Sergio Ramos descubre la autopista de Roberto Carlos

El estadio de Gerland ofreci¨® una noche amarga al madridismo, sobre todo a ciertos madridistas. Para Ra¨²l fue un triste cumplea?os de Champions, en el d¨¦cimo aniversario de su estreno en esta competici¨®n. Para Luxemburgo, el t¨¦cnico, result¨® una jornada de decisiones lamentablemente parad¨®jicas: puso a Beckham a pesar de estar lesionado, porque el ingl¨¦s se lo pidi¨®, y no lo quit¨® en el descanso aunque no hizo nada. Para Florentino P¨¦rez, el presidente, se hizo desagradable porque supo que Diogo, uno de sus primeros fichajes de la temporada, no cuenta para su entrenador en lo m¨¢s m¨ªnimo. Para Casillas fue duro porque exhibi¨® todas sus flaquezas.

Pero sobre todo, la noche de ayer pring¨® de malos recuerdos a dos debutantes del nuevo proyecto de P¨¦rez. A Sergio Ramos y a Pablo Garc¨ªa, titulares por primera vez.

Pablo Garc¨ªa hizo demasiadas faltas en una zona y ante un jugador -Juninho de Pernambuco- que no perdona la falta de sutileza defensiva.

Sergio Ramos, que le ha costado al club 27 millones, es un joven muy valiente. Primero dijo que fichaba por el Madrid ilusionado con seguir los pasos de Hierro. El d¨ªa de su debut -el s¨¢bado pasado en Liga, contra el Celta- Helguera le ofreci¨® el puesto de central izquierdo. Presuroso como Parzifal, con valor, se puso all¨ª mismo, a dar ¨®rdenes, a orientar a sus compa?eros como un veterano. Seguro de su poder y un poco ingenuo. Como si no hubiera sabido lo que les espera por tradici¨®n a los centrales izquierdos madridistas. Como si no sospechase que en su primera hora de juego recibir¨ªa cuatro goles -dos del Celta y dos del Olympique-.

A sus 19 a?os, la memoria de Ramos no debi¨® registrar el historial de los centrales que han jugado por la izquierda. La ¨²ltima d¨¦cada han escrito una cr¨®nica incidentada. Primero Sanchis, que sufri¨® a pesar de ser uno de los mejores defensas espa?oles. Despu¨¦s Iv¨¢n Campo, Karanka, y Samuel, que lleg¨® cargado de prestigio internacional y se fue a los doce meses como un apestado.

Ser central y jugar por la izquierda en el Madrid es una tarea sacrificada en el mejor de los casos. Lo sabr¨¢ pronto Ramos, que en sus primeros minutos con el Madrid ha contemplado muy de cerca c¨®mo marca Roberto Carlos a los extremos y a los laterales que se le meten por su costado. Los marca como marc¨® a N¨²?ez el s¨¢bado, o como par¨® a Wiltord y Revelliere ayer. Los defiende de forma tal que por la izquierda suele abrirse una autopista verde. Un incitante prado que desemboca en el central que juega por la izquierda. Es decir, en Sergio Ramos, amablemente invitado por Helguera a ocupar esa parcela.