Cr¨®nica de un tiempo duro

Flor de Oto?o se estren¨® en 1973 y fue un ¨¦xito importante. Pas¨® al cine, y desde el cine viene ahora, m¨¢s de treinta a?os despu¨¦s, una versi¨®n que se debe a Mar¨ªa Jos¨¦ Garc¨ªa; supongo que har¨ªa falta para que entrase en esta actualidad, o saliera de aqu¨¦lla, que estrenada en vida de Franco y con una censura teatral aguda, podr¨ªa necesitar esta revisi¨®n. Entonces me pareci¨® excelente; ahora, menos. Quiz¨¢ por las revisiones y por la direcci¨®n de Ignacio Garc¨ªa. Encuentro demasiada inclinaci¨®n en algunos momentos hacia el esperpento en el retrato de las familias bien y las reuniones de los anarquistas, con una bomba redonda y un idioma m¨¢s de farsa que de la cr¨®nica de un tiempo duro en Catalu?a -la dictadura de Primo de Rivera- que entran en la comicidad.

Llevados a esos extremos, no todos los comediantes pudieron hacerlo bien, sin moh¨ªnes y sin remedos. Otra exageraci¨®n: cargar con la pluma al travestido, que pasa de ser un personaje de triple personalidad a ser un mariquita sin gracia. Con mucha oscuridad en el escenario, y hasta con humo para dar un efecto dram¨¢tico a lo que lo tiene por el texto y la situaci¨®n, como es la escena de la c¨¢rcel, ni luz ni decorados mejoran en nada el texto.

Fueron muchos los aplausos. Los primeros arrancaron en la actuaci¨®n de la cupletista, y la verdad es que Trinidad Iglesias lo hace muy bien; luego se guardaron para el final y se dirigieron de manera especial a Jeannine Mestre y menos a Fele Mart¨ªnez, que cuando su papel se hace de persona normal lo hace bien.

"Viva la far¨¢ndula", grit¨® el autor al salir, y el p¨²blico, que era de la far¨¢ndula, se entusiasm¨®. L¨¢stima que a veces la presi¨®n de un director cambie el sentido con el que la far¨¢ndula la hubiera hecho. En todo caso, es un espect¨¢culo muy recomendable en cuanto al recuerdo, la manera de tratar y de interpretar esta cr¨®nica del siglo XX.