Por un amplio consenso

El debate abierto entre regantes y agricultores de la Comunidad Valenciana, en relaci¨®n con el punto de toma desde donde ser¨ªa id¨®neo transferir el agua sobrante del J¨²car hacia el Vinalop¨®, y que se est¨¢ ampliando a un an¨¢lisis global de la situaci¨®n h¨ªdrica valenciana desde la ¨®ptica del sector agrario, ha roto con la artificial y demag¨®gica guerra del agua que el Consell ha venido promoviendo, abriendo un nuevo escenario en el que los argumentos se imponen a las consignas y el di¨¢logo pretende sustituir a la confrontaci¨®n. Los agricultores han asumido el protagonismo que les corresponde y se han implicado activamente en el dise?o de la pol¨ªtica del agua y la planificaci¨®n hidrol¨®gica que les afecta. El proceso en el que est¨¢n inmersos no est¨¢ exento de dificultades, como es l¨®gico cuando se trata de acercar posturas inicialmente enfrentadas. La posibilidad de que se acabe fraguando un consenso que ayudar¨ªa a alcanzar la Paz del Agua que tanto reclama y necesita la sociedad valenciana, merece que les apoyemos en su labor.

El punto de la toma no es el problema, sino la forma de subsanar la falta de agua del J¨²car

Desde el PSPV estamos escuchando con gran inter¨¦s los argumentos que unos y otros plantean. Sin embargo, tanto el Consell como los dirigentes del PP valenciano se empe?an en deslegitimar este debate y confundir a la opini¨®n p¨²blica manifestando que los socialistas hemos roto el consenso que concit¨®, en su d¨ªa, el trasvase J¨²car-Vinalop¨®, reabriendo un problema que ya estaba en v¨ªas de soluci¨®n. Su objetivo no es otro que convertir una situaci¨®n que les desborda en una mera confrontaci¨®n entre partidos. Con ello no solo desprecian el derecho de los afectados a opinar, sino que pretenden ocultar que son directamente responsables de la situaci¨®n que se ha creado. Porque el punto de toma no es el problema del trasvase, sino que el cambio de toma se plantea como una forma de subsanar la falta de agua sobrante en el J¨²car.

Como saben muy bien todos los implicados, la modernizaci¨®n de los regad¨ªos del J¨²car era lo que deb¨ªa proporcionar los sobrantes para el Vinalop¨®. La Generalitat Valenciana se comprometi¨® a realizar esa modernizaci¨®n, pero su desidia ha provocado la escasez que ahora se intenta paliar. El PP y quienes le apoyan de forma incondicional, como el presidente de la Junta de usuarios del J¨²car-Vinalop¨®, Andr¨¦s Mart¨ªnez, exigen que se ejecute el proyecto tal como fue dise?ado, lo que no solo afecta al trazado sino tambi¨¦n a la transferencia de 80 hect¨®metros c¨²bicos. No quieren reconocer que, cuando el Banco Europeo de Inversiones (BEI) concedi¨® la subvenci¨®n para construir el trasvase, ya advirti¨® de que, de los datos que le hab¨ªa proporcionado el Gobierno espa?ol, se infer¨ªa que solo ser¨ªa posible trasvasar un m¨¢ximo de 50 hect¨®metros c¨²bicos. Y eso que se les transmiti¨® una informaci¨®n deliberadamente sesgada. En un art¨ªculo publicado en EL PA?S, Andr¨¦s Mart¨ªnez intentaba minimizar el hecho de que, en los estudios realizados para el trasvase, los an¨¢lisis de caudales llegaban hasta 2001 pero los de excedentes acababan en 1985. Lo que no dec¨ªa es que en ese periodo se constata el gradual descenso de caudal en el r¨ªo y la permanente inexistencia de excedentes. Estos datos fueron ocultados a los regantes cuando se les pidi¨® su apoyo al proyecto y tambi¨¦n al BEI cuando se solicit¨® la subvenci¨®n. Un hecho que no puede ser banalizado, ya que estamos ante una obra proyectada para el futuro, que no puede basarse en pautas hidrol¨®gicas de un pasado remoto. Los ¨²ltimos 25 a?os no son una excepci¨®n, sino que manifiestan el cambio clim¨¢tico que se est¨¢ instalando en todo el mundo y que en nuestro territorio implica una disminuci¨®n global de precipitaciones y una gradual elevaci¨®n de la temperatura media.

Ante esa realidad, que ya es indiscutible, no cabe cerrar los ojos, sino adoptar medidas. Liberar agua a trav¨¦s del ahorro resultante de la modernizaci¨®n de los regad¨ªos era una de ellas, pero la Generalitat Valenciana ha preferido no hacerlo. En este escenario, no resulta descabellado, sino todo lo contrario, evaluar la situaci¨®n desde la verdad que ahora conocemos.

Comprendo a aqu¨¦llos que, de buena fe, intentan compensar con su firmeza lo que pueden interpretar como una indecisi¨®n o falta de voluntad del Gobierno en ejecutar el trasvase. Es l¨®gico que les preocupe que pueda ser verdad lo que afirma el PP de que cualquier modificaci¨®n del trazado oculta la intenci¨®n de derogarlo. Andr¨¦s Mart¨ªnez tambi¨¦n ayudaba a sembrar esa duda en su art¨ªculo. Incluso, para hacer m¨¢s reprobable la posibilidad de reconsiderar el trazado, llegaba a atribuir al proyecto un exagerado nivel de ejecuci¨®n, cercano al 50%, cuando la realidad es que est¨¢ en el entorno del 40%. No contento con eso, tres p¨¢rrafos m¨¢s adelante afirmaba que el trasvase ya se ha ejecutado en m¨¢s de un 50%. Si la longitud del art¨ªculo hubiera sido mayor, seguramente nos hubi¨¦ramos encontrado con que la infraestructura ya estaba terminada. Pero, al margen de posturas tan tendenciosas como ¨¦sta, la realidad es que la conducci¨®n J¨²car-Vinalop¨® es, ahora m¨¢s que nunca, un proyecto incuestionable. Y lo es porque los regantes del J¨²car, a pesar de la inexistencia de sobrantes, no se oponen al trasvase, sino que s¨®lo plantean que la conducci¨®n se inicie en un lugar del que creen se podr¨ªa extraer m¨¢s agua sin afectar a su cuenca. En consecuencia, la solidaridad que sustent¨® este trasvase contin¨²a intacta y, en cuanto a la intenci¨®n del Gobierno de realizarlo, la propia ministra lo ha reiterado en diversas ocasiones.

Por nuestra parte, los socialistas valencianos consideramos que esta infraestructura es irrenunciable, pero tambi¨¦n queremos que sea eficaz, que sirva para llevar a Alicante el agua que necesita. Y el proyecto actual presenta importantes sombras que es necesario aclarar para garantizar que la obra cumpla la funci¨®n para la que fue dise?ada. Entiendo que pueda resultar desconcertante para muchos ciudadanos que sea ahora, con las obras ya en marcha, cuando se planteen cuestiones que debieron estar resueltas hace tiempo. Pero de eso s¨®lo el PP, que ocult¨® datos antes e incumpli¨® sus compromisos despu¨¦s, es el responsable.

Si, finalmente, se decidiera tomar el agua en el Azud de la Marquesa es cierto que ¨¦sta, con la calidad actual, deber¨ªa destinarse ¨²nicamente a uso agrario. Sin embargo, esto desvincular¨ªa a los agricultores del Vinalop¨® de su actual subordinaci¨®n respecto del uso urbano, ya que el convenio actual de los usuarios del J¨²car-Vinalop¨® concede a los regad¨ªos ¨²nicamente lo que sobre de los sobrantes que se transfieran, un volumen de agua infinitamente menor del que podr¨ªan disponer con una infraestructura para su uso exclusivo. En consecuencia, entiendo que lo realmente importante para los agricultores del Vinalop¨® es que puedan asumir el precio final del agua. Esa es la cuesti¨®n que los socialistas valencianos hemos trasladado al Gobierno, que comprende nuestra exigencia y ha mostrado su disposici¨®n a encontrar una soluci¨®n adecuada. En cuanto al abastecimiento urbano, que no podr¨ªa ser cubierto por el trasvase desde el Azud de la Marquesa, el suministro de los municipios de la costa puede garantizarse a trav¨¦s de la desalaci¨®n, m¨¦todo al que no afecta la climatolog¨ªa y que ofrece una alta calidad de agua. De esta forma, al sustituir los acu¨ªferos del Vinalop¨®, de los que ahora se suministra la costa, por el agua desalada, aqu¨¦llos dejar¨¢n de estar sobreexplotados y podr¨¢n cubrir las necesidades de los municipios del interior.

En consecuencia, cualquiera que sea el trazado que finalmente se decida, por lo que todos deber¨ªamos insistir es en que la Comunidad Valenciana debe tener el mejor trasvase J¨²car-Vinalop¨® posible, que ser¨¢ aqu¨¦l que concite el m¨¢ximo consenso y contribuya, de la forma m¨¢s eficaz, a solucionar definitivamente el d¨¦ficit h¨ªdrico de la provincia de Alicante. Desde la verdad y para el futuro.

Francesc Signes es Secretario de Medio Ambiente, Agua y Agricultura del PSPV