Baiano confirma el notable arranque del Celta y hunde al Villarreal

No es ninguna broma este Celta, que sabe jugar y cuenta con un delantero de una efectividad escalofriante: Baiano. Sus apariciones en el ¨¢rea sepultaron al Villarreal, que empez¨® radiante con el regreso de Riquelme pero acab¨® desquiciado a pesar de que, por fin, el en¨¦simo tiro de Rom¨¢n acab¨® en las redes tras un rebote en la defensa. Lo mereci¨® por reiteraci¨®n, por su empe?o en sacar a su equipo de las profundidades. Insuficiente para empatar. Entre otras cosas porque su socio del a?o pasado, Forl¨¢n, estuvo muy desafortunado.

El Celta, en cambio, tuvo un delantero. Y no uno cualquiera, sino uno de esos que camina con las manos en las cartucheras, dispuesto a disparar. Por algo se pele¨® por ¨¦l el Celta con el Depor en verano. Por algo salv¨® al M¨¢laga del descenso el pasado ejercicio. Porque se faja con los dos centrales y da la sensaci¨®n de poder desplumarlos en cualquier momento. A poco que se descuiden. Ayer Gonzalo y Pe?a, con las ayudas de Senna y Tacchinardi, cre¨ªan tenerlo controlado. Por poco tiempo. Se resbal¨® Gonzalo y dispar¨® Baiano. A gol, claro. Coloc¨® suavemente el bal¨®n junto al poste tras un excelente centro de N¨²?ez, que hab¨ªa salvado f¨¢cilmente a Arruabarrena.

El Villarreal entr¨® de pronto en un pozo. Se acord¨® de que est¨¢ en la cola de la tabla, de que le est¨¢ pesando su participaci¨®n en la Champions, de que no encuentra la manera de volver a ganar. Y el Celta se lo crey¨®. Si hab¨ªa ganado en el Bernab¨¦u y tambi¨¦n se impon¨ªa en El Madrigal, era como para cre¨¦rselo. Empez¨® a gustarse. A salir de la presi¨®n adelantada de los amarillos con cierta comodidad. Demostrando una buena t¨¦cnica. La tiene. Fernando V¨¢zquez ha elegido a jugadores de este perfil, como Silva, que ayer ocup¨® con ¨¦xito el puesto del lesionado Canobbio. O Jorge, ex del Atl¨¦tico, que meti¨® un precioso pase en diagonal que hizo las delicias de Baiano nada m¨¢s comenzar el segundo tiempo. Esta vez el brasile?o le gan¨® la posici¨®n a Javi Venta. Y, solo ante Viera, la coloc¨® junto al palo. Era el primer minuto del segundo tiempo y el Villarreal sinti¨® la puntilla en la nuca. Por mucho que Pellegrini buscara en Roger, Figueroa y Guayre una profundidad que le faltaba. Y la encontrara espor¨¢dicamente. Pero, claro, si Forl¨¢n, tras regatear a Pinto, remataba fuera, poco quedaba por hacer.