Merkel logra una victoria p¨ªrrica
La CDU consigue con su candidata tres puntos menos que con Stoiber en 2002
El sue?o de Angela Merkel de convertirse en la primera mujer canciller en Alemania podr¨ªa concluir en pesadilla. Tanto Merkel como el canciller Gerhard Schr?der (SPD) reclaman el derecho a formar nuevo gobierno. La m¨ªnima victoria de la democracia cristiana (CDU/CSU), un ¨ªnfimo 35,2% sobre el 34,3% de los socialdem¨®cratas de Schr?der, no auguraba nada bueno para Merkel, mujer, divorciada, protestante y oriunda del Este de Alemania, una ossi, en un partido donde siempre mandaron los hombres, de preferencia cat¨®licos y del sur o el oeste de Alemania y donde la condici¨®n de divorciado resultaba hasta no hace mucho un obst¨¢culo insalvable para hacer carrera.
La victoria de Merkel puede resultar p¨ªrrica para la candidata. No basta el resultado de los democristianos para formar la coalici¨®n de centro-derecha con los liberales (FDP). La llamada coalici¨®n negro-amarilla contar¨ªa con poco m¨¢s del 45% de los votos y le faltar¨ªan unos 15 esca?os para la mayor¨ªa necesaria para elegir a Merkel como canciller. Anoche en Berl¨ªn, en los alrededores de la sede de la CDU ya se especulaba con la posibilidad de que si Merkel no consigue una mayor¨ªa para ser canciller, su carrera habr¨ªa acabado.
Algunos barones de su partido presentar¨¢n a Merkel factura por la desastrosa campa?a
La entrada de su experto en Hacienda en la campa?a tuvo un efecto devastador
Algunos de los barones regionales de la CDU, los poderosos primeros ministros de los Estados federados, no tardar¨¢n en presentar a Merkel la factura por los desastres de una campa?a electoral que la democracia cristiana inici¨® en las nubes de la demoscopia y qued¨® cerrada ayer en las urnas con el tercer peor resultado en los 56 a?os de historia de Alemania en la posguerra. Ayer ya se reunieron en la casa Adenauer en Berl¨ªn en plan informal algunos de esos barones. Sus primeras declaraciones respetan las cl¨¢usulas de estilo obligadas de apoyo a Merkel, pero ya se advierten tonos que no auguran nada bueno para esta mujer que os¨® desafiar al aparato de la CDU y que ha dejado sembrado de cad¨¢veres pol¨ªticos su camino.
Los barones democristianos ya hicieron sentir a Merkel en los ¨²ltimos d¨ªas de campa?a su poder al sacar a relucir a uno de esos cad¨¢veres, el defenestrado Friedrich Merz como potencial ministro de Hacienda en vez del denostado catedr¨¢tico de Heidelberg, Paul Kirchhof, al que apoyaba la candidata. Merkel se tuvo que tragar el sapo y ponerle buena cara a Merz, aunque las relaciones entre ellos estuviesen rotas despu¨¦s de que la jefa de la CDU lo desalojase del puesto de jefe del grupo parlamentario para ocuparlo ella misma. Anoche Merz calific¨® la jornada electoral de "un d¨ªa dif¨ªcil para la Uni¨®n y nada f¨¢cil para el pa¨ªs". Sobre la campa?a electoral dijo Merz: "Con certeza no se ha llevado de una manera ¨®ptima".
Al lado de Merkel compareci¨® ayer ante los medios el presidente del partido hermano la Uni¨®n Socialcristiana (CSU) el primer ministro de Baviera, Edmund Stoiber, derrotado hace tres a?os por Schr?der por s¨®lo 6.027 votos. No resulta muy aventurado suponer que Stoiber habr¨¢ tenido ayer una satisfacci¨®n ¨ªntima al constatar que Merkel consigui¨® en torno a un 3% de votos menos que los que ¨¦l logr¨® tres a?os atr¨¢s. La CSU obtuvo en Baviera en alrededor de un 50% de votos un 8% menos que Stoiber en 2002. Preguntado sobre esta ca¨ªda de votos, Stoiber respondi¨® que el resultado de la CSU en Baviera est¨¢ un 15% por encima del conseguido por la CDU en el resto de Alemania.
No cabe duda de que Stoiber ha contribuido al desastre de Merkel y la CDU/CSU si se tienen en cuenta sus declaraciones en las que calific¨® de "frustrados" y "no tan inteligentes como los b¨¢varos" a los electores del Este de Alemania. El precio ha sido que en el Este alem¨¢n el SPD fue el partido m¨¢s votado.
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