El Villarreal indulta al Manchester

No le falt¨® car¨¢cter al Villarreal en su debut en la Liga de Campeones. E incluso su ejercicio de profesionalidad result¨® impecable, sobre todo en una defensa concentrad¨ªsima que oblig¨® a Ferguson a retirar a Van Nistelrooy y a Cristiano Ronaldo, ambos frustrados, despu¨¦s de que Rooney ya se hubiera largado ¨¦l solito tras aplaudir cerca de la cara del ¨¢rbitro. Sin embargo, al cuadro de Pellegrini le falt¨® Riquelme, o lo que es lo mismo, el talento para destripar en los ¨²ltimos metros al Manchester cuando ¨¦ste ya se hab¨ªa entregado. Decepcion¨® el conjunto de Ferguson, vulgar en su juego de entre l¨ªneas y sin punter¨ªa en su poderosa delantera. No hizo caso del c¨¦lebre Matt Busby, entrenador del Manchester en los 50, 60 y 70, que siempre les repet¨ªa a sus jugadores antes del partido: "Divi¨¦rtanse y entretengan a la gente". El Madrigal acogi¨® con entusiasmo el empate, que alimenta las opciones de este debutante y atrevido Villarreal, especialmente cuando recupere a su estrella Riquelme.

Deslumbrado por la p¨²rpura del club brit¨¢nico, el Villarreal tard¨® m¨¢s de media hora en mirar de frente la cocina de Van der Sar. Fue Arruabarrena, en un disparo a bocajarro, quien prob¨® la agilidad del espigado meta holand¨¦s. Y la jugada lleg¨® por la izquierda, donde el cuadro de Pellegrini descubri¨® a O'Shea, una calamidad t¨¦cnica en el lateral derecho. Con carencias impropias de uno de los grandes equipos del planeta. Aunque no es el ¨²nico. La defensa inglesa no se caracteriz¨® precisamente por su delicadeza para sacar el bal¨®n, con Rio Ferdinand a la cabeza, muy sobrevalorado cuando el Manchester pag¨® por ¨¦l al Leeds una fortuna. Tampoco el centro del campo demostr¨® la calidad que se le supone, como no pod¨ªa ser de otro modo despu¨¦s de que Ferguson juntara a Fletcher y a Smith para acompa?ar a Scholes, el ¨²nico verdadero centrocampista. As¨ª que, como no llegaban provisiones, Rooney bajaba a recibir y ah¨ª perd¨ªa gran parte de su poder¨ªo. Y sir Alex lo fi¨® todo a la pesada dinamita de su delantera. Que no es broma, claro. Ronaldo, Rooney y Van Nistelrooy, sin embargo, estuvieron muy atados por los defensas amarillos, conscientes de que no pod¨ªan regalar un solo metro. El que le bast¨® a Van Nistelrooy para rematar el que parec¨ªa el primer gol del partido de no haber sido por la pirueta del ¨¢gil Gonzalo en la misma raya de gol. El mayor peligro brit¨¢nico vino en jugadas a bal¨®n parado, donde impon¨ªa su envergadura.

Es duro decirlo, pero el Villarreal se queda casi en la mitad sin la presencia de Riquelme. Deja de existir en el ¨²ltimo tercio del campo. Se convierte en un ataque previsible. Y nadie lo a?ora m¨¢s que Forl¨¢n, que descubre de pronto que no hay nadie que entienda sus desmarques, o que tenga la capacidad para ponerle el bal¨®n donde le gusta, con cierta ventaja sobre el defensa. El delantero uruguayo vive en la incomprensi¨®n. Tampoco le ayud¨® la inclusi¨®n en la alineaci¨®n de Guayre, con la velocidad de siempre, pero sin el fondo para repetir dos sprints seguidos.

El partido se desatasc¨® en el segundo tiempo. El Villarreal jug¨® m¨¢s suelto, recuper¨® parte de su buen gusto, y se sinti¨® m¨¢s arropado con la entrada de un notable Tacchinardi por un apagado Josico. Mientras, el Manchester acentu¨® su propuesta de dominar en las dos ¨¢reas. Sin conseguirlo. Atac¨® con mucha gente, pero sin acierto. El que le falt¨® a Ronaldo, que apenas se hab¨ªa entrenado tras el fallecimiento de su padre. Aunque quien le puso el choque de cara al Villarreal fue Rooney, expulsado tras ser fiel a la fama de inmaduro que le precede. Y a la mejor tradici¨®n de futbolistas brit¨¢nicos geniales pero alocados, los Gascoigne, Best y compa?¨ªa. Pellegrini apost¨® por la victoria y dio paso a Roger, ausente un a?o por lesi¨®n, y a Lucho Figueroa. El Manchester pleg¨® velas. Senna envi¨® una falta al larguero, pero al conjunto amarillo le falt¨® el brillo. El que le da Riquelme.