G¨¹iza no puede con el Athletic

Para ser un ne¨®fito en la aristocracia del f¨²tbol espa?ol, el jerezano G¨¹iza apunta detalles de goleador sobresaliente. La picard¨ªa con la que pilla desprevenidos a los defensas, su punta de velocidad y el toque exquisito y fr¨ªo de su pierna derecha figuran entre sus cualidades. Fue la noticia m¨¢s rese?able del duelo que enfrent¨® al Getafe y el Athletic.

La jaur¨ªa de Bernd Schuster no pudo con la presi¨®n de ser, por unos instantes, l¨ªder anecd¨®tico de la Primera Divisi¨®n. Nada qued¨® en la segunda parte de la salida en tromba de los azulones, con el Athletic achicando como bien pod¨ªa los centros de Pern¨ªa y los pases al hueco de Gavil¨¢n. Y, cuando la ocasi¨®n lo exig¨ªa, cortando por lo sano las internadas de Cotelo y Riki, que agrandaron el frente del ataque bien pegados a la cal de las bandas. As¨ª lleg¨®, cuando no transcurr¨ªan 30 segundos, el penalti no pitado de Gurpegui a Riki.

El Getafe presum¨ªa de mordiente en el ¨¢rea, su asignatura pendiente la temporada pasada, mientras Mendilibar trazaba como ¨²nica alternativa atacante los pelotazos largos a Llorente. El alt¨ªsimo cachorro de Lezama no tuvo ocasi¨®n frente a la solvencia y, en ocasiones, dureza de los zagueros, en especial de Matell¨¢n.

Si el cuadro vizca¨ªno originaba peligro a bal¨®n parado, en faltas lejan¨ªsimas o desde el bander¨ªn de c¨®rner, el madrile?o apostaba por los contragolpes, casi siempre precipitados. Hasta que G¨¹iza se estren¨®, ligeramente adelantado, como goleador en Primera. El andaluz, un t¨¦mpano en el ¨¢rea que llora los tablaos de la Frontera, culmin¨® con una vaselina un centro largo y curvado de Pern¨ªa solito frente a Aranzubia. La misma jugada, los mismos protagonistas, se repitieron en el segundo tiempo, con suspiro de alivio del meta vasco.

Tampoco extra?¨® la manera de llegar el empate del Athletic: a bal¨®n parado, justo cuando el dominio casero se dilu¨ªa con el pasar del tiempo. Casas entr¨® con fuerza en un c¨®rner botado por Yeste y remat¨® de cabeza entre un batiburrillo de brazos y piernas.

Fue cuando el Getafe perdi¨® la posici¨®n. Obsesionado con la victoria, cerc¨® y presion¨®, aunque su dominio no fue m¨¢s que aparente. Para consuelo de la hinchada, al menos Pach¨®n volvi¨® a v¨¦rselas en un partido oficial nueve meses despu¨¦s de lesionarse precisamente ante el Athletic. S¨®lo que ayer el Getafe no supo cerrar el partido. Tanto que, al final, Diego Rivas se desquici¨® y el ¨¢rbitro le expuls¨®.