Un tipo corriente
"S¨®lo soy un chico m¨¢s de 19 a?os", sostiene Nadal
?Sorprende? S¨ª. En un contexto competitivo y sofisticado como el del tenis, Rafael Nadal, de 19 a?os, parece una rara avis. Todo lo que hace se sale de los c¨¢nones habituales y, por tanto, se convierte en algo anormal. Sin embargo, lo que m¨¢s impresiona y gusta del mallorqu¨ªn es precisamente su normalidad. Es el n¨²mero dos del mundo; ha ganado ya su primer t¨ªtulo del Grand Slam, en Roland Garros; es, junto al suizo Roger Federer, quien m¨¢s torneos ha conquistado esta temporada, nueve, y es tambi¨¦n la revelaci¨®n incuestionable. Pero sigue mostr¨¢ndose tal como es, con una humildad y una sinceridad que impactan y seducen.
En la pista no enga?a a nadie. Sabe cu¨¢les son sus armas y se lanza como un poseso a sacar el m¨¢ximo rendimiento de s¨ª mismo. Puede jugar bien o mal, como en su primer partido del Open de Estados Unidos, el pasado lunes, frente a Bobby Reynolds, pero su nivel de entrega no va a descender por ello. Ahora ya prepara su partido contra el invitado Scoville Jenkins (352? del mundo), con quien jugar¨¢ ma?ana. ?Excesivo? "No", responde Federer, el n¨²mero uno,que se ha confesado admirador de su juego; "lo que ¨¦l aporta, su manera de pegar a la bola, su esp¨ªritu de lucha, su forma de jugar al tenis..., es algo que yo he visto muy pocas veces. En realidad, s¨®lo a ¨¦l".
Pero fuera de la pista es cuando m¨¢s sobresale la personalidad de Nadal. All¨ª tampoco enga?a a nadie. Cuando responde que lo que m¨¢s le divertir¨ªa de Nueva York en los pr¨®ximos d¨ªas ser¨ªa "mejorar", no miente. En esta etapa, no le importa toda la oferta cultural o l¨²dica de la ciudad de los rascacielos. Lo ¨²nico que le preocupa ahora es su juego. "Si mejoro", respondi¨® a una pregunta de un periodista estadounidense, "ser¨¦ muy feliz en". Cuando asegura que su cadencia de trabajo en el gimnasio es de "una vez cada... tres semanas", tampoco enga?a. Y, al comentar jocosamente que el mayor trabajo t¨¦cnico que ha realizado en Mallorca durante las semanas previas al Open ha sido mejorar su golpe con el drive... en el campo de golf, uno acaba tambi¨¦n por cre¨¦rselo. "Estoy teniendo problemas con el drive. He perdido el swing", dice con una sonrisa que, sin duda, enternece.
Lo m¨¢s sorprendente en Nadal es que, a pesar de toda la explosi¨®n publicitaria y econ¨®mica que se est¨¢ produciendo a su alrededor, es capaz de mantenerse impoluto, limpio, inamovible en sus propias creencias y en su forma de ser. Tambi¨¦n ah¨ª rompe moldes. Muchos jugadores y deportistas de la ¨¦lite se llenan la boca afirmando que no han cambiado cuando el ¨¦xito se les ha subido ya a la cabeza. Pero al manacor¨ª se le cree con los ojos cerrados cuando afirma: "Pienso que no he cambiado en nada. S¨®lo, en mi ranking. Todo lo que est¨¢ ocurriendo con mi carrera profesional no me ha afectado ni para bien ni para mal. Estoy contento de ser el mismo de siempre".
"?Y c¨®mo ha conseguido abstraerse de todo eso y no sucumbir a las tentaciones de la fama?", se le pregunt¨®. "En casa me han dado una buena educaci¨®n en este sentido", respondi¨® con firmeza, como si fuera un tema largamente meditado; "aprend¨ª de la experiencia de mi t¨ªo Miquel ?ngel
[ex futbolista internacional del Bar?a y el Mallorca] y entend¨ª que la familia es muy importante. Ellos me han dado la educaci¨®n adecuada. Creo que en mi personalidad no va a cambiar nada ni ahora ni dentro de cinco a?os aunque llegara a ser el n¨²mero uno. A pesar del tenis, soy una persona como cualquier otra. No me gustar¨ªa que me vieran diferente a un chico de 19 a?os porque eso es lo que soy. Aqu¨ª todo eso
[en referencia a las conferencias de prensa y a sus apariciones p¨²blicas] me hace distinto. Pero en Mallorca soy el de siempre".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.