M¨²sicos y escritores siguen activos contra George W. Bush

Son dos proyectos para recaudar dinero y mantener la esperanza para las elecciones de 2008. Con la victoria de George W. Bush en las ¨²ltimas elecciones presidenciales, el rock estadounidense aprendi¨® algunas duras lecciones. Primera y esencial, los l¨ªmites de su influencia: su apoyo al candidato dem¨®crata no pudo contrarrestar el voto del miedo o el impulsado por la moral conservadora.

Segunda: que su activismo no era gratuito; el personaje m¨¢s visible del contingente anti-Bush, Bruce Springsteen, descubri¨® que parte de su p¨²blico es pol¨ªticamente derechista y que no olvidar¨¢ f¨¢cilmente su campa?a.

Tercera: que no basta con predicar disidencia cada cuatro a?os si enfrente est¨¢n los grandes medios, sintonizados con el presidente o acobardados ante el poder de la Casa Blanca.

Para el n¨²cleo duro de la oposici¨®n a Bush, urge rearmar ideol¨®gicamente a los desencantados y mantener operativas las organizaciones que luchan en el frente ecol¨®gico, defienden el sueldo m¨ªnimo o ayudan a los sin techo. Una de las ¨²ltimas iniciativas es The future dictionary of America, un libro de tono liviano que ofrece definiciones de mil palabras o conceptos nuevos.

As¨ª, blowkay es un adjetivo aplicable a la actitud (positiva) de muchos votantes ante candidatos que, aunque asediados al descubrirse sus pecadillos sexuales, mantienen una l¨ªnea de desconfianza ante las aventuras militares de Washington. Entre los casi 200 autores, est¨¢n Paul Auster, Michael Chabon, Jonathan Franzen, Joyce Carol Oates o Kurt Vonnegut.

El tomo lleva un disco -que se puede adquirir por separado- que, de alguna manera, complementa el mensaje. Future soundtrack for America contiene 22 grabaciones in¨¦ditas de David Byrne, REM, Tom Waits y otros m¨²sicos m¨¢s j¨®venes. Muchas de las canciones articulan un sentimiento m¨¢s o menos nebuloso de descontento pero tambi¨¦n hay ataques directos a ultraderechistas (Jerry Falwell destroz¨® la Tierra, de Ben Kweller), la resurrecci¨®n de una s¨¢tira pol¨ªtica del siglo XIX (Tippecanoe and Tyler too, de They Might Be Giants) o la actualizaci¨®n de un tema de la ¨¦poca de Vietnam (Sam Stone, de Laura Cantrell). Lo m¨¢s conmovedor est¨¢ al final: "Una realidad distorsionada es ahora una necesidad para ser libre", de Elliott Smith, cantautor atormentado que se suicid¨® no hace mucho.

A diferencia de colecciones anteriores, como Rock against Bush, de sonido punk, en el proyecto Future soundtrack for America domina la est¨¦tica indie, con grupos como The Flaming Lips, Clem Snide, Nada Surf o Fountains of Wayne. Los beneficios, tanto del disco como del libro, se repartir¨¢n entre organizaciones que van desde el venerable Sierra Club a la reciente League of Pissed Off Voters (literalmente, la Liga de Votantes Cabreados).