Al resplandor de Gaza
Miles de palestinos prendieron fuego ayer a cuatro de las 19 sinagogas de Gaza para celebrar la retirada militar israel¨ª de un territorio que, por primera vez desde su ocupaci¨®n en la guerra de 1967, se hallaba enteramente en manos de la autoridad que dirige Mahmud Abbas. O mejor, no del todo, puesto que son los militantes de las organizaciones terroristas y guerrilleras las que han tomado la franja, celebr¨¢ndolo con incendios y vandalismo, y abandon¨¢ndose a la dudosa proposici¨®n de que ha sido su lucha la que ha obligado a Israel a replegarse. El propio Abbas ha reconocido con prudencia esta situaci¨®n al anunciar que espera tener controlada la franja de Gaza para finales de a?o.
Y tras la retirada, una doble pregunta: ?conduce lo que el primer ministro israel¨ª, Ariel Sharon, llama la desconexi¨®n a alg¨²n tipo de proceso de paz? ?Ser¨¢ capaz la Autoridad Palestina de convertir Gaza en un embri¨®n de Estado en relaciones por lo menos tolerables con Israel?
A lo primero, la respuesta es no, puesto que el propio Sharon proclama que nada tiene que ver una cosa con la otra, y que para admitirle como interlocutor Abbas ha de demostrar primero que merece Gaza, lo que significa en lenguaje menos esot¨¦rico que debe imponer su ley en la franja y liquidar las c¨¦lulas del terror: Ham¨¢s y compa?eros de viaje. Y para la parte israel¨ª, la destrucci¨®n de las sinagogas -que hab¨ªan sido desacralizadas por el rabinato- constituye el peor s¨ªntoma de futuro.
Responder a lo segundo exige, sin embargo, mayor cautela. Ham¨¢s quiere entrar en el juego pol¨ªtico, por lo que no ha intentado aprovecharse de la retirada para hostigar al enemigo. Y esa actitud podr¨ªa auspiciar un periodo de calma hasta que se vea si Israel planea alguna otra desconexi¨®n. Pero el desmantelamiento del terror parece muy dif¨ªcil porque, aparte del riesgo de guerra civil palestina, es en realidad de la ocupaci¨®n de Cisjordania de donde se alimenta la sed de venganza de Ham¨¢s.
Las perspectivas no pueden ser, as¨ª, muy alentadoras, m¨¢xime cuando Gaza dif¨ªcilmente puede convertirse en modelo de nada, habida cuenta de que, adem¨¢s de una banda de tierra a orillas del Mediterr¨¢neo, es una prisi¨®n de 400 kil¨®metros cuadrados; porque Israel seguir¨¢ controlando las fronteras por tierra, mar y aire.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.