Bush promete investigar los errores de la crisis

Bajo el fuego de las cr¨ªticas por las imprevisiones, la lentitud en la respuesta y la responsabilidad que le puede alcanzar en los factores que agravaron la cat¨¢strofe, George W. Bush tom¨® ayer la iniciativa de lanzar una investigaci¨®n "para averiguar lo que se hizo bien y lo que se hizo mal", pero sin comprometerse sobre la fecha. "Tenemos que resolver los problemas antes", asegur¨®. Los ingenieros que luchan para sacar el agua de Nueva Orleans han logrado reparar las grandes brechas en el dique del canal que separa la ciudad del lago Pontchartrain y el l¨ªquido sale ya a chorros. Bush enviar¨¢ ma?ana al vicepresidente, Dick Cheney, a la zona para supervisar las labores de recuperaci¨®n en la zona devastada por el hurac¨¢n Katrina.

"El agua est¨¢ contaminada, no es seguro estar ah¨ª", dice el alcalde de la ciudad

El presidente asegura que no es el momento de entrar en reproches o acusaciones

El presidente no dio demasiados detalles y vincul¨® la en ocasiones escandalosa falta de preparaci¨®n o de coordinaci¨®n a la seguridad y el terrorismo: "Lo que me propongo es dirigir una investigaci¨®n para averiguar lo que se hizo bien y lo que se hizo mal. Seguimos viviendo en un mundo inestable; queremos garantizar que podemos reaccionar adecuadamente si hay un atentado con armas de destrucci¨®n masiva o bien otro gran hurac¨¢n".

El presidente asegur¨® que no es el momento de entrar en los reproches y las acusaciones, y que habr¨¢ tiempo para discutir lo ocurrido, pero apunt¨® a la falta de comunicaci¨®n entre las autoridades locales, las de los Estados y el Gobierno: "La burocracia no va a interponerse en la tarea de hacer lo que es necesario para ayudar a la gente".

Bush resisti¨® las presiones para lanzar ya mismo la investigaci¨®n -"tenemos que resolver los problemas, ya habr¨¢ tiempo para saber lo que se hizo bien o mal, ahora hay que salvar vidas"- y prometi¨® que "este Gobierno no va a descansar hasta salvar hasta la ¨²ltima vida, reunir a cada familia separada y culminar la reconstrucci¨®n". Despu¨¦s de reunirse con el Gobierno y con los l¨ªderes del Congreso, Bush repas¨® con la responsable de Educaci¨®n los planes de escolarizaci¨®n de los alumnos que est¨¢n empezando el curso en escuelas y universidades repartidas por todo el pa¨ªs.

En Nueva Orleans, los ingenieros del Ej¨¦rcito empezaron el pasado mi¨¦rcoles a reparar los grandes boquetes del canal que sirve de contenci¨®n, en el norte de la ciudad, a las aguas del lago Pontchartrain. El desbordamiento del lago como consecuencia de las lluvias torrenciales del Katrina y del insuficiente refuerzo del dique hizo que el 80% del centro de Nueva Orleans quedara bajo el agua. Los militares consiguieron cerrar las brechas de la calle 17 y la de la London Avenue y segu¨ªan trabajando en la del Canal Industrial. Eso permiti¨® poner en marcha ayer en gran escala el bombeo destinado a sacar el agua del centro de la ciudad, con las bombas provisionales y, sobre todo, progresivamente con las 15 grandes estaciones de bombeo del sistema de diques, que han estado paralizadas. A¨²n as¨ª, Nueva Orleans no estar¨¢ completamente seca hasta dentro de tres semanas, seg¨²n su alcalde, Ray Nagin, que habl¨® de dos meses hasta la recuperaci¨®n de la energ¨ªa el¨¦ctrica y que record¨® lo que vendr¨¢ a medida que las aguas bajen: "Va a ser horrible y va a sacudir de nuevo al pa¨ªs".

Los equipos de rescate tienen una doble tarea: empezar a recuperar cad¨¢veres y acabar de sacar a los pocos miles de personas que a¨²n siguen en la ciudad para facilitar las tareas de reconstrucci¨®n: "Tenemos que convencerles de que se vayan. No es seguro estar all¨ª. El agua est¨¢ contaminada, y hay cad¨¢veres y mosquitos y gasolina. No tenemos agua para apagar los fuegos", a?adi¨® el alcalde. Fuentes del Ayuntamiento de la ciudad confirmaron a la cadena CNN que se ha encontrado en las aguas la bacteria E. Coli, que puede llegar a provocar la muerte. Ayer, las llamas devoraron varias casas del barrio Franc¨¦s, en el centro de la ciudad, relativamente poco afectado por la destrucci¨®n.

Al despliegue militar para garantizar el orden se unieron ayer 5.000 paracaidistas de la 82? Divisi¨®n Aerotransportada que peinar¨¢n las zonas inundadas de la ciudad a bordo de lanchas para reforzar la b¨²squeda de refugiados o la recuperaci¨®n de cad¨¢veres casa por casa.

La seguridad est¨¢ casi garantizada, aunque a¨²n hay "zonas problem¨¢ticas", seg¨²n Richard Stalder, responsable de Seguridad P¨²blica e Instituciones Penitenciarias de Luisiana, que anunci¨® ayer que se ha habilitado una nueva c¨¢rcel en Nueva Orleans, en la estaci¨®n de autobuses. En el establecimiento han ingresado m¨¢s de 125 personas detenidas a partir del s¨¢bado pasado y acusadas de pillaje y vandalismo, violaciones y disparos contra la polic¨ªa. Todos los detenidos, dijo Stalder, tendr¨¢n asistencia de abogados y comparecer¨¢n ante un juez.

Por lo que se refiere a la contaminaci¨®n de Nueva Orleans y sus alrededores, Mike McDaniel, responsable de Medio Ambiente de Luisiana, se prepara para lo peor: "Es casi inimaginable con lo que vamos a tener que lidiar". En el lago Pontchartrain, dijo McDaniel, se derramaron 78.000 barriles de petr¨®leo; a eso hay que a?adir los vertidos de motores de coches y peque?as embarcaciones, el desbordamiento del alcantarillado, los cad¨¢veres, los animales muertos y la basura. La entrada de agua del lago en la ciudad ha contaminado el sistema de distribuci¨®n de agua potable.

En paralelo a los planes presidenciales para investigar los errores cometidos, el Congreso anunci¨® ayer tambi¨¦n la puesta en marcha de su propia comisi¨®n para examinar "las fortalezas y debilidades" de la respuesta federal, seg¨²n los eufemismos empleados por el l¨ªder de la mayor¨ªa republicana del Senado, Bill Frist, y "extraer las lecciones aprendidas". "La Administraci¨®n fall¨® a todos los niveles", seg¨²n la senadora republicana Susan Collins, que cree dif¨ªcil de entender "la falta de preparaci¨®n y la ineficacia inicial en la respuesta". Quiz¨¢ por ello, el objetivo de la investigaci¨®n del Congreso, para el senador dem¨®crata Joe Lieberman, es "no s¨®lo de saber lo que ocurri¨®, sino reconstruir la confianza de los norteamericanos en las instituciones".