El descontento fuerza a Clos a destinar nueve millones a limpieza y asistencia social

Algo parecido a un plan de choque dotado con nueve millones de euros hasta diciembre para los problemas de limpieza, mantenimiento del espacio p¨²blico y pobreza en Ciutat Vella anunci¨® ayer el alcalde de Barcelona, Joan Clos, en el plenario monogr¨¢fico del Ayuntamiento sobre el incivismo. Fue la respuesta del alcalde al descontento ciudadano. Esta sesi¨®n extraordinaria del consistorio fue forzada por la oposici¨®n, en la que tanto CiU como el PP trascendieron el problema del incivismo para poner en jaque la labor de gobierno del tripartito municipal, encabezado por Clos, Jordi Portabella (ERC) e Imma Mayol (ICV-EUiA). Xavier Trias, presidente del grupo de CiU, se arranc¨® pidiendo la dimisi¨®n del alcalde y Alberto Fern¨¢ndez D¨ªaz, presidente del PP, ampli¨® su "lista" de colectivos que, en su opini¨®n, no tienen espacio en Barcelona.

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El curso pol¨ªtico en el Ayuntamiento de Barcelona ha arrancado de forma m¨¢s s¨²bita de lo que es habitual en un mandato municipal que, adem¨¢s, est¨¢ resultando plagado de crisis. Primero el F¨®rum, despu¨¦s el hundimiento del t¨²nel del metro del Carmel, y ahora el incivismo, principalmente por los episodios de vandalismo en las fiestas de Gr¨¤cia y la estaci¨®n de metro de Mercat Nou, en Sants. Pero tambi¨¦n por la degeneraci¨®n del espacio p¨²blico, especialmente todo el distrito de Ciutat Vella y buena parte del Eixample, Gr¨¤cia y los n¨²cleos centrales de otros distritos, como el barrio de Poble Sec, en Sants-Montju?c.

El escenario dibujado ayer en las intervenciones de los grupos fue el de dos bloques. Uno, de CiU y el PP, exigiendo orden, autoridad y liderazgo, y otro, el del equipo de gobierno, achacando el deterioro a varios fen¨®menos nuevos -especialmente las consecuencias de la globalizaci¨®n en lo tocante al incremento de las bolsas de pobreza, la llegada masiva de inmigraci¨®n y el auge del turismo que se adue?a del centro de la ciudad-, que necesitan distintos tipos de respuesta y tratamientos.

No hubo ning¨²n mea culpa, pero se asumi¨® que el problema existe y que se han cometido errores. La prueba m¨¢s palpable de ello fue que el alcalde, en el cierre del debate, anunci¨® algo parecido a un plan de choque. Especialmente en Ciutat Vella y m¨¢s concretamente el sur del Barri G¨°tic, pero que se har¨¢ extensivo al resto del Eixample y otros puntos del resto de distritos si requieren de una actuaci¨®n urgente. Ser¨¢n nueve millones de euros, por medio de una l¨ªnea de cr¨¦dito, para mejorar la limpieza de las calles con m¨¢s equipos baldeando las calles y retirando los objetos voluminosos que se acostumbra a dejar en cualquier parte y de cualquier manera.

Junto con la limpieza, el plan de choque se centrar¨¢ en mejorar el control de la indigencia callejera con m¨¢s agentes de la Guardia Urbana y personal de los servicios sociales. Fuentes del Ayuntamiento precisaron que para ello se har¨¢n contrataciones nuevas, tanto de brigadas de limpieza como de personal que preste asistencia social.

CiU y el PP achacaron al tripartito municipal la responsabilidad del deterioro de la convivencia en la ciudad. Clos y sus socios no negaron haber cometido errores, pero rechazaron de plano compartir la visi¨®n catastrofista que plantearon Trias y Fern¨¢ndez D¨ªaz, de forma especial este ¨²ltimo.

"Si usted no lo sabe hacer, dimita", fueron casi las primeras palabras que se escucharon ayer en el sal¨®n de plenos cuando intervino Trias, que abri¨® el debate. El presidente del grupo municipal de CiU afirm¨® que se ha consentido y generado una situaci¨®n de impunidad ante el vandalismo en el conjunto de la ciudad: "Desde la prostituci¨®n callejera hasta el consumo de drogas, pasando por las amenazas pandilleras".

Si eso pasa, concluy¨® Trias, es por falta de ejercicio de autoridad y porque, en cierto modo, se ha alimentado la transgresi¨®n."El problema es que somos un fen¨®meno y capital mundial de la transgresi¨®n", dijo Trias. El ¨²nico beneficio que el jefe de la oposici¨®n concedi¨® a Clos y sus socios es que en el diagn¨®stico "aciertan, pero no en el tratamiento". A juicio del presidente del grupo de CiU, que se mostr¨® cr¨ªtico con el uso intensivo del espacio p¨²blico, lo que hace falta es una "democracia con orden". Es decir, m¨¢s polic¨ªa, especialmente agentes de la Guardia Urbana para ejercer de polic¨ªa de barrio.

Trias acus¨® al consistorio de alimentar algunos de los problemas al autorizar fiestas alternativas: "Esto es una prueba de que todo se les ha ido de las manos". Las cr¨ªticas de falta de liderazgo hacia Clos y al agotamiento de un modelo de ciudad del tripartito fueron interpretadas por socialistas, republicanos y ecosocialistas como una estrategia de la oposici¨®n, que ya se inici¨® hace dos a?os, de erosionar al gobierno. "Oigan, es lo que tenemos que hacer", vino a responder Trias.

Ni Trias, ni Alberto Fern¨¢ndez D¨ªaz, presidente del grupo municipal del Partido Popular, se mostraron muy confiados en que la mejora del civismo dependa de la aplicaci¨®n de la justicia de proximidad, propuesta por la Carta de Barcelona y cuya aplicaci¨®n depende de la aprobaci¨®n de una ley general. Algo de lo que Clos est¨¢ firmemente convencido.

En realidad, Fern¨¢ndez D¨ªaz defendi¨® que la ¨²nica forma de combatir el incivismo y el vandalismo es con m¨¢s polic¨ªa -especialmente Guardia Urbana- y, sobre todo, con mano dura. "Firmeza 10", dijo, para la aplicaci¨®n de las ordenanzas e incrementar las sanciones y erradicar de la ciudad la mendicidad, la prostituci¨®n callejera y los trileros; "tampoco nos interesa el turismo que duerme en las playas".

En un momento de su intervenci¨®n, Fern¨¢ndez D¨ªaz propuso que el control de las sanciones tiene que ser exhaustivo y debe tenerse en cuenta, por ejemplo, para la renovaci¨®n de los permisos de los inmigrantes. Insisti¨® en culpar a ese sector de la poblaci¨®n de gran parte de las infracciones que se cometen en el espacio p¨²blico. "Su buen rollo y su falso progresismo son algunas de las causas que han llevado a esta situaci¨®n", afirm¨® dirigi¨¦ndose a Clos.

M¨¢s Guardia Urbana

Las peticiones de la oposici¨®n de aumentar la plantilla de la Guardia Urbana son habituales, y tambi¨¦n lo era la negativa del alcalde a dar el brazo a torcer. Ayer, en cambio, dej¨® entrever que la plantilla de la Polic¨ªa Local podr¨ªa crecer en un futuro, "seg¨²n funcione el despliegue de los mossos d'esquadra". Esto ocurrir¨¢ en todo el territorio de la ciudad el 1 de noviembre. A las preguntas de cu¨¢les ser¨¢n los efectivos de aqu¨¦llos para Barcelona, Clos se limit¨® a decir que la proporci¨®n es de una quinta parte del total de los 17.000 agentes que integrar¨¢n la plantilla total.

En cualquier caso, el alcalde y el portavoz del grupo socialista, Jordi Hereu, insistieron en que la lucha contra el incivismo y el vandalismo, por ejemplo, no se pueden basar ¨²nicamente en m¨¢s polic¨ªa. "Es algo que es cuesti¨®n de educaci¨®n y nos corresponde a todos "a la Adminstraci¨®n, a la familia, a la escuela y a la empresa", sostuvo el alcalde. En ese sentido pidi¨® un nuevo pacto de convivencia y la necesidad de instaurar un nuevo consenso social que tenga como ejes principales la lucha contra la exclusi¨®n social y la justicia de proximidad.

Hereu subray¨® que se trata de fen¨®menos globales: "Ocurren en Barcelona, en Ripollet y tambi¨¦n en cualquier ciudad de Inglaterra. ?No me dir¨¢n que en Inglaterra esos fen¨®menos se dan porque se fomenta la cultura de la transgresi¨®n?", pregunt¨® a la oposici¨®n.