Cogida menos grave de Serrano
Los dos ¨²ltimos novillos fueron sendos regalos, pero con una evidente diferencia. Mientras el cuarto no disimul¨® su condici¨®n de manso y mal estilo, el ¨²ltimo escondi¨® sus intenciones hasta asegurar la presa. A este novillo, Sergio Serrano le ofreci¨® la cara desde que lo recibi¨® con dos largas de rodillas. Manso y suelto en varas, el de Arjona fue en la muleta un aviso constante de peligro, m¨¢s sordo que evidente. Firme y valiente, Serrano le plant¨® batalla, que ten¨ªa bien ganada hasta que fue prendido de mala manera por el muslo izquierdo. El cuarto fue otro regalo. Una bomba de relojer¨ªa envuelto en papel celof¨¢n. Tambi¨¦n manso y suelto en varas, lleg¨® muy enterado a la muleta. Fue una oleada constante. Un caos de lidia, que Ismael L¨®pez salv¨® como pudo en la muleta.
Arjona / Callej¨®n, L¨®pez, Serrano
Novillos de S¨¢nchez Arjona, bien presentados, nobles los dos primeros y con peligro los dos ¨²ltimos. Jos¨¦ Miguel Callej¨®n: (rejoneador), oreja. Ismael L¨®pez: silencio, saludos y palmas en el que mat¨® en sustituci¨®n de Serrano. Sergio Serrano: oreja y cogido menos grave en el muslo izquierdo por el ¨²ltimo. Plaza de Algemes¨ª, 25 de septiembre. 2? de feria. Lleno.
S¨¢nchez Arjona rompi¨® su tradicional racha de triunfos en esta plaza y la novillada rompi¨® los pron¨®sticos. Toda la imagen exterior de esa novillada, muy lustrosa y de perfecto remate, se desmoron¨® despu¨¦s. Un hermoso castillo de naipes venido abajo. Antes de aquellos dos regalitos que saltaron en cuarto y quinto lugar, salieron otros dos de mejor condici¨®n, nobles, pero con escasa entrega. El primero, que ech¨® la cara arriba en banderillas, cort¨® viaje por el pit¨®n derecho. Ismael L¨®pez se centr¨® m¨¢s por el izquierdo, toreando al natural. La premisa de esa labor fue, ante todo, el oficio. Al final de una larga y reiterativa faena, el novillo acab¨® rajado.
Sergio Serrano le plant¨® cara al segundo, que le costaba pasar. La faena fue una mezcla de oficio y buen gusto. Jugosa labor en novillero de valor seco.
El de rejones fue el novillo bravo de la tarde. Mucho galope en Jos¨¦ Miguel Callej¨®n y desigual a la hora de clavar. Palos esparcidos por todo el lomo del novillo y un abuso de castigo.Los dos ¨²ltimos novillos fueron sendos regalos, pero con una evidente diferencia. Mientras el cuarto no disimul¨® su condici¨®n de manso y mal estilo, el ¨²ltimo escondi¨® sus intenciones hasta asegurar la presa. A este novillo, Sergio Serrano le ofreci¨® la cara desde que lo recibi¨® con dos largas de rodillas. Manso y suelto en varas, el de Arjona fue en la muleta un aviso constante de peligro, m¨¢s sordo que evidente. Firme y valiente, Serrano le plant¨® batalla, que ten¨ªa bien ganada hasta que fue prendido de mala manera por el muslo izquierdo. El cuarto fue otro regalo. Una bomba de relojer¨ªa envuelto en papel celof¨¢n. Tambi¨¦n manso y suelto en varas, lleg¨® muy enterado a la muleta. Fue una oleada constante. Un caos de lidia, que Ismael L¨®pez salv¨® como pudo en la muleta.
S¨¢nchez Arjona rompi¨® su tradicional racha de triunfos en esta plaza y la novillada rompi¨® los pron¨®sticos. Toda la imagen exterior de esa novillada, muy lustrosa y de perfecto remate, se desmoron¨® despu¨¦s. Un hermoso castillo de naipes venido abajo. Antes de aquellos dos regalitos que saltaron en cuarto y quinto lugar, salieron otros dos de mejor condici¨®n, nobles, pero con escasa entrega. El primero, que ech¨® la cara arriba en banderillas, cort¨® viaje por el pit¨®n derecho. Ismael L¨®pez se centr¨® m¨¢s por el izquierdo, toreando al natural. La premisa de esa labor fue, ante todo, el oficio. Al final de una larga y reiterativa faena, el novillo acab¨® rajado.
Sergio Serrano le plant¨® cara al segundo, que le costaba pasar. La faena fue una mezcla de oficio y buen gusto. Jugosa labor en novillero de valor seco.
El de rejones fue el novillo bravo de la tarde. Mucho galope en Jos¨¦ Miguel Callej¨®n y desigual a la hora de clavar. Palos esparcidos por todo el lomo del novillo y un abuso de castigo.
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