Bodas gays, derecho fundamental o garant¨ªa institucional

Dirimir¨¢ el Tribunal Constitucional, provocar¨¢ un revuelo pol¨ªtico y aliviar¨¢ muchas cabezas. Incluso entre los expertos jur¨ªdicos en la materia. El PP anunci¨® la semana pasada un recurso ante el Constitucional sobre la ley de matrimonios homosexuales, trasladando as¨ª el debate al terreno jur¨ªdico. Pero tampoco ah¨ª las cosas est¨¢n claras. Entre los catedr¨¢ticos en derecho eclesi¨¢stico y familiar, los partidarios de las bodas gays se limitan a augurar la constitucionalidad porque lo ven como un "derecho fundamental para cualquier persona". Los opositores sostienen que el matrimonio es, fue y deber¨ªa seguir siendo una "garant¨ªa institucional" definida hist¨®ricamente entre un hombre y una mujer.

Catedr¨¢ticos en Derecho Eclesi¨¢stico de toda Espa?a se reunieron la semana pasada en Carmona (Sevilla), convocados a un curso de verano de la Universidad Pablo de Olavide, para debatir sobre nuevos "modelos familiares". El coordinador del curso, Jos¨¦ Mar¨ªa Contreras Mazar¨ªo, se remite inmediatamente a lo expresado literalmente en el ahora cuestionado art¨ªculo 32 de la Constituci¨®n. "El texto lo que dice es que el matrimonio es un derecho fundamental de toda persona y, por tanto, eso es independiente de su sexo, sea hombre o mujer. No dice que se tienen que casar exclusivamente entre ellos".

Josep Maria Martinell, de la Universidad de Lleida, se muestra optimista sobre el enorme grado actual de aceptaci¨®n de la regulaci¨®n de los homosexuales incluso en los sectores m¨¢s conservadores. Opina que el matrimonio homosexual ser¨¢ constitucional, porque no existe para su concreci¨®n ning¨²n "impedimento, ni absoluto ni relativo", aunque tambi¨¦n ve factible la constitucionalidad de las uniones civiles o de otras posibles definiciones. Como Contreras Mazar¨ªo, se apoya en que el art¨ªculo 32 no espec¨ªfica que el matrimonio tenga que ser heterosexual. "En la Constituci¨®n no est¨¢ todo, ni tiene que estarlo". Este experto en derecho familiar admite, eso s¨ª, que se podr¨ªa haber optado por otra soluci¨®n si en Espa?a los homosexuales no partiesen de una situaci¨®n hist¨®rica de tanta discriminaci¨®n social.

En el otro bando, respaldado por los informes consultivos que reclaman un m¨¢s amplio debate social del Consejo General del Poder Judicial, del Consejo de Estado y de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislaci¨®n, Rafael Navarro-Valls mantiene que ser¨¢ inconstitucional la nueva norma sobre el matrimonio "porque pretende suprimirlo o vaciarlo de contenido propio". Navarro-Valls, catedr¨¢tico de Derecho Eclesi¨¢stico de la Complutense y experto matrimonial, ha estudiado "la mente y las intervenciones" de los constituyentes cuando redactaron el art¨ªculo 32 de la pol¨¦mica e interpreta que "ese momento fundacional recoge el sentido propio de instituciones preexistentes como el matrimonio heterosexual". Valls rechaza el argumento a favor de la equiparaci¨®n de derechos, por su subjetividad, y defiende que "no se puede alterar el matrimonio con otras figuras". El catedr¨¢tico Gregorio Delgado, de Baleares, sostiene que la norma ser¨¢ constitucional, pero a?ade, adem¨¢s, que "la concepci¨®n de la familia en el ordenamiento espa?ol no tiene que ser sin¨®nimo de las ideas de la Iglesia cat¨®lica, sino que debe aplicar principios de igualdad y equiparaci¨®n de derechos".

La catedr¨¢tica de la Complutense Ana Fern¨¢ndez Coronado insiste en que la redacci¨®n vigente en la Constituci¨®n es abierta porque los constituyentes ni se imaginaban el debate actual, pero tambi¨¦n sostiene que el esp¨ªritu de la Carta Magna "es muy personalista, defiende los derechos de las personas y tiende hacia la igualdad y la equiparaci¨®n, por lo que la ley ser¨¢ constitucional".