minutos).
Las bebidas calientes (infusiones) son, por lo general, seguras.
Evitar zumos de fruta caseros, ya que pueden contener agua del grifo.
No consumir fruta sin pelar ni vegetales, carne y pescado crudos.
Consumir la comida caliente (el calor mata los g¨¦rmenes) y reci¨¦n preparada (si se deja enfriar, se puede contaminar de nuevo).
Lavarse las manos con frecuencia.
Comprobar la limpieza de platos, vasos y cubiertos antes de usarlos.
No comprar alimentos a vendedores callejeros.
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