El fin y los medios en la reforma de la M-30

U vez m¨¢s, la vieja controversia de si el fin justifica los medios. Y si el fin en s¨ª mismo es justificable m¨¢s all¨¢ de los intereses de una determinada persona, de un partido pol¨ªtico o de los intereses de las grandes empresas constructoras.

El fin: la reforma de la M-30 que se est¨¢ abordando se ha presentado como un hecho consumado por parte del Ayuntamiento de Madrid, sin que haya habido un debate previo sobre su necesidad y sin que se hayan estudiado otras alternativas. En una sociedad viva,en proyectos que alteran pasado,presente y futuro de una ciudad, deben participar expertos y estudiosos de muy diferentes disciplinas, tales como: urbanistas,ec¨®logos, hidr¨®grafos, bot¨¢nicos,arque¨®logos, historiadores, arquitectos, ingenieros..., as¨ª como todo tipo de ciudadanos, no s¨®lo a trav¨¦s de los partidos pol¨ªticos. E implicarse todos los estamentos competentes de la Administraci¨®n central, auton¨®mica, y no s¨®lo municipal. Mucho me temo que hasta ahora no ha sido as¨ª.

Los medios: para la relizaci¨®n de este proyecto tan ingente y de las obras conexas, estamos asistiendo a una agresi¨®n constante del medio ambiente: parques y jardines total o parcialmente ocupados o simplemene destruidos: Tierno Galv¨¢n, Matadero, Arganzuela,Parque Sur, Eugenia de Montijo,Virgen del Puerto, Casa de Campo;con la consiguiente tala indiscriminada de ¨¢rboles y ausencia de catalogaci¨®n y protecci¨®n de los restantes. Tambi¨¦n diversas actuaciones sobre el r¨ªo Manzanares. En definitiva, graves atentados a nuestra historia y al ecosistema, que en la mayor parte de los casos comportan da?os irreversibles. No obstante, se nos dice por parte del Ayuntamiento que por cada ¨¢rbol que se tale se plantar¨¢n 20. Y yo a?ado veinte ¨¢rboles que se plantar¨¢n sobre el asfalto y nuestra historia.