El rey de la fama
Alonso ha superado en popularidad, seg¨²n un estudio, a los gal¨¢cticos del Madrid y a Ronaldinho desde que fue l¨ªder
![Oriol Puigdemont](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F70061975-8bab-4111-b417-09622aecbbd8.png?auth=9f7d2b15561eff3fa799bb034874b235e39850487a79a6c06a016518fc49b6e1&width=100&height=100&smart=true)
Un ¨ªdolo es, seg¨²n la definici¨®n del diccionario, una persona amada con exaltaci¨®n. Y Fernando Alonso encaja en esa descripci¨®n desde que irrumpi¨® en el Campeonato del Mundo de F¨®rmula 1, en 2001, a los mandos de un vulnerable Minardi. La marea roja que en los ¨²ltimos a?os te?¨ªa las pelouses de todos los circuitos en tributo a Michael Schumacher, siete veces campe¨®n mundial, se ha tornado en solo dos a?os de azul cielo, los colores del b¨®lido del campe¨®n m¨¢s joven de la historia. El aura que envuelve al piloto espa?ol ha cautivado a todos aqu¨¦llos que, tras Pedro Mart¨ªnez de la Rosa y Marc Gen¨¦, ansiaban la llegada de una figura que luchara contra Schumacher y compa?¨ªa para ganar carreras.
S¨®lo Schumacher, Raikkonen y el asturiano tienen tienda propia en todos los circuitos
Albert Agust¨ª es consejero delegado de Havas Sports, una empresa dedicada a la mercadotecnia deportiva que realiza semanalmente un an¨¢lisis de popularidad de las figuras. Los resultados son utilizados por los anunciantes, que anhelan tener a los iconos juveniles como imagen de sus productos. A d¨ªa de hoy, ese r¨¢nking lo encabeza Alonso con la misma comodidad con la que ha ganado el Mundial. "Primero, solicitamos a los encuestados que nombren deportistas al azar para, m¨¢s tarde, preguntarles a qui¨¦n admiran m¨¢s", comenta Agust¨ª. Los medios informativos tienen una influencia vital para elaborar estos estudios porque de ellos dependen que las haza?as de los deportistas lleguen finalmente al gran p¨²blico. Los informes de Havas Sports revelan que desde abril de 2004 la popularidad de Alonso ha subido como la espuma en Espa?a. El asturiano, hace un a?o, era el quinto deportista m¨¢s famoso Ronaldo, Ra¨²l y Beckham, gal¨¢cticos del Madrid, y el barcelonista Ronaldinho. ?sta fue la t¨®nica hasta abril de 2005, mes en el que Alonso logr¨® su segunda victoria de la temporada en el Gran Premio de Bahrein y se coloc¨® l¨ªder del Mundial. Desde entonces es el deportista m¨¢s conocido por los espa?oles.
"Cuando ten¨ªamos los derechos de emisi¨®n de la F-1", comenta Pedro Barthe, jefe de deportes de Televisi¨®n Espa?ola, "renov¨¢bamos el contrato cada a?o y no pag¨¢bamos m¨¢s de 300 millones de pesetas". "La audiencia no superaba el medio mill¨®n de espectadores en todo el territorio espa?ol", a?ade Barthe, quien lamenta que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) desestimara la renovaci¨®n del contrato de los derechos de televisi¨®n del Mundial. "Desde que surgi¨® el fen¨®meno Alonso todo se ha disparado", concluye.
Con Alonso en la pista, el dinero exigido por Stacourt Limited, la empresa que gestiona los derechos de televisi¨®n de la F-1 en Espa?a, se han cuadruplicado. Lo mismo ha ocurrido con las audiencias. Todos las carreras de 2005 han superado en n¨²mero de espectadores las del a?o pasado e incluso, en los grandes premios de Canad¨¢ y Estados Unidos, la audiencia lleg¨® a doblarse. La prueba de Monza, la que brind¨® a Alonso la oportunidad de coronarse campe¨®n en B¨¦lgica, fue seguida por una de cada dos personas, ya fuera por Tele 5 o por TV3. La media de espectadores del Gran Premio de Italia fue de 5,6 millones, lo que se traduce en un 53,2% de share o cuota de pantalla. Dicho de otra forma: la carrera de Monza fue vista por 1,7 millones de personas m¨¢s que la disputada en ese circuito hace un a?o.
Pero la admiraci¨®n puede resultar muy cara. Las marcas se aprovechan de la devoci¨®n de los aficionados, que llegan a pagar grandes cantidades de dinero para llevar la camisa, la gorra o las gafas oficiales del equipo de su ¨ªdolo. S¨®lo tres pilotos del Mundial poseen tienda oficial propia, independiente de las que sus equipos montan en cada carrera: Michael Schumacher, Fernando Alonso y Kimi Raikkonen. Desde un llavero azul con el n¨²mero 5 de Alonso, de cinco euros, hasta una camisa oficial, de 129, las marcas ofrecen un elenco de objetos de culto a sus iconos. Dif¨ªcil es encontrar a alguien en las gradas que no porte alguna se?a de identidad de su piloto. Algo inusual empieza a darse ya en las carreras, en las que hasta ahora las escuder¨ªas arrastraban pasiones y odios. Ataviados con alhajas del rojo de Ferrari, muchos aficionados merodean e incluso compran en las tiendas azules. El fen¨®meno Alonso, a d¨ªa de hoy, no tiene freno.
![Fernando Alonso juega en la presentaci¨®n de un videojuego para m¨®viles en Barcelona.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/OGVZN2WVC3EBGS7Q66VJJJHXKE.jpg?auth=0ffcb0428460bf02b881e294fdeab640e40738c57c440bf7812d74a790fd5817&width=414)
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