La salud de los pacientes no perjudica a la sanidad
Es una buena noticia para los pacientes espa?oles que la reciente reuni¨®n de los presidentes de las comunidades aut¨®nomas haya situado la atenci¨®n sanitaria en el centro de la opini¨®n p¨²blica. Ser¨ªa deseable ahora que se promoviera una agenda pol¨ªtica y un contrato social que garantizara el acceso presente y futuro de todos los ciudadanos a una atenci¨®n sanitaria de calidad. Deber¨ªa ser ¨¦ste un debate exento de dogmatismos, conflictos y ambig¨¹edades que fomentara una mayor participaci¨®n de los pacientes en las decisiones sanitarias. Tambi¨¦n ser¨ªa bueno no centrar el debate de forma exclusiva en los problemas financieros, porque se corre el riesgo de transmitir la falsa idea de que la salud de los pacientes y las decisiones de sus m¨¦dicos son las que perjudican a la sanidad espa?ola. Y ¨¦se no debe ser nunca el caso. El debate no debe generar sentimientos de culpabilidad en aquellas personas que, sin poder evitarlo, sufren las consecuencias de la enfermedad. Nadie desea estar enfermo.
La desconfianza y la falta de comunicaci¨®n generan graves ineficiencias
El lenguaje econ¨®mico genera desconfianza cuando se aplica a temas de salud. El t¨¦rmino racionalizaci¨®n y sus derivados se asocian f¨¢cilmente con acciones de racionamiento y burocratizaci¨®n que pueden promover un freno a la innovaci¨®n tecnol¨®gica y dificultar o retrasar el acceso a determinadas prestaciones m¨¦dicas a pacientes que podr¨ªan beneficiarse de las mismas. Por otra parte, algunas de las recomendaciones realizadas en el informe coordinado por el Ministerio de Econom¨ªa y Hacienda (EL PA?S, 23 de agosto de 2005) han supuesto en otros pa¨ªses un incremento del gasto sanitario como consecuencia de un aumento de la calidad asistencial.
Otras medidas propuestas ya se han ido aplicando desde hace a?os en Espa?a, por lo que convendr¨ªa evaluar cu¨¢l ha sido su impacto real. Por eso es oportuno adoptar un lenguaje posibilista y hablar de estrategias orientadas a aumentar la confianza, a mejorar la salud de los enfermos y a garantizar una mayor equidad y justicia en el acceso. Una reciente editorial de la revista The Economist indica la necesidad de centrarse no s¨®lo en mejorar la financiaci¨®n de los servicios de salud, sino en mejorar la eficiencia en su gesti¨®n. "Lo que importa es c¨®mo se gasta el dinero", concluye el editorialista. Y es que los "milagros financieros" no existen en sanidad.
La Conferencia de Presidentes tambi¨¦n deber¨ªa tener un efecto pedag¨®gico sobre la ciudadan¨ªa, promoviendo mayor educaci¨®n de los profesionales sanitarios y los pacientes en torno a las posibilidades y a los l¨ªmites de los sistemas sanitarios. Es la denominada "curva de aprendizaje social". Como punto de partida se tendr¨ªa que reconocer que el d¨¦ficit econ¨®mico de la sanidad es consecuencia de dos grandes revoluciones contempor¨¢neas: la revoluci¨®n social, que ha permitido el acceso a una cobertura muy amplia de prestaciones sanitarias para todos los residentes en Espa?a, y la revoluci¨®n tecnol¨®gica, que ha puesto al alcance de los pacientes las m¨¢s modernas innovaciones tecnol¨®gicas. El d¨¦ficit es, en parte, atribuible al exceso de posibilidades asociadas al ¨¦xito m¨¦dico y al progreso social. De esta forma, se abre una oportunidad ¨²nica para que los pacientes y las asociaciones que los representan participen de forma activa en la b¨²squeda de soluciones que permitan asumir la continuidad de ese progreso.
Necesitamos l¨ªderes pol¨ªticos y de gestores que sean capaces de implicar a pacientes y profesionales en el gobierno de la sanidad. ?sta es una demanda recogida en la Declaraci¨®n de Barcelona de las asociaciones de pacientes. Existen m¨²ltiples posibilidades de participaci¨®n democr¨¢tica y desde el Foro Espa?ol de Pacientes se han propuesto las siguientes: creaci¨®n de la figura del defensor del paciente o refuerzo de las competencias sanitarias de los defensores del pueblo en las comunidades aut¨®nomas, creaci¨®n de comisiones parlamentarias sanitarias con implicaci¨®n de los pacientes, desarrollo de los consejos de salud auton¨®micos y la constituci¨®n de consejos sociales en las organizaciones sanitarias. El Primer Congreso Espa?ol de Pacientes (www.congresodepacientes.org) constituye una primera ocasi¨®n para debatir esas propuestas.
Los pacientes, como usuarios de la sanidad, constituimos "comunidades de experiencias" que nos acreditan para participar en las decisiones sanitarias y realizar propuestas de mejora. De esta forma, la visi¨®n del paciente es ¨²til, a la vez que complementaria, a la de t¨¦cnicos y profesionales, en la definici¨®n de los conceptos de necesidad m¨¦dica, cartera de servicios, criterios de acceso y cobertura de prestaciones, tiempos de demora aceptables, valor terap¨¦utico y calidad asistencial. As¨ª lo ha entendido la Sociedad Espa?ola de Medicina Familiar y Comunitaria al solicitar al Foro que definiera aquellas competencias de los m¨¦dicos de atenci¨®n primaria que tienen relaci¨®n directa con el paciente. La colaboraci¨®n y la participaci¨®n incrementan la confianza mutua y permiten promover cambios de actitudes. La desconfianza y la falta de comunicaci¨®n generan ineficiencias que se traducen en retrasos diagn¨®sticos, incumplimiento terap¨¦utico, duplicidades de pruebas diagn¨®sticas, insatisfacci¨®n profesional, descontento o uso abusivo de los servicios de urgencias, entre otras consecuencias.
La democratizaci¨®n del Sistema Nacional de Salud requiere una apuesta decidida por una buena estrategia de informaci¨®n. Esta estrategia deber¨ªa sustentarse en tres acciones espec¨ªficas. Una primera acci¨®n ser¨ªa el desarrollo de una historia cl¨ªnica electr¨®nica universal asociada a la tarjeta sanitaria individual y en un formato com¨²n para todos los residentes del Estado espa?ol. Su ausencia propicia errores m¨¦dicos evitables y genera m¨²ltiples ineficiencias asociadas a la descoordinaci¨®n entre niveles asistenciales y entre profesionales. Una segunda acci¨®n ser¨ªa crear una Agencia de Informaci¨®n y Calidad financiada por las comunidades aut¨®nomas, as¨ª como por entidades de los sectores p¨²blico y privado, que ofreciera la informaci¨®n necesaria para la toma de decisiones, determinara prioridades en investigaci¨®n y previniera la existencia de desigualdades de acceso y de trato. Esta agencia deber¨ªa gestionar una base de datos de buenas pr¨¢cticas cl¨ªnicas en la que se identificaran los resultados cl¨ªnicos asociados a cada una de las prestaciones disponibles y determinara aquellas ¨¢reas en las que es necesario transferir o producir conocimiento cient¨ªfico.
Tambi¨¦n deber¨ªa gestionar una base de datos de buenas pr¨¢cticas de gesti¨®n cl¨ªnica donde aparecieran los resultados de innovaciones en la organizaci¨®n de los servicios de salud, en la gesti¨®n de los recursos humanos y determinara un conjunto de est¨¢ndares de calidad para todo el sistema. Esta agencia tendr¨ªa que ser independiente de las entidades que financian la denominada cartera de servicios y constituir¨ªa un buen ejemplo de partenariado entre los sectores p¨²blico y privado en la b¨²squeda de un sistema sanitario m¨¢s eficiente y equitativo. A su vez, deber¨ªa obtener su informaci¨®n de los diferentes grupos de investigaci¨®n y evaluaci¨®n existentes en el Estado espa?ol, promoviendo acciones coordinadas entre los mismos.
Las administraciones p¨²blicas y privadas deber¨ªan crear incentivos que fomentaran la consecuci¨®n de la excelencia en la pr¨¢ctica cl¨ªnica y en la gesti¨®n de la atenci¨®n sanitaria. S¨®lo aquello que se mide, se eval¨²a y se compara, es susceptible de mejora. Finalmente, cada una de las comunidades aut¨®nomas tendr¨ªa que hacer p¨²blica aquella informaci¨®n ¨²til para mejorar la calidad asistencial y que permitiera la incorporaci¨®n de la perspectiva de los profesionales y de los pacientes. En democracia, el concepto de eficiencia est¨¢ asociado a los de accesibilidad de informaci¨®n y capacidad de elecci¨®n. En definitiva, una apuesta por la transparencia, la calidad y la participaci¨®n democr¨¢tica son expectativas que los pacientes tenemos depositadas en los sistemas de salud.
Albert J Jovell es presidente del Foro Espa?ol de Pacientes. Universidad Aut¨®noma de Barcelona. (ajjovell@telefonica.net)
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