La creciente amenaza de las c¨¦lulas durmientes

Desde 1999, el Gobierno espa?ol dispuso de informes preocupantes sobre la amenaza que supon¨ªa el terrorismo de origen islamista para el pa¨ªs. Desde ese a?o, el Ejecutivo ley¨® estudios de las Fuerzas de Seguridad en los que se apuntaba que Espa?a estaba sirviendo como refugio y apoyo log¨ªstico a activistas de numerosos grupos radicales islamistas, y tambi¨¦n informes sobre la posibilidad de que Espa?a se convirtiera en objetivo de un atentado del terrorismo internacional.

Las primeras evidencias de aquellas alertas saltaron en julio de 2001, cuando la polic¨ªa detuvo en Alicante al argelino Mohamed Bensakhria, lugarteniente del jefe de Al Qaeda, Osama Bin Laden, y miembro del comando Meliani, un grupo desarticulado en Alemania que pretend¨ªa atentar contra el Parlamento Europeo en Estrasburgo.

Despu¨¦s del atentado del 11 de septiembre de 2001 contra las Torres Gemelas de Nueva York y al Pent¨¢gono, los servicios de informaci¨®n espa?oles conocieron que el egipcio Mohamed Atta, jefe del comando terrorista del 11-S, y el yemen¨ª Ramzi Binalshibh, coordinador de los atentados, se hab¨ªan reunido en Tarragona entre el 8 y 19 de julio de ese a?o para acordar los ¨²ltimos detalles del ataque, que provoc¨® m¨¢s de 3.000 muertos.

El 13 de noviembre de 2001, la polic¨ªa espa?ola logr¨® desarticular la c¨¦lula de Al Qaeda que investigaba desde 1995 de orden del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garz¨®n. Imad Eddin Barakat, Abu Dahdah, de 39 a?os, su presunto dirigente, casado con una espa?ola, manten¨ªa estrechos v¨ªnculos con los miembros de la c¨¦lula de Hamburgo que ejecutaron el 11-S.

Ahora, el juez Juan del Olmo, que investiga los atentados contra los trenes de Madrid, ha pedido al Gobierno estos informes y todos aquellos que tengan relaci¨®n con hasta 90 personas, todas ellas implicadas supuestamente en los atentados del 11 de marzo. El magistrado pide informes, entre otros, de los tres principales terroristas que formaron el comando del 11-M, Jamal Ahmidan, El Chino; Serhane Ben Abdelmajid, El Tunecino; y el argelino Allekema Lamari.

La mayor¨ªa de la documentaci¨®n reservada que manej¨® el Gobierno del Partido Popular, sin que sirviera para desactivar a la c¨¦lula terrorista que perpetr¨® los atentados de Madrid, fue remitida al Congreso de los Diputados por el actual Ejecutivo socialista. Lo que sigue es su contenido principal, que ahora llegar¨¢ al juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo.

- Informe de Europol. Junio 2002. "Espa?a como pa¨ªs de tr¨¢nsito". Durante una reuni¨®n de Europol celebrada el 4 de junio de 2002 en Bruselas, los responsables policiales emitieron un informe confidencial: "La principal pregunta no es si habr¨¢ otro ataque, sino qui¨¦n lo har¨¢, cu¨¢ndo, c¨®mo y contra qu¨¦ objetivo". Los expertos se?alaron que el riesgo para los pa¨ªses de la UE hab¨ªa descendido "por la fuerte reacci¨®n" tras los ataques del 11-S, "las operaciones policiales desarrolladas en Europa, el bloqueo de cuentas corrientes sospechosas de financiar a Al Qaeda, la liberaci¨®n de Afganist¨¢n y la desaparici¨®n de los campos de entrenamiento terrorista, y la muerte y captura de algunos militantes".

En el cap¨ªtulo referente a Espa?a se destac¨® que tras la detenci¨®n de la c¨¦lula de Barakat, en noviembre de 2001, "el nivel de amenaza ha descendido considerablemente". "De todas formas, hay otras investigaciones abiertas para detectar la existencia en nuestro pa¨ªs de nuevos grupos de Al Qaeda. Los viajes de Mohamed Atta y de Ramzi Binalshibh (...) est¨¢n siendo investigados. Estamos todav¨ªa alerta ante cualquier clase de respuesta terrorista de organizaciones vinculadas a Osama Bin Laden", se?alaba el documento, aprobado por los ministros del Interior de los Quince.

Ese informe se?alaba que las actividades desarrolladas por los grupos radicales islamistas en Espa?a se centraban en "la infraestructura, reclutamiento, apoyo log¨ªstico y financiaci¨®n, y en el uso de Espa?a como pa¨ªs de tr¨¢nsito para los activistas que viajan desde el norte de ?frica hacia otros pa¨ªses o viceversa".

- Informe Guardia Civil. Junio de 2002. "Posibilidad de un atentado en territorio nacional". El 25 de junio de 2002, la subdirecci¨®n de operaciones de la Guardia Civil envi¨® una nota a todas las unidades del cuerpo para informar de la posibilidad de un atentado terrorista por parte de un grupo islamista: "Noticias sin confirmar alertan sobre la posibilidad de un atentado terrorista de la organizaci¨®n Al Qaeda en territorio nacional. En consecuencia, disponga que se intensifiquen las medidas de protecci¨®n, en especial de objetivos relacionados con intereses de EE UU e Israel (embajadas, consulados, bases militares, empresas multinacionales...)".

- Informe sobre el ataque de Casablanca. Guardia Civil. "Grave amenaza". La Unidad Central Especial de la Guardia Civil, dedicada a combatir el terrorismo islamista, elabor¨® un informe un mes despu¨¦s del atentado de Casablanca (Marruecos), el 16 de mayo de 2003, en el que anunci¨® "la dimensi¨®n grave" de una amenaza de atentado en Espa?a. El documento se?alaba que la proximidad geogr¨¢fica del ataque terrorista afectaba "claramente" a Espa?a. El hecho de que se atentara contra la Casa de Espa?a, y la numerosa poblaci¨®n de inmigrantes marroqu¨ªes en suelo espa?ol apoyaban esta evaluaci¨®n de amenaza. "Consideramos que la valoraci¨®n de la amenaza era importante y que pod¨ªamos vivir aqu¨ª una situaci¨®n operativa parecida a la de Casablanca", se?alaba el documento.

- Europol. Diciembre de 2003. "La guerra de Irak es un riesgo adicional para Espa?a".

Europol se?al¨® en un informe que la guerra de Irak se hab¨ªa convertido "en un riesgo adicional para Espa?a" por su apoyo incondicional a la intervenci¨®n militar.

- Informes del CNI. "C¨¦lulas durmientes". El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) elabor¨® en 2003 varios informes en los que vinculaba el protagonismo de Espa?a en la guerra de Irak con el aumento del riesgo de atentados por parte de grupos integristas isl¨¢micos.

- 27 de octubre de 2003. En esta nota se advert¨ªa de que hab¨ªa que tomar "en serio" las amenazas contra Espa?a vertidas por el m¨¢ximo l¨ªder de Al Qaeda, Osama Bin Laden. El CNI hac¨ªa en ese informe una "evaluaci¨®n de la amenaza" que supon¨ªa para la seguridad nacional el terrorismo islamista.

Los expertos del centro de inteligencia llegaron a la conclusi¨®n de que la amenaza deb¨ªa tomarse en serio, incluso si posteriores an¨¢lisis demostrasen que la voz de la cinta difundida por la cadena qatar¨ª no correspond¨ªa a Bin Laden.

La raz¨®n era que el llamamiento del l¨ªder de Al Qaeda se consideraba aut¨¦ntico entre los radicales islamistas y cualquiera pod¨ªa ejecutar su dictado, aunque no recibiera una orden expresa, lo que no resulta necesario en la nebulosa de grupos, sin estructura jer¨¢rquica, que utilizan la marca terrorista islamista.

El servicio secreto constat¨® la existencia de una creciente hostilidad hacia Espa?a en la opini¨®n p¨²blica ¨¢rabe. El informe del 27 de octubre alud¨ªa a la celebraci¨®n en Madrid de la Cumbre de Donantes para la Reconstrucci¨®n de Irak, los d¨ªas 23 y 24 de ese mismo mes, como otro acontecimiento que hab¨ªa colocado a Espa?a en el primer plano. Y mencionaba la detenci¨®n, el 5 de septiembre en Granada, del corresponsal de Al Yazira Tayseer Alouny, que entrevist¨® a Bin Laden durante la guerra de Afganist¨¢n, y cuyo encarcelamiento en Espa?a por orden del juez Baltasar Garz¨®n tuvo un amplio eco en los medios de comunicaci¨®n ¨¢rabes.

El informe del CNI subrayaba la presencia en Espa?a de varios grupos de radicales islamistas que pod¨ªan actuar como "c¨¦lulas durmientes" y activarse en cualquier momento para cometer atentados terroristas.

La investigaci¨®n de la matanza del 11-M en Madrid confirmar¨ªa medio a?o m¨¢s tarde uno de los aspectos m¨¢s sorprendentes que inclu¨ªa la nota elaborada por el servicio de inteligencia espa?ol: la conexi¨®n entre radicales islamistas y elementos vinculados a la delincuencia com¨²n. El informe del CNI tambi¨¦n constataba que las bombas de Casablanca no s¨®lo hab¨ªan tenido entre sus objetivos la Casa de Espa?a, sino que la posterior represi¨®n de la polic¨ªa marroqu¨ª hab¨ªa provocado una fuga hacia territorio espa?ol, en busca de refugio, de individuos relacionados con el integrismo islamista, lo que constitu¨ªa un riesgo adicional.

El CNI sigui¨® los pasos de algunos de ellos, especialmente en Ceuta y Melilla, donde ten¨ªa mayor experiencia y facilidad de penetraci¨®n el servicio secreto espa?ol. Todos estos elementos llevaron al CNI a concluir en su informe que exist¨ªa un riesgo serio de atentado islamista en un plazo de tiempo no muy largo.

Aunque entre los objetivos probables de los terroristas el CNI apuntaba a las tropas espa?olas en Irak o intereses espa?oles en pa¨ªses ¨¢rabes, no descartaba atentados en territorio espa?ol. El documento mostraba especial preocupaci¨®n por la seguridad de las aeronaves de Estado, quiz¨¢ porque se redact¨® pocos d¨ªas despu¨¦s del viaje que, entre el 19 y el 23 de octubre, realizaron los Reyes a Siria y varios emiratos del golfo P¨¦rsico.