Un hotel que destaca por su buena cocina

El chef Juan Pablo Felipe, un encumbrado cocinero espa?ol, inicia estos d¨ªas una nueva aventura profesional en la sierra de Madrid

d. Su talento emprendedor y el hueco que le deja su programa en el canal Cocina de televisi¨®n lo han llevado hasta la localidad de Miraflores, donde el catedr¨¢tico de medicina y ex presidente de la Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol Alfonso de la Fuente Chaos se hizo construir en los a?os cuarenta un palacete neog¨®tico, herreriano y gustaviano con estupendas vistas sobre la cuenca alta del Manzanares. Con mejor oficio en los fogones que en el atril de la decoraci¨®n, el chef acaba de inaugurar un hotel muy sugerente para celebrar banquetes y lunas de miel por esa idea preconcebida de que a los reci¨¦n casados lo que les gusta es el ambiente merengado.

Nadie que conozca el minimalismo radical de El Chafl¨¢n, su restaurante en Madrid, entiende c¨®mo se atreve Felipe a pastelear entre armarios rancios, ara?as repollo, tapicer¨ªas abigarradas y emplomados her¨¢ldicos. C¨®mo puede uno pisar esa alfombra cardenalicia que serpea sobre la escalinata de entrada a la mansi¨®n... O ver la tele en un monitor LCD colgado junto a un aplique seudobarroco bajo el cual flirtea una coqueta de madera noble y un espejo belle ¨¦poque... Qu¨¦ incongruencia, adem¨¢s, yuxtaponer el pastiche palaciego a algunas antig¨¹edades de val¨ªa rebuscadas entre las m¨¢s importantes almonedas de Europa. Porque el palacio, en honor a la verdad, no escamotea ning¨²n lujo a quien franquea la verja y sortea los casta?os y las con¨ªferas en actitud sibarita.

Entre los 15 dormitorios destaca por la amplitud de sus dos terrazas el n¨²mero 10, con vistas al orto y al ocaso. Otro panorama m¨¢s empalagoso se vive dentro, entre paredes de estucado veneciano rosa, cenefas de escayola en el techo y un acondicionador de aire pintado en tono fresa. En la misma l¨ªnea frufr¨² se desenvuelve el cuarto de ba?o.

Lo verdaderamente significante en este hotel es aquello que se cuece en El Mirador de Juan Pablo, un restaurante con aspiraciones serias que resuelve su falta de rodaje con un men¨² solvente de ocho platos servidos en vajilla de Versace y maridados con seis vinos de categor¨ªa. Los desayunos sacian el apetito y despiertan la curiosidad a trav¨¦s de un buf¨¦ variado que se sirve en bandeja en la propia habitaci¨®n.