Odisea 2005/6 en el vac¨ªo
En la planta de las Cortes que da acceso al hemiciclo puede verse una exposici¨®n de pintura de t¨ªtulo Revisando los g¨¦neros. El Paisaje. Ayer, desde luego, el presidente Francisco Camps no revis¨® el g¨¦nero de la oratoria parlamentaria. En el modo no ya del optimismo hist¨®rico, sino del triunfalismo propio de un secretario general del politbur¨® del PCUS, se imput¨® todo lo acontecido en el pasado reciente. Siempre un ¨¦xito, a un paso de un futuro -casi presente- de bienestar y solidaridad. Si no se atribuy¨® el asalto al Cuartel de la Monta?a y el asesinato de Kennedy debe ser porque ambas cosas no son de buen tono y no sirven para marear la perdiz. Cierto, como aqu¨ª no hay miner¨ªa o industria pesada, sus "datos" no versaban sobre toneladas de producci¨®n de carb¨®n o de acero. Pero s¨ª sobre un revuelto de convenios reci¨¦n firmados -sobre todo con los ministerios del Gobierno central-, inversiones en infraestructuras que manejaban cifras tanto de esta legislatura como de las pasadas, buenos prop¨®sitos y mucho pensamiento m¨¢gico. Todo aderezado con un positivismo algo rampl¨®n: varias veces bram¨® que sus ".
El secretario del PSPV fue contundente en su primera alocuci¨®n. S¨ª, aludi¨® al caso Fabra y la hipoteca que ello supone tanto para el PP cuanto para el presidente. Pero su dispositivo ret¨®rico -no por cl¨¢sico, menos eficaz- se ajust¨® al principio de que "enga?ar es dar a la mentira la apariencia de la verdad". Para desinflar tanta pompa y auto bombo -Camps roz¨® el obstruccionismo parlamentario al gastar dos horas y veinte minutos en su discurso-, el s¨ªndic socialista emple¨® casos paradigm¨¢ticos convincentes. Por ejemplo, prometer 20 millones de euros a las escuelas de vela estar¨ªa muy bien, si no fuera, desgran¨®, por la falta de centros escolares, calefacci¨®n, ordenadores suficientes, maestros de apoyo... si no fuera por las tasas de fracaso escolar, por la ratio en las aulas de ni?os de tres a?os que es en muchos centros de 27 ni?os, cuando deber¨ªa ser de 20.
Pero no por partidario de los datos, el presidente es amigo del detalle. He aqu¨ª un hombre hechizado por la hip¨¦rbole, al que la comunidad le viene peque?a y lo que emprende implica al planeta: lleg¨® a afirmar, sin sonrojo alguno, que ". No importa el asunto: si es el proyecto en 2007 de la Primera Feria Internacional del Vino de ?lite -?qui¨¦n fue el nota que puso el nombre?-, pues acudir¨¢n "; si es el V Encuentro Mundial de la Familia, " (?a que da miedo?); ?Y si se trata del proyecto de la Universidad Internacional de Valencia? no lo duden, es ". Incluso la III Bienal de Valencia -un bluf insostenible cuyo presupuesto ellos mismo han amputado- "consolidar¨¢
imagen internacional".
No puede dejar de apreciarse la distancia que media entre el lenguaje de los dos l¨ªderes. Los nombres de los planes y programas del presidente -"Bono respiro", "La sanidad en casa"... -son una extra?a mezcla del arca¨ªsmo de la antigua publicidad radiof¨®nica y de las ofertas de supermercado. ?500 programas oiga!, de lo que se llama "gen¨¦ricamente pol¨ªtica social" y a ¨¦l "le gusta llamar pol¨ªtica de atenci¨®n a las personas". En fin, la pamema de la atenci¨®n personalizada, etc¨¦tera. Con raz¨®n Pla insisti¨® en que "la pol¨ªtica es s¨®lo el resplandor fulgurante de la imagen".
El imponente ficus del patio de las Cortes crece de forma peculiar. Cuando sus ra¨ªces a¨¦reas llegan al suelo rebrotan y alcanzan de nuevo las ramas. Forman as¨ª un entramado que abraza al ¨¢rbol y lo estrangula, quedando como resto un cilindro hueco. Al observar el patente rechazo gestual de su l¨ªder por algunos diputados del Grupo Popular se comprende mejor el ruego de la oposici¨®n: antes del estrangulamiento que no nos condicionen mucho m¨¢s el futuro.
Nicol¨¢s S¨¢nchez Dur¨¢ es profesor de Metaf¨ªsica y Teor¨ªa del Conocimiento de la Facultad de Filosof¨ªa y Ciencias de la Educaci¨®n en la Universitat de Val¨¨ncia.
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