Sobra el enigma
Quienes consideran un enigma el t¨ªtulo que dio Picasso a sus grabados, Caja de remordimientos, olvidan los hechos reales. Los 45 aguafuertes, puntas secas y barnices blandos, m¨¢s otros 56 grabados, realizados por el artista malague?o entre 1919 y 1955, carec¨ªan de la talla que se esperaba de un autor como Picasso. Al descreer de esas poco afortunadas creaciones -seg¨²n su ver-, las dej¨® que se pudrieran en alg¨²n rinc¨®n de su estudio. A?os despu¨¦s, el s¨¦quito familiar convenci¨® al artista para que diera el visto bueno y firmara parte de las piezas que l¨²cidamente hab¨ªa renegado con anterioridad. Por tanto, sobra el enigma. Los remordimientos se encuentran en el acto mismo de haber estampado la firma donde no deb¨ªa. No le demos m¨¢s vueltas, salvo para apostillar que, como advert¨ªa Nietzsche, en el halago hay m¨¢s entrometimiento que en la censura. Pues bien, 45 grabados de esta historia se muestran en el Museo de Bellas Artes de Bilbao.
En efecto, all¨ª vemos saltando de un grabado a otro los trazos inconclusos, fallidos, torpes; l¨ªneas que parecen imposible que las haya trazado un maestro de la l¨ªnea como es Picasso. Pero debe decirse que en algunas obras viven pasajes de excelente factura, junto a otros pasajes menos felices, como por ejemplo las tituladas Dos mujeres sentadas / En el cabaret / Muchacho con m¨¢scara de toro, fauno y perfil de mujer / Balzac, seg¨²n Rodin, entre otras. Trat¨¢ndose de este artista se puede argumentar que lo malo de Picasso es infinitamente superior a lo bueno de muchos artistas...
Mas donde pierden consistencia estas obras es cuando se enfrentan a las series de grabados efectuados por Picasso en Las metamorfosis, de Ovidio, de 1931 y, sobre todo, en los cien aguafuertes de la Suite Vollard, de 1930-1937. En esa entera y magn¨ªfica Suite Vollard destacan dos temas, como son El estudio del escultor (planchas de la 37 a la 82) y El minotauro (planchas de la 83 a la 93). La inventiva, la pureza de l¨ªnea, la precisi¨®n segura de cada trazo convierten a la serie en obras maestras. Por no memorar la Suite 156, con las 156 planchas de cobre gestadas por Picasso a los 90 a?os, donde pone de manifiesto su talento inventivo, adem¨¢s de un compendio asombroso de vitalismo, suma graciosidad, humor a raudales, erotismo supino, adobado todo ello por un arrebato de una m¨¢xima libertad creadora. Al lado de estas series, la muestra bilba¨ªna deber¨ªa haberse titulado Los remordimientos del genio o cosa parecida.
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