Enganchados
No hace falta entrar en uno de esos llamados edificios inteligentes de un centro empresarial a la ¨²ltima para encontrar personas que han convertido la tecnolog¨ªa en compa?eros habituales de vida o trabajo. Deportistas, agricultores, taxistas, jubilados, m¨¦dicos y actores cuentan con ella para rentabilizar su esfuerzo, mantenerse comunicados o simplemente hacer menos aburridos los tiempos de espera.
El ciclista: en forma para la carrera
Hace 15 o 20 a?os los ciclistas profesionales no se hac¨ªan pruebas de esfuerzo. S¨®lo en Estados Unidos y Escandinavia, los atletas y los esquiadores de fondo recurr¨ªan a ellas sobre un tapiz rodante para medir su VO2 max (consumo de ox¨ªgeno, que da idea de la resistencia), midiendo despu¨¦s la concentraci¨®n de ox¨ªgeno y CO2 en el aire espirado, o su umbral anaer¨®bico, cruzando los datos del an¨¢lisis de sangre instant¨¢neo y las pulsaciones de cada momento. Despu¨¦s lleg¨® la tecnolog¨ªa; se construyeron las bicicletas de laboratorio, erg¨®metros electromagn¨¦ticos, como la que usa Paco Mancebo, ciclista del Illes Balears en la fotograf¨ªa de la Universidad Europea de Madrid. Estos aparatos calculan la potencia, los vatios que es capaz de producir el deportista, y automatizan la medici¨®n del VO2 max, que ahora se obtiene instant¨¢neamente, por red y con posibilidad incluso de efectuar un electrocardiograma durante el esfuerzo. CARLOS ARRIBAS.
Los taxistas: un sal¨®n en el coche
Agust¨ªn Molero y Jos¨¦ Antonio Garc¨ªa son dos almas gemelas. Ambos son taxistas y comparten la devoci¨®n por la tecnolog¨ªa. Sus veh¨ªculos est¨¢n equipados a la ¨²ltima: navegador, DVD, televisi¨®n, equipo de m¨²sica y PlayStation. Los clientes se asombran al ver este despliegue tecnol¨®gico: "Algunos ya lo tienen asumido, aunque se siguen sorprendiendo con las pel¨ªculas". Como ambos llevan el monitor de televisi¨®n en el salpicadero, no pueden ponerlas mientras circulan, pero con ellas las esperas son m¨¢s entretenidas. "En las horas muertas, juego, y cuando llega un cliente guardo los datos y me pongo en marcha", explica Agust¨ªn, de 25 a?os de edad. Los dos est¨¢n en contra de la pirater¨ªa. Ellos compran y comparten. Mientras uno ve El beso del drag¨®n, el otro juega con Ace Combat. Despu¨¦s se los intercambiar¨¢n, que para algo son almas gemelas. ANA PANTALE?N.
El agricultor: riego bajo control
Javier Pomar es agricultor en el desierto de los Monegros, as¨ª que lleva toda su existencia luchando contra la escasez de agua. Ingeniero agr¨®nomo y agricultor de Pe?alba, un pueblo de 800 habitantes, se hizo adulto yendo a los campos "a dar el agua" y "a cerrarla" cuando terminaban de regar. Ahora, a los 49 a?os, Pomar pone en marcha el riego con un peque?o ordenador de bolsillo que se conecta por una red inal¨¢mbrica al ordenador central que regula el arranque y la parada autom¨¢tica del sistema de distribuci¨®n de agua y de los hidrantes, controla el consumo y env¨ªa mensajes al m¨®vil si se produce alguna incidencia. "M¨¢s que evitar trabajo, de lo que se trata es de lograr mejores rendimientos y, sobre todo, de ahorrar agua, que cada d¨ªa es un bien m¨¢s escaso". FERNANDO GARC?A.
El 'showman': malabares y 'software'
Se?oras y se?ores, van a ver el m¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa: Xavier de Blas explicar¨¢ con juegos malabares las bondades del software libre. Su visi¨®n desenfadada de la tecnolog¨ªa es el reclamo perfecto para explicar a audiencias circunspectas c¨®mo funciona la filosof¨ªa del usar, compartir y distribuir. Linux Show es el espect¨¢culo con el que recorre Espa?a y Portugal, desde noviembre de 2001, para difundir que "el conocimiento es y debe ser patrimonio de la humanidad". Un espect¨¢culo inteligente, ir¨®nico y pedag¨®gico para comprender que, m¨¢s all¨¢ de la tecnolog¨ªa, "el movimiento libre propone una nueva filosof¨ªa del conocimiento". LAIA REVENT?S.
El cirujano: m¨²sica, luces, c¨¢maras?, ?acci¨®n!
Un endoscopio electr¨®nico, introducido por un corte en el abdomen, permite ver con calidad de imagen digital el interior de la paciente (pantalla de la derecha). Desde Singapur, 12 m¨¦dicos siguen la operaci¨®n por videoconferencia (pantalla al fondo). Minutos antes, Antonio M. Lacy ha modificado el quir¨®fano a su gusto utilizando su voz: las luces, su m¨²sica favorita, el movimiento de la mesa quir¨²rgica? "La medicina ha avanzado much¨ªsimo en 50 a?os", explica Lacy, "pero la sala del quir¨®fano, nada. Ahora, por primera vez, los cirujanos trabajamos con los ingenieros para crear un quir¨®fano acorde a nuestras necesidades". LAIA REVENT?S.
El maestro: a clase con ordenador
Jos¨¦ Antonio Blesa es el director del colegio rural agrupado (CRA) de Ari?o, un pueblo de Teruel de 900 habitantes, y es adem¨¢s un gur¨² de la aplicaci¨®n de las nuevas tecnolog¨ªas a la ense?anza. En su colegio, un proyector conectado a un ordenador ha sustituido a la pizarra tradicional, y los alumnos, en vez de cuadernos, escriben con un lapicero sobre un ordenador (Tablet PC) conectado a una red wi-fi. "Antes el profesor ten¨ªa el conocimiento y daba clases magistrales", recuerda, "ahora nuestro trabajo es hacer de gu¨ªas para que los alumnos encuentren el conocimiento en la Red". FERNANDO GARC?A.
La jubilada: conectarse no tiene edad
Mar¨ªa Soria es una de estas abuelas del siglo XXI a las que no resulta f¨¢cil encontrar en casa. Durante 30 a?os trabaj¨® como monitora de nataci¨®n; ahora pinta, baila, nada, ense?a dibujo? "Pero no pod¨ªa jugar con mis nietos. Se pon¨ªan en el ordenador y yo no sab¨ªa". Hace seis a?os, con 71 de edad, se apunt¨® a los cursos inform¨¢ticos que organiza La Caixa para personas mayores. "Me cost¨®, y me cuesta, porque cada vez quiero saber m¨¢s". Ahora va un d¨ªa a la semana al hospital para ense?ar inform¨¢tica a los ni?os que deben pasar all¨ª largas temporadas, y se dedica a animar a probarlo a todas sus amigas. JAVIER MART?N.
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