Coalici¨®n para Europa
La Uni¨®n Europea, en s¨ª un enorme ejercicio de gobierno de coalici¨®n, necesita que se forme cuanto antes en Berl¨ªn un Ejecutivo capaz de impulsar las reformas que necesita Alemania y de dar una nueva confianza a sus ciudadanos. A estas alturas, y aunque conjuntamente hayan sumado un m¨ªnimo hist¨®rico de menos del 70% de los votos, lo que parece m¨¢s probable es una gran coalici¨®n entre democristianos y socialdem¨®cratas, que garantice el consenso en ambas c¨¢maras para sacar adelante un conjunto de reformas estructurales que entienda y apoye la gente.
La labor de Angela Merkel y Gerhard Schr?der es, en primer lugar, gestionar con sensatez los resultados de la votaci¨®n. Aunque hay otras alternativas, no cabe presentar, como tantos agoreros estos d¨ªas, la posibilidad de una gran coalici¨®n como un desastre que llevar¨¢ a la par¨¢lisis de Alemania, y por tanto, de Europa. Ambas formaciones tienen la posibilidad de un programa com¨²n que transforme el pa¨ªs sin romper el consenso social. Que Alemania se dote de un Gobierno estable y din¨¢mico es condici¨®n esencial para encauzar de nuevo los debates en una Europa falta de ideas y l¨ªderes, y que a¨²n no se atreve a dar por muerta su Constituci¨®n. Y sin embargo, est¨¢ muerta, aunque el silencioso funeral dure hasta que Francia vote en 2007 sobre qui¨¦n ha de suceder, y con qu¨¦ mayor¨ªa en la Asamblea Nacional, a un Chirac que sigue guardando secreto sobre su reciente enfermedad.
La UE est¨¢ en una grave crisis. En este vac¨ªo la Comisi¨®n Europea ha intentado una reflexi¨®n colectiva sin gran resultado. Londres, con un discurso m¨¢s trabado sobre el papel europeo en la globalizaci¨®n, va por delante en la preparaci¨®n del debate sobre el modelo social, y la presidencia brit¨¢nica de turno no necesita que Dur?o Barroso salga a reclamar un acuerdo en diciembre sobre las grandes cifras presupuestarias de la Uni¨®n para 2007-2013. Lo est¨¢ intentando y es posible. Pero para lograrlo necesita que Chirac lo acepte y que Alemania tenga un Gobierno firme.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.