"Ser humano implica ser multicultural"
Hanif Kureishi dialoga con su padre en Mi o¨ªdo en su coraz¨®n (Anagrama), su ¨²ltima obra. Se enoja, se rebela y se enerva a medida que indaga en el pasado familiar que va descubriendo en las novelas biogr¨¢ficas que su difunto progenitor escribi¨® pero nunca pudo publicar. El reconocido autor rescata del olvido una infancia en India, con el islam de fondo y el germen sembrado del Estado de Pakist¨¢n. Traza la di¨¢spora familiar y el exilio voluntario de su padre para asentarse permanentemente entre la an¨®nima clase media de los suburbios ingleses. En las mismas calles residenciales a las afueras de Londres, naci¨® y creci¨® el futuro escritor entre colegas que sal¨ªan a la caza de pakis, el insulto despectivo tan arraigado entonces para referirse a los inmigrantes asi¨¢ticos.
"El islamismo radical es como el trotskismo de los a?os setenta. Atrae a tipos locos que pueden ser muy peligrosos. Pero no son muchos"
"O repudias tu pasado o lo preservas y te conviertes en un fundamentalista. No hay una soluci¨®n ¨²nica sino numerosos caminos para resolver el conflicto de tu pasado"
En Mi o¨ªdo en su coraz¨®n, Kureishi desempolva la competencia entre hermanos, las rivalidades paterno-filiales y se pregunta en cierta ocasi¨®n si est¨¢ practicando "una autopsia o haciendo el amor" con su padre, Shannoo. Narrada en un estilo libre, hilando los escritos paternos con sus propias reflexiones y notas autobiogr¨¢ficas, la historia lleva a su autor a enfrentarse con cuestiones de identidad, inmigraci¨®n, racismo y religi¨®n.
En las oficinas de su agente literario, a dos pasos del mercadillo de Portobello en Londres, Kureishi, de 50 a?os y padre de tres hijos, se define como un "escritor brit¨¢nico" que se adentra en el entorno pol¨ªtico y social a trav¨¦s de sus obras literarias, guiones cinematogr¨¢ficos, ensayos y art¨ªculos de prensa. Centra con frecuencia sus tramas en comunidades de origen asi¨¢tico como las de los protagonistas de sus novelas m¨¢s populares El Buda de los suburbios y El ¨¢lbum negro. Entre sus trabajos llevados al cine se encuentran Mi hermosa lavander¨ªa, My son the fanatic e Intimidad (todos en Anagrama).
PREGUNTA. ?Sufri¨® escribiendo la novela?
RESPUESTA. S¨ª, fue doloroso pero aprend¨ª mucho acerca de mi padre: sobre su historia, las relaciones con su familia, el trauma de ser un inmigrante...
A trav¨¦s de sus escritos pude observar desde un primer plano su vida interna y descubrir c¨®mo era. Una oportunidad excepcional e inusual para un hijo. Me llegu¨¦ a sentir como un intruso penetrando en ¨¢reas de su vida que no quer¨ªa conocer. Sientes que no puedes entrar en el dormitorio conyugal, que debe haber una barrera entre ti mismo y tus padres. Por otro lado, con los a?os, quieres ver a tus padres como adultos, no s¨®lo como el ni?o que siempre has sido para ellos. En cierta forma act¨²o de padre de mi padre pues he publicado sus libros o los he dado a conocer al mundo en mi novela.
P. A su hermana le molest¨® el retrato familiar que presenta en el libro.
R. S¨ª, porque ella tiene su propia versi¨®n de c¨®mo era mi padre. Los hijos rivalizan por el amor de sus padres. En eso consiste ser ni?o y tener hermanos. Me hubiera sorprendido si mi hermana no se hubiera enojado. Hubiera sido peor porque implicar¨ªa que viv¨ªamos bajo un sistema mucho m¨¢s autoritario. A mi madre, en cambio, le encant¨® el libro. Le pareci¨® bastante conmovedor, honesto y bueno. Mi padre siempre quiso publicar sus novelas. Envi¨® los manuscritos a editoriales, as¨ª que no los escribi¨® para s¨ª mismo. Que las quisiera ver editadas de esta forma, eso no lo s¨¦. Lo dudo. ?l quer¨ªa ver su nombre en la portada, no el m¨ªo.
P. ?Le sorprendi¨® la rivalidad e incluso los celos de su padre frente a su ¨¦xito como autor?
R. Se dan toda una serie de complicadas negociaciones entre padres e hijos. Son rivalidades extremadamente importantes y delicadas que surgen constantemente. No es tan claro que un padre siempre desee lo mejor para sus hijos ni que ¨¦stos, a su vez, s¨®lo quieran impresionar a la figura paternal. Un hijo se da cuenta de que puede humillar a su padre y hacerle sentirse peque?o si es m¨¢s inteligente que ¨¦l. A m¨ª me encantar¨ªa que mis hijos me superaran como escritor, pero qui¨¦n sabe lo que quiero inconscientemente. En lo m¨¢s profundo de nuestro interior reina la ambivalencia.
P. ?Quiz¨¢ por eso no ley¨® las novelas de su padre cuando el viv¨ªa?
R. Yo quer¨ªa centrarme en mi vida. Mis hijos no leen mis libros ni ven mis pel¨ªculas. Los gemelos tienen 12 a?os y el peque?o 7 y no les interesa nada mi trabajo. Eso es bueno. Demuestra que van distanci¨¢ndose de sus padres, comenzando a adquirir su independencia, lanz¨¢ndose al mundo exterior y all¨ª es donde deben estar. Alg¨²n d¨ªa leer¨¢n mis novelas y se preguntar¨¢n qu¨¦ tipo de persona soy. De momento es un campo en el que todav¨ªa no son capaces de lidiar.
P. ?Le acarre¨® problemas de identidad su ascendencia paterna?
R. Mi familia, con la excepci¨®n de mi padre, se fue de India a Pakist¨¢n. Mi padre emigr¨® a Inglaterra, trabaj¨® en la Embajada paquistan¨ª de Londres y se hac¨ªa llamar paquistan¨ª. Se ofend¨ªa mucho cuando yo le dec¨ªa que era indio puesto que hab¨ªa nacido y crecido en India. Todo era muy complicado y tuve que esforzarme en descifrar su significado. Por mi parte, yo me considero un escritor brit¨¢nico. Un brit¨¢nico con dos historias familiares, la de mi padre y la de mi madre inglesa. Ser humano implica ser multicultural. Y hablar de multiculturalismo significa hablar de un chaval que est¨¢ formado por diferentes cauces de la historia, ya sean indios, ingleses o espa?oles.
P. Cuenta en el libro que su padre le¨ªa casi en exclusiva literatura occidental. ?Renegaba as¨ª de su propia cultura?
R. La generaci¨®n de mi padre estaba enamorada de Estados Unidos. Les atra¨ªa mucho porque era una cultura enrollada. Les encantaba la literatura americana, autores como Hemingway, F. Scott Fitzgerald... Les gustaba la m¨²sica y se identificaban con los negros. Eran los a?os cincuenta, el islam como ideolog¨ªa radical a¨²n no se hab¨ªa formado y ellos quer¨ªan todo lo que Occidente les ofrec¨ªa. Emigraron a Estados Unidos y a Inglaterra porque deseaban un mejor nivel de vida para sus hijos.
P. ?Lo paquistan¨ª conlleva ahora cierto estigma, especialmente tras los atentados de Londres del 7-J?
R. Implica estar envuelto en la coyuntura mundial actual. Vivimos tiempos muy pol¨ªticos, extremadamente interesantes, con debates sobre la raza, la integraci¨®n, la religi¨®n, el islam, el liberalismo... La era desde el colapso del comunismo, en 1989, hasta el 11-S fue un periodo despolitizado, pero ahora todo el mundo habla de pol¨ªtica y yo me siento parte de los argumentos dada mi herencia paternal.
P. ?Siente una responsabilidad mayor como intelectual?
R. Como escritor mi trabajo consiste en intentar comprometerme con lo que sucede en el mundo. Yo planteo cuestiones. As¨ª lo he hecho con El ¨¢lbum negro, en el filme My son the fanatic, en mis ensayos e incluso en Intimidad, que trata sobre el matrimonio y la sexualidad. Los intelectuales, si acaso ocupan una posici¨®n, es la de razonar objetivamente sobre cuestiones candentes, algo que los pol¨ªticos no pueden hacer. Meditan seriamente sobre asuntos duros, intentando no tomar partido y aportar puntos de vista y argumentos que ayuden a descubrir el camino. Si hay una posici¨®n que nos corresponde como intelectuales es la de participar en la conversaci¨®n.
P. En El ¨¢lbum negro]]> y en otras obras ha demostrado buena intuici¨®n para desvelar cuestiones conflictivas.
R. El ¨¢lbum negro es un retrato de lo que pasaba en las mezquitas en los a?os noventa. Funciona bien en cuanto esboza c¨®mo eran esos chavales que ya no podemos ver entre tanta paranoia y polic¨ªa. Ahora se mueven en la clandestinidad. El libro muestra el tipo de argumentos y el nivel de los debates que entonces se manten¨ªan en las mezquitas. Sorprendentemente, falta violencia en la novela si se compara con las acciones que tipos semejantes est¨¢n hoy dispuestos a perpetrar.
P. ?D¨®nde sit¨²a, diez a?os m¨¢s tarde, a sus personajes de El ¨¢lbum negro]]>? ?En la ruta del islam radicalizado?
R. Algunos s¨ª, muchos otros no. La mayor¨ªa de los musulmanes quiere educaci¨®n, salud y una vida pac¨ªfica. El islamismo radical es como el trotskismo de los a?os setenta. Atrae a tipos locos, pasados de vueltas, que pueden ser muy peligrosos. Pero no son muchos. Por otra parte, sin embargo, es un movimiento mundial y la guerra de Irak est¨¢ generando m¨¢s y m¨¢s gente airada. Por eso la situaci¨®n es tan peligrosa. Estados Unidos invadi¨® Irak sin una raz¨®n v¨¢lida y personas de todo el mundo est¨¢n luchando para liberar el pa¨ªs de los estadounidenses. Los espa?oles fueron bastante m¨¢s inteligentes y se salieron prontito.
P. ?C¨®mo explica la rebeli¨®n del joven brit¨¢nico contra sus padres y l¨ªderes moderados isl¨¢micos?
R. Se da particularmente en el norte de Inglaterra, entre j¨®venes que sienten que sus padres han renunciado a la religi¨®n. Se pueden tomar dos alternativas. O asimilas, como yo lo he hecho, la cultura occidental y te vuelves brit¨¢nico o, por el contrario, abrazas m¨¢s y m¨¢s el islam, cortas con el entorno y te a¨ªslas crecientemente dentro de una peque?a comunidad. En otras palabras, o repudias tu pasado o lo preservas y te conviertes en un fundamentalista. No hay una soluci¨®n ¨²nica, sino numerosos caminos para resolver el conflicto de tu pasado, tus padres, tu historia. De eso trata Mi o¨ªdo en su coraz¨®n, de c¨®mo utilizamos a nuestros padres y de lo que queremos hacer con lo que llamamos tradici¨®n.
P. ?C¨®mo afect¨® el racismo a su proceso de asimilaci¨®n de ambas herencias?
R. Cada cual descubre su soluci¨®n en funci¨®n de su forma de ser y de lo que desea conseguir. No s¨®lo debe funcionar conscientemente, sino inconscientemente tambi¨¦n. El Reino Unido es hoy bastante diferente del pa¨ªs donde yo crec¨ª en los a?os sesenta. Era mucho m¨¢s racista, pero hemos cambiado la sociedad. Entonces se daba por sentado que los negros y asi¨¢ticos ¨¦ramos inferiores. Hemos progresado enormemente. S¨®lo hay que ver la televisi¨®n para comprobarlo. Pero tambi¨¦n en la prensa, en la literatura, en el cine, en la m¨²sica... se aprecia la transformaci¨®n. Ahora la sociedad es multirracial y desde luego mucho m¨¢s multicultural.
P. ?Aboga por el modelo brit¨¢nico como sistema de integraci¨®n y cohesi¨®n social?
R. Es el modelo que yo prefiero y la ¨²nica v¨ªa para preservar la identidad individual y unirse a la sociedad. El sistema franc¨¦s no funciona. Es desesperante. No hay pa¨ªs m¨¢s racista que Francia. La televisi¨®n, la literatura, el cine... todo es completamente blanco en la cultura francesa. Los musulmanes se sienten alienados. Nunca ves a un negro o a un asi¨¢tico en televisi¨®n. La literatura est¨¢ pr¨¢cticamente muerta y, con la excepci¨®n de Michel Houellebecq, un buen amigo m¨ªo, no se promueven nuevas voces negras, asi¨¢ticas, ¨¢rabes
... El modelo franc¨¦s es un desastre.
P. ?En qu¨¦ trabaja actualmente?
R. Estoy escribiendo un gui¨®n, que he titulado Venus y que se centra en tres personajes principales: dos hombres mayores y una chica. Lo va a dirigir Roger Michell, quien llev¨® al cine mi anterior gui¨®n, The mother. Esperamos comenzar el rodaje en el oto?o. Al mismo tiempo, llevo siglos trabajando en una novela sobre una pareja asi¨¢tica que se conoce por primera vez en los a?os setenta. La historia llega hasta el momento actual. Es una obra enorme que me est¨¢ llevando mucho tiempo completar. Todav¨ªa no he avanzado mucho, pero tengo ya el t¨ªtulo: Something to tell you (Algo que decirte).
Brit¨¢nicos de Asia
PADRE ASI?TICO, madre brit¨¢nica. O viceversa o simplemente hijos de inmigrantes criados en el Reino Unido. Las combinaciones son m¨²ltiples, pero el com¨²n denominador para los llamados escritores brit-asian (brit¨¢nicos-asi¨¢ticos) es la lengua inglesa. Desde el propio Hanif Kureishi y su memorable Buda de los suburbios (Anagrama) hasta el flamante ganador del ¨²ltimo Premio Nacional del Reino Unido, Hari Kunzru, con su novela Leila.exe (Alfaguara), la lista es amplia y variada. Muchos de ellos tratan los problemas de identidad y de falta de pertenencia a los que se enfrentan estas nuevas generaciones de brit¨¢nicos, atrapadas entre la tradici¨®n y la integraci¨®n en el pa¨ªs en el que han crecido. Uno de los primeros en obtener un amplio reconocimiento por parte de la cr¨ªtica y el p¨²blico fue Salman Rushdie con su novela Hijos de la medianoche (Plaza & Jan¨¦s). Compa?ero de generaci¨®n de Ian McEwan y Martin Amis, su pr¨®xima novela, por la que opta al Premio Booker, ser¨¢ una de las grandes novedades de la temporada. Hace apenas dos a?os, Monica Ali vino a sumarse a esta lista de autores de ¨¦xito. Con su primera novela, Siete mares, trece r¨ªos (Emec¨¦), obtuvo el Premio Orange, entr¨® en la lista Granta y fue nominada al Booker. Una nueva revoluci¨®n asi¨¢tica, esta vez con nombre de mujer. A. AGUILAR
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