Jim Jarmusch realiza una deliciosa revisi¨®n del mito de Don Juan
'Los suicidas' y 'Look both ways', en la secci¨®n Nuevos Realizadores
En la secci¨®n Zabaltegi / Zona Abierta, Jim Jarmusch y su Broken flowers, premiada en Cannes, obtuvo un reconocimiento pr¨¢cticamente un¨¢nime: los aplausos que se le dedicaron fueron los m¨¢s calurosos desde el comienzo del certamen. La moraleja que encierra Broken flowers no es m¨¢s que una posible variaci¨®n del mito de Don Juan, y consiste en recordar que, hoy por hoy, el eterno amante no puede ya encontrar su castigo en el cielo, sino en el mismo escenario de sus conquistas. Un maduro y exitoso hombre de negocios retirado (el colosal Bill Murray) recibe un d¨ªa una carta en la que una ex amante le comunica que aunque ¨¦l no lo sepa, es padre de un reto?o de 19 a?os, y que tal vez alg¨²n d¨ªa el chaval pretenda conocerlo. Nada m¨¢s. Y, espoleado por un vecino inquieto e indagador, nuestro hombre volver¨¢ a rehacer el camino hacia su pasado en busca de esa madre que le ha dado un hijo por ¨¦l no deseado.
El objeto del filme es justamente esa b¨²squeda, y los hilarantes, a menudo surreales encuentros con las mujeres, la excusa para la magistral aparici¨®n de una galer¨ªa de personajes a cual m¨¢s sorprendente. Jarmusch, un director exquisito que no rueda jam¨¢s un solo metro de pel¨ªcula de m¨¢s, borda aqu¨ª un discurso presidido por una corrosiva iron¨ªa, en el que se dan la mano un dominio generoso de las t¨¦cnicas narrativas con un prodigioso elenco de actores, entre los que destacan el propio Murray, Sharon Stone, Jessica Lange, Chlo? Sevigny o Julie Delpy. Es un filme que no pretende ir m¨¢s all¨¢ de su delgada an¨¦cdota, ni falta que le hace: en menos de dos horas, Jarmusch nos hizo olvidar muchas otras sesiones de sinsabores, mal cine y propuestas adocenadas y rutinarias.
En el apartado de la secci¨®n competitiva Nuevos Realizadores, las ¨²ltimas propuestas est¨¢n presididas por un cierto aire tanat¨®filo: la muerte es la principal invitada en las peripecias que ambas pel¨ªculas cuentan. En Los suicidas, adaptaci¨®n de una novela de Antonio di Benedetto y segundo largometraje de Juan Villegas, asistimos al proceso de enamoramiento que inician un periodista (Daniel Hendler) y una bella aunque un tanto misteriosa fot¨®grafo (Leonora Balcarce). ?l est¨¢ obsesionado por el suicidio de su padre. El encuentro entre ambos, al que Villegas vac¨ªa de cualquier connotaci¨®n sentimental para brindarlo como una fr¨ªa, distante exposici¨®n etol¨®gica, se antoja un experimento: jam¨¢s lograremos penetrar en la confusa, abstrusa l¨®gica de los comportamientos de la pareja, jam¨¢s sus reacciones nos conmueven ni sus penas nos involucran.
Otro tanto ocurre con Look both ways, primer largometraje de una conocida ilustradora de cuentos infantiles, las australiana Sarah Watt, y tambi¨¦n ejerce de ilustradora su protagonista, Justine Clarke. Aqu¨ª la cosa va no ya s¨®lo de la muerte, sino tambi¨¦n de muchos otros avatares dolorosos: hay un accidente de tren en el que mueren docenas de personas, y cuya presencia en la televisi¨®n es constante a lo largo del filme; pero tambi¨¦n un par de casos de c¨¢ncer, un accidental atropello tambi¨¦n obra de un tren, un fallecimiento lejano y hasta una paternidad no deseada..., demasiado para una pel¨ªcula que juega hasta el abuso con recursos un tanto ins¨®litos (inserta numerosos fragmentos de animaci¨®n entre la imagen real, y todos reproducen siniestras peripecias... de muerte, claro), pero tambi¨¦n de la casualidad para hacer que los personajes se encuentren, se separen, se reencuentren, sin obtener jam¨¢s, al menos de quien esto escribe, algo m¨¢s que un educado, fr¨ªo distanciamiento.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.