?ramos tan j¨®venes
1973: el a?o del estreno de la pel¨ªcula Jesucristo Superstar, del ¨¦xito de Deep Purple con Made in Japan y del triunfo en TVE de los mareantes zoom de Valerio Lazarov. En este contexto hay que entender, al menos aqu¨ª, el trabajo del core¨®grafo franc¨¦s Roland Petit (1924) a partir de varios temas musicales del grupo Pink Floyd, que a la saz¨®n acababa de sacar el ¨¢lbum The dark side of the moon, pues fue en 1973 cuando cre¨® la coreograf¨ªa Pink Floyd Ballet.
La revisi¨®n de la pieza para el Tokio Asami Ballet, estrenada en Jap¨®n el a?o pasado, incluye un paso a dos sobre el tema The great gig in the sky y una coreograf¨ªa nueva con street dancers. El resto es en principio lo mismo que pudo verse con los Pink Floyd en directo hace m¨¢s de 30 a?os.
Pink Floyd Ballet
De Roland Petit, con el Tokio Asami Ballet. M¨²sica: Pink Floyd. Puesta en escena: Luigi Bonino. Iluminaci¨®n: Jean-Michel Desire. Director art¨ªstico: Kyoto Mitani. Teatro T¨ªvoli. Barcelona, 2 de septiembre.
?sa fue una ¨¦poca dominada por la psicodelia que acompa?aba a la m¨²sica rock y a la m¨²sica pop de tendencia underground, una ¨¦poca de caracter¨ªsticos movimientos de brazos, torso y caderas, de cierto desmelene y descaro. Y algo de ese estilo rompedor es lo que Petit incorpor¨® al cl¨¢sico Ballet Nacional de Marsella cuando estren¨® el montaje. Al menos de cintura para arriba, mientras los pies de los bailarines segu¨ªan y siguen con sus puntas y eso sigue sorprendiendo hoy al espectador: la mezcla de estilos que en ocasiones da como resultado movimientos cuando menos extra?os, como el caracter¨ªstico arranque del tema Money, esa caja registradora que el bailar¨ªn sigue con robotizados movimientos de brazos y un exagerado grand-pli¨¦.
Apoyados por una bater¨ªa de focos, los componentes de la numerosa compa?¨ªa de ballet cl¨¢sico japonesa (unos cuarenta bailarines, a los que se a?aden dos parejas invitadas) a¨²nan modas que pasaron de moda al rigor del ballet cl¨¢sico. La incorporaci¨®n de los street dancers con su hip-hop al son del tema Run like hell pone a¨²n m¨¢s de manifiesto el deliberado choque de estilos del que adolece el montaje. La constricci¨®n de movimientos, las pautas demasiado marcadas en un baile como el hip-hop, provoca cierta frustraci¨®n y la lastimera sensaci¨®n de ver a un grupo de animales salvajes domesticados.
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