Buteflika consolida su poder frente al Ej¨¦rcito

No est¨¢ claro si la Carta para la Paz y la Reconciliaci¨®n Nacional, sobre la que los argelinos votar¨¢n ma?ana, traer¨¢ consigo el fin del terrorismo islamista. Su aprobaci¨®n, sin embargo, s¨ª supondr¨¢ un reforzamiento de los poderes del jefe del Estado, Abdelaziz Buteflika, frente a la ¨²nica fuerza que podr¨ªa cercenar su influencia: el Ej¨¦rcito.

La Carta otorgar¨¢ un ampl¨ªsimo mandato a Buteflika para intentar resolver la larga crisis que padece Argelia desde hace casi 14 a?os. Consolidar¨¢ de paso, un poco m¨¢s, el poder de un civil frente a la c¨²pula castrense que le aup¨®, resignada, a la jefatura del Estado en 1999.

Poco despu¨¦s, Buteflika lanz¨® su primera iniciativa de reconciliaci¨®n, la llamada Concordia Civil, menos ambiciosa que la actual Carta, y que disgust¨® a los generales porque facilitaba la reinserci¨®n de miles de combatientes del brazo armado del Frente Isl¨¢mico de Salvaci¨®n con el que libraron durante a?os una guerra sin cuartel.

Buteflika se present¨® el a?o pasado a un segundo mandato presidencial. A juzgar por el n¨²mero de militares jubilados que respaldaron a su adversario, Al¨ª Benflis, la oficialidad no deseaba que fuera reelegido, aunque no pudo impedirlo.

Dos meses despu¨¦s de estrenar mandato, el presidente se deshizo del jefe del Estado Mayor, el general Mohamed Lamari. A partir de ah¨ª empez¨® una reforma de la c¨²pula militar, a¨²n inacabada, que le ha permitido colocar en puestos claves a hombres de su confianza.

La Carta sometida ahora a refer¨¦ndum "tampoco entusiasma" a los uniformados, se?ala un agregado militar europeo acreditado en Argel, porque, de nuevo, va a ofrecer el perd¨®n a sus enemigos. La no inclusi¨®n en la amnist¨ªa de los autores de matanzas colectivas ha atenuado algo su oposici¨®n, junto con el cerrojo que impedir¨¢ llevar ante los tribunales a los responsables de ejecuciones extrajudiciales de islamistas. Buteflika tambi¨¦n ha puesto a su alcance un generoso presupuesto.