Domino Harvey, de modelo a cazadora de recompensas

De ni?a arrancaba el pelo a sus mu?ecas y les cortaba la cabeza. De adolescente debut¨® en la pasarela y estudi¨® interpretaci¨®n. Con 23 a?os se ganaba la vida como cazadora de recompensas. La trayectoria de Domino Harvey fue tan dram¨¢tica como su prematura muerte, el pasado 27 de junio. Un familiar se la encontr¨® inconsciente en la ba?era de su piso de Los ?ngeles. Ten¨ªa 35 a?os. "Era una persona ¨²nica, distinta. Era muy inteligente y muy guapa, pero escond¨ªa todos sus buenos atributos bajo una fachada de t¨ªa dura. Se hab¨ªa rapado la cabeza, vest¨ªa ropas de combate y ten¨ªa un enorme perro pit bull", apunta el actor Mickey Rourke.

Ambos se conocieron meses atr¨¢s a ra¨ªz, casualmente, del filme que Tony Scott estaba rodando en Hollywood sobre tal extraordinaria vida. Titulada Domino, y con la actriz brit¨¢nica Kiera Knightley en el papel protagonista, la pel¨ªcula se estrena en oto?o en Estados Unidos y en Espa?a en invierno. Rourke interpreta a un colega de la cazadora de recompensas, Al Mart¨ªnez, quien coment¨® en una ocasi¨®n que "Domino es una de los mejores en el negocio. Es un trabajo duro y pocas mujeres dan la talla".

Domino dio bandazos por la vida. Su padre era un c¨¦lebre actor brit¨¢nico, Laurence Harvey, que recogi¨® un Oscar por Un lugar en la cumbre, y su madre, Pauline Stone, pos¨® como modelo de Vogue. Ella naci¨® en Belgravia, uno de los barrios m¨¢s distinguidos de Londres, y, con tres a?os, se qued¨® hu¨¦rfana de padre. Poco despu¨¦s su madre se mud¨® a Estados Unidos dejando a la peque?a en Inglaterra. La expulsaron de unos seis internados privados. "Con 10 a?os ya estaba peg¨¢ndome con chicos. Era una l¨ªder natural y una busca l¨ªos", sol¨ªa contar.

Al terminar la secundaria prob¨® fortuna como modelo, un oficio que, seg¨²n dijo, le hizo "infeliz" porque se sent¨ªa "manipulada". Tambi¨¦n sol¨ªa pinchar m¨²sica en locales de Londres y lleg¨® a montar un puesto de camisetas en un mercadillo. Con 19 a?os emigr¨® a Estados Unidos, donde trabaj¨® en un rancho y, despu¨¦s, con los bomberos de la ciudad de San Diego. M¨¢s tarde se hizo cazadora de recompensas y, arma en mano, sal¨ªa a la caza de fugitivos de la justicia. Disfrutaba con los subidones de adrenalina pero tambi¨¦n le tentaban las drogas. En 1997, vendi¨® los derechos cinematogr¨¢ficos de su experiencia e ingres¨® en una cl¨ªnica para combatir su adicci¨®n. El FBI segu¨ªa sus pasos por narcotr¨¢fico y, al morir, estaba bajo arresto domiciliario. "Domino nunca dej¨® de sorprenderme o inspirarme. Era un esp¨ªritu libre como ning¨²n otro que he conocido", se?ala Scott en tributo de la mujer en la que basa su nueva pel¨ªcula.-