Al l¨ªmite de la desesperaci¨®n
Una familia pide a un juez el ingreso de su hija con trastorno l¨ªmite de la personalidad contra su voluntad
"No podemos m¨¢s. Esto es un calvario". Nieves Redondo tiene 54 a?os. Lleva 35 a?os casada con Ignacio, de 56 a?os. Han tenido tres hijos: una chica y dos chicos. Mari Nieves es la mayor. Tiene 34 a?os, un cuerpo menudo marcado por heridas que se suceden sin saber su origen y van dejando marcas en la espalda, en la frente, en los brazos. Sus pies son ya oscuros, secos y duros. Pierde los zapatos. No tiene horario ni calendario. No tiene disciplina. No tiene control. La realidad le dura el tiempo justo para decidir escapar de ella a base de alcohol, tranquilizantes y antidepresivos. No es alcoh¨®lica. No es toxic¨®mana. Una angustia vital la consume desde la adolescencia. Padece un trastorno l¨ªmite de la personalidad que se manifest¨® por primera vez a trav¨¦s de la anorexia y la bulimia a los 14 a?os.
En estos 20 a?os ha habido treguas. Pero los ¨²ltimos siete la han convertido en una habitual de los servicios de urgencia. Un informe del pasado d¨ªa 29 se?ala que en 20 horas fue ingresada cinco veces. Y volvi¨® a ingresar el d¨ªa 30, el 31, el viernes 2 una llamada desde el Doctor Peset explic¨® a la familia que la ten¨ªan atada. "As¨ª todos los d¨ªas", dice Nieves.
El trastorno l¨ªmite de personalidad no tiene cura, pero s¨ª tratamiento. En la Comunidad Valenciana no hay ning¨²n centro espec¨ªfico que en r¨¦gimen de internamiento trate esta patolog¨ªa. Mari Nieves es consciente de todo, pero no puede controlarse. Cuando el concentrado de pastillas a que se somete hace su efecto -su familia denuncia que son numerosas las ocasiones en las que las farmacias le venden f¨¢rmacos para los que es preceptiva la receta sin tenerla- se convierte en un objeto que vaga por las calles movido por la inercia. La polic¨ªa de Mislata, los servicios m¨¦dicos de urgencias, taxistas, vecinos han llamado para avisar de que estaba en tal o cual sitio. Cuando se recupera, pide el alta voluntaria y horas despu¨¦s se repite la historia.
La abogada de la familia, Asunci¨®n Rausell, present¨® el lunes al juzgado una solicitud de incapacidad transitoria acompa?ada de medidas cautelares urgentes. Entre ellas, que la juez de Mislata decrete el internamiento obligatorio. "El caso es complejo, pero tambi¨¦n es urgente resolverlo. Los m¨¦dicos describen su trastorno, sus efectos y consecuencias, su gravedad. Se trata de poder controlarla, de tratar que se someta a tratamiento", dice la letrada.
Ignacio, el padre de Mari Nieves, trabaja de noche. De d¨ªa vela en casa. O bien porque si est¨¢ no la pueden dejar sola, o porque no saben donde est¨¢ y alguien llamar¨¢ para traerla. Nieves, la madre, vela de noche y centinela perpetua. "Dos veces la he cogido sentada en el borde de la ventana con las piernas hacia fuera. No tengo vida, y tengo otros dos hijos. Me tengo que turnar con mi marido para subir a tender la ropa. Tengo miedo, rabia, impotencia. Muchas veces, cuando estoy sola, me dan taquicardias. Bajo a casa de una vecina, que es amiga, y cuando me abre la puerta le pido que me hable y que me abrace".
El trastorno l¨ªmite de la personalidad tiene su origen en factores biol¨®gicos, cong¨¦nitos y sociales. No desaparece pero hay tratamientos capaces de lograr una vida normal. En Valencia s¨®lo hay Centros de Rehabilitaci¨®n e Inserci¨®n Social (CRIS). Su trabajo se centra en la fase m¨¢s tranquila de distintos trastornos psiqui¨¢tricos. Son centros de d¨ªa a los que se acude de forma voluntaria y en los que se trabaja para alcanzar la reinserci¨®n laboral. Esos recursos no sirven para Mari Nieves.
La ¨²nica conversaci¨®n que mantiene se repite cada d¨ªa: "Mam¨¢, lo he perdido todo. Te estoy haciendo tanto da?o... Hoy buscar¨¦ un trabajo. Me voy". Horas despu¨¦s de no saber nada, de empezar a temer, las sospechas se confirman: "Alguien llama o aparece la polic¨ªa con ella. Y si no la dejo salir, ella es la que llama a la polic¨ªa, y vienen y me dicen que no puedo retenerla. ?Qu¨¦ hacemos? Siento que me piden que espere el peor de los finales. Est¨¢ muy enferma, me mata en vida. Pero es mi hija", repite la madre.
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