P¨²blica

El Gobierno central quiere revisar a fondo el actual modelo de financiaci¨®n sanitaria para conseguir uno estable. As¨ª, como modelo estable y que garantizaba la suficiencia financiera, fue vendido el actual modelo por el Gobierno de Aznar, que consigui¨® como en otros asuntos - la pol¨ªtica antiterrorista, ejemplo m¨¢ximo- m¨¢s sentido de la responsabilidad pol¨ªtica por parte del PSOE, que lo consigue ahora este partido en el gobierno, en cualquier asunto, con el PP en la oposici¨®n. El modelo aprobado en 2001, el que rige, lo fue por unanimidad en el Consejo de Pol¨ªtica Fiscal y Financiera. Ahora no ha podido ser porque el PP, instalado en el "noismo", hace imposible cualquier acuerdo con el Gobierno. Eso s¨ª, ha jugado con ventaja porque, lejos de votar en contra, se abstuvo, es decir hizo un gesto para la galer¨ªa que permit¨ªa coger el dinero, porque ya lo dijo con todo cinismo y alegr¨ªa la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre: "A caballo regalado, no le mires el diente", Aguirre no se corta y as¨ª avisaba desde el primer momento de lo que pasar¨ªa, que con la boca dir¨ªan no y con la mano barrer¨ªan para adentro. Porque, efectivamente, no hac¨ªa falta la unanimidad para sacar adelante la propuesta del Gobierno que, por cierto, beneficia claramente a Andaluc¨ªa, que ser¨¢ la comunidad aut¨®noma que m¨¢s dinero reciba.

Conocido el dato, el PP andaluz calla, y antes insisti¨® en que la Junta de Andaluc¨ªa tendr¨ªa que subir los impuestos porque el dinero que se iba a recibir era claramente insuficiente. Desde luego, lo que ha resultado no ser suficiente, y est¨¢ claramente necesitado de un cambio, es el modelo que nos rige desde el ¨²ltimo Gobierno de Aznar. El Gobierno de Rodr¨ªguez Zapatero tiene la obligaci¨®n de cumplir su palabra y buscar un modelo que garantice la financiaci¨®n de la Sanidad p¨²blica, que blinde -esto s¨ª que s¨ª- su permanencia, su calidad, su servicio universal y gratuito; que se mantenga como pilar del sistema, aunque, por mucho que tuvieran que trabajar para hacerlo entender, tuvieran que subir los impuestos. Los progresivos, es decir los directos a ser posible, aunque bien subidos est¨¢n los del alcohol y el tabaco, cuyo consumo repercute directamente en la salud y, por tanto, en el gasto de la sanidad.