Bush viaja por tercera vez a la zona devastada
Nueva Orleans acelera la recuperaci¨®n y mantiene el optimismo sobre la cifra final de v¨ªctimas
Precedido por la promesa de que la costa del Golfo de M¨¦xico -una de las zonas m¨¢s pobres de EE UU- ser¨¢ "m¨¢s vibrante que nunca" tras la reconstrucci¨®n de los destrozos, George W. Bush hizo ayer su tercera visita a la zona en 10 d¨ªas y durmi¨® all¨ª por primera vez. En Nueva Orleans, el Cuerpo de Ingenieros del Ej¨¦rcito ha puesto ya en funcionamiento 74 de las 148 estaciones de bombeo de agua y cree que en octubre, un mes antes de lo previsto inicialmente, la ciudad estar¨¢ seca. El viaje se produce en pleno castigo a su labor. El ¨²ltimo sondeo de Newsweek sit¨²a en el 38% el ¨ªndice de aprobaci¨®n; el de Time lo coloca en el 42%. Estos datos y los que ofreci¨® el s¨¢bado Ipsos (39%) son los m¨¢s bajos desde que Bush lleg¨® a la Casa Blanca, en enero de 2001.
El ¨²nico consuelo del presidente es que en ambas encuestas las autoridades de Nueva Orleans y de Luisiana reciben a¨²n m¨¢s cr¨ªticas. El 73% cree que la culpa de la mala previsi¨®n y peor reacci¨®n corresponde al alcalde y a la gobernadora, y el 61% cree que la responsabilidad es de Bush, seg¨²n Time. En el sondeo de Newsweek, el alcalde Nagin y la gobernadora Blanco son vistos como incompetentes por el 57%, mientras que el 55% echa la culpa a Washington.
El fracaso principal de liderazgo, sin duda, corresponde al presidente porque es el primer responsable del pa¨ªs. Y la percepci¨®n de que no le import¨® lo suficiente la tragedia es evidente, lo que no va a dejar de ser subrayado por sus rivales, tanto republicanos como dem¨®cratas: "Es asombroso, dada la respuesta que tuvo el 11-S, que no mostrara una mayor solidaridad", dijo ayer a la ABC Barack Obama, el senador en el que algunos ponen las esperanzas pol¨ªticas del Partido Dem¨®crata.
"Cuando el hurac¨¢n descarg¨®, parece que nadie le dijo al presidente Bush la verdad: que las Administraciones local y del Estado estaban desbordadas, que el FEMA
[organismo que coordina la acci¨®n en caso de cat¨¢strofe] no estaba a la altura de la tarea y que los militares, los ¨²nicos con recursos para actuar, no pod¨ªan hacerlo sin una declaraci¨®n presidencial que anulara el poder del resto de las autoridades", escribe Evan Thomas en Newsweek. Thomas a?ade que el alcalde no quiso evacuar Nueva Orleans hasta que fue demasiado tarde y que la gobernadora no supo qu¨¦ ayuda pedir ni quiso ceder su autoridad a Washington ni siquiera el viernes 2, cuando el 80% de la ciudad llevaba tres d¨ªas bajo el agua y el pillaje hab¨ªa estallado entre el martes y el jueves.
El presidente no fue capaz de forzar la situaci¨®n por miedo a las repercusiones pol¨ªticas -la autonom¨ªa de los Estados es casi sagrada- y tampoco el Pent¨¢gono ve¨ªa con entusiasmo la derogaci¨®n temporal de la ley, que desde 1868 proh¨ªbe al Ej¨¦rcito intervenir en tareas de orden p¨²blico. La prevenci¨®n de la crisis y su respuesta se complicaron por la paralizaci¨®n resultante de las dudas de Washington y del desbordamiento de Nueva Orleans y Luisiana.
La complejidad de las responsabilidades en cada nivel de poder se investigar¨¢ en los pr¨®ximos meses. Eso, m¨¢s las reacciones emocionales a la tragedia, unido al rumbo que tome la reconstrucci¨®n y al coste econ¨®mico disparado y sus repercusiones sobre un enorme d¨¦ficit presupuestario, determinar¨¢n las consecuencias pol¨ªticas de Katrina. La primera gran cita electoral no llega hasta las legislativas del oto?o de 2006.
Mientras, y a medida que el agua desciende, avanza la limpieza y reparaci¨®n de infraestructuras y la recuperaci¨®n de cad¨¢veres. Ahora la cifra oficial se acerca a los 400 muertos en total, un n¨²mero que subir¨¢ pero que es probable que no llegue a los millares pronosticados. Autoridades militares y responsables del FEMA creen que en los tres pr¨®ximos d¨ªas habr¨¢ un panorama m¨¢s concreto y que el balance se quedar¨¢ en centenares.
Las excavadoras y los bulldozers despejan las monta?as de desechos, escombros y basura de las zonas de la ciudad en las que ya no hay agua. La previsi¨®n de desalojo de la sopa t¨®xica es ahora de 40 d¨ªas, en lugar de los 80 iniciales. El aeropuerto internacional de Nueva Orleans, dedicado hasta ahora casi en exclusiva a la ayuda humanitaria y a vuelos militares, reanudar¨¢ ma?ana el tr¨¢fico comercial. Los hospitales est¨¢n siendo limpiados y desinfectados, igual que los hoteles, a la espera de la reanudaci¨®n de la electricidad.
En esta situaci¨®n, el general Russel Honore, el hombre que el Pent¨¢gono ha situado al frente de los 17.500 soldados de combate, dijo que estas tropas no est¨¢n para hacer cumplir la orden de evacuaci¨®n: "Los soldados no van a participar de ninguna forma en la evacuaci¨®n directa. Esa es una tarea para los agentes locales y del Estado", se?al¨® en la CNN. Adem¨¢s de las tropas que garantizan el orden y contribuyen a los esfuerzos de recuperaci¨®n del pulso, hay 41.500 miembros de la Guardia Nacional de diversos Estados que, junto a la polic¨ªa local, se ocupan de suministrar agua y comida a los que se han quedado en Nueva Orleans. En los ¨²ltimos cuatro d¨ªas, seg¨²n Eddie Compass, jefe de polic¨ªa de la ciudad, "no ha habido pr¨¢cticamente ning¨²n delito".
Risk Management Solutions, una empresa privada, dijo ayer que las p¨¦rdidas por el hurac¨¢n ser¨¢n un 25% m¨¢s elevadas que lo calculado y que podr¨ªan superar los 125.000 millones de d¨®lares. Las aseguradoras, a?adi¨® la empresa, deber¨¢n cubrir entre 40.000 y 60.000 millones.
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